La joyera viguesa Raquel Álvarez diseña en su taller Cascabel una pulsera inspirada en autores insignes
19 may 2024 . Actualizado a las 02:07 h.La figura en plata de Luisa Villalta se balancea en una argolla unida a una misma cadena junto a los rostros de Xela Arias, Rosalía de Castro y Eduardo Pondal y las siluetas de Castelao y la bandera de Galicia. Es el último diseño firmado por la joyera viguesa Raquel Álvarez para adornar una muñeca que despacha a 79 euros en Cascabel, su tienda taller de las galerías Durán, en plena calle del Príncipe. «Quise hacer un homenaje por el Día das Letras Galegas en forma de pulsera», indica la artista, que se decidió por el adorno de muñeca que terminó de hacer a finales de abril, pero sigue fabricando bajo pedido.
No es la primera vez que la profesional explora este tipo de trabajos en los que disfruta recreando eventos y personajes de actualidad, porque le divierte y porque además, tienen un enorme tirón entre una clientela que lo demanda: «Hay mucha gente de visita turística que buscan llevarse un recuerdo de su estancia en la ciudad y no encuentran qué», justifica.
Raquel explica que el que se muestra en la imagen es el diseño tipo con siete elementos, pero se adapta al gusto del consumidor, y si quiere en la pulsera solo el mapa de Galicia, o solo a Rosalía de Castro, o una combinación diferente con otros escritores, también lo hace en este diseño que se podría llamar el cuelgue por las Letras Galegas. «Primero se diseñan por 3D, luego hago el proceso impresión en resina, la fundición en plata y tras ello, el acabado, lijado, pulido, soldado y montaje en la pulsera», explica la joyera sobre el proceso técnico y artístico que siempre elabora en plata, pero si se lo solicitan en oro, lo hace bajo pedido. En este caso, en su iniciativa quiso mezclan a los precursores y dar presencia a las mujeres, «que en general han sido poco valoradas en este día hasta hace bien poco», recuerda.
Porriño, Palacios y la Navidad
Además del homenaje por el Día das Letras Galegas, la joyera acaba de hacerle otro a la villa de O Porriño en el 150 aniversario del nacimiento de su insigne arquitecto Antonio Palacios, y también en formato pulsera. En este caso, alrededor de la cadena aparecen suspendidos en el aire sujetos por un aro, el edificio del Concello que diseñó él, así como una de las iglesias de la localidad, una bolla de pan, una piedra de granito y la placa con el nombre. «Quise hacerla en parte debido a que mi bisabuelo, José Sanmartín Solla, era cantero y había trabajado para él, y mi madre siempre lo recordaba por haber sido una época bonita. Trabajó en la construcción del teatro García Barbón y mi bisabuelo le daba consejos de cómo quedaría mejor», revela la pionera en la creación de joyas con motivos de la Navidad de Vigo y antes de eso, del desahuciado Dinoseto. «Aún esta semana entregué una, y el pin de las luces me siguen lo encargando de vez en cuando», cuenta la profesional que tiene su establecimiento en propiedad en las galerías amenazadas de desaparición para convertirse en oficinas de una empresa eléctrica. La joyera ha recibido ofertas para irse, pero no se han concretado: «Aún no se sabe, quedamos tres locales en la galería, los otros dos son de alquiler, pero les quedan unos meses para que expire el contrato», explica.