Las matronas piden medios para favorecer el contacto piel con piel tras los partos

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO

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Reclaman más personal y una unidad específica de reanimación obstétrica en el Hospital Álvaro Cunqueiro

18 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Las enfermeras matronas exigen más personal y una unidad de reanimación específica ante la implantación del servicio piel con piel tras las cesáreas en el área sanitaria de Vigo. Aunque se ha elaborado una guía, no existe en la actualidad ningún protocolo para este nuevo procedimiento ni espacio habilitado para tal fin. Tampoco los recursos humanos necesarios, recalca Cristina Lojo, que dirige la Asociación Galega de Matronas.

En el Hospital Álvaro Cunqueiro trabajan 30 matronas, pero debido a los turnos y guardias resultan insuficientes. «Sin un aumento de personal, espacio adecuado, y sin los protocolos pertinentes, ni la seguridad ni la calidad asistencial a madres y a bebés estarán garantizadas», señala. Lojo considera que es necesaria una enfermera más por turno ya que trabajan normalmente cuatro o cinco.

El objetivo del contacto piel a piel es que las madres que dan a luz por cesárea y los recién nacidos no tengan que separarse, tal y como se venía haciendo hasta el momento y que los padres puedan asistir a las cesáreas programadas que no tienen riesgo.

En el momento en que abrió el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, las matronas ya reclamaron la creación de una unidad de reanimación obstétrica (REA), pero no se les se hizo caso.

Solicitan que este servicio venga de la mano de las herramientas necesarias para poder desarrollarlo con total seguridad. Por un lado, reclaman que la gerencia entregue datos del número real de pacientes que se encuentran en ese servicio en tiempo real y que estén informatizados. Aseguran que tienen que incluir a las madres gestantes tanto de la planta de ginecología como de la planta de obstetricia que pasan horas en el paritorio y no constan como carga de trabajo.

Las matronas de este servicio llevan años demandando una herramienta que permita demostrar la ocupación real del paritorio sin haber obtenido respuesta.

Tres cada 10.000 habitantes

El Sindicato de Enfermería ya ha advertido a la dirección de Enfermería la necesidad urgente de mejorar la proporción entre matronas y mujeres. La media en Europa es de siete matronas por cada 10.000 habitantes y en Vigo es de tres, según el Satse. Las matronas del área sanitaria también han asumido las urgencias ginecológicas y agresiones sexuales, lo que ha venido a tensionar más el servicio.

La ocupación no se limita solo a las mujeres en trabajo de parto tal como se contempla actualmente. Cada vez con más frecuencia permanecen en la unidad mujeres que necesitan vigilancia materno-fetal intensa, lo que en muchas ocasiones implica no poder prestar suficiente atención al establecimiento de lactancias. «Atendemos unos 3.000 nacimientos al año y a veces se producen dos o tres partos simultáneos y tenemos que estar atentas a todos», explica Lojo.

Por todo esto, dicen que ofrecer esta nueva prestación con la misma dotación de personal y sin tener un espacio físico específico supondría una disminución en la calidad asistencial en la unidad de partos.

El número de mujeres que acuden al servicio de urgencias obstétricas, son cada día más, no solo se atienden gestantes sino las que acuden por complicaciones en el embarazo, para acudir a maniobras de cambio de posición del feto.

Piden se cree una REA obstétrica para que las matronas puedan desempeñar el método piel con piel con total seguridad y calidad asistencial para la paciente, pues no es seguro llevarlo a cabo en una UTPR (unidad de trabajo de parto y recuperación). Las pacientes, tras una cirugía, deben permanecer en una REA, servicios abiertos en los que puedes valorar a la paciente en todo momento y con un monitor conectado a nivel central.

Nadia Lamarca, de Rede Cría, señala que entiende que se tomen cautelas ante las cesáreas, pero que debería estar ya todo en marcha y en funcionamiento tras nueve meses de reclamaciones del colectivo Loita.

Esta semana se frustró el primer parto por cesárea con presencia de la pareja de la mujer que entró en quirófano. Aunque estaba previsto, la visita se suspendió al conocerse que el bebé venía de nalgas y se complicaba el alumbramiento.