El zoo de Vigo sigue comprando animales

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

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El Concello ha adquirido ejemplares para el reptilario al responsable de mantenerlo, pese a anunciar una nueva fase sin fauna en cautividad

24 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La compra de animales en Vigozoo no ha terminado a pesar del interés del gobierno municipal por cerrar estas instalaciones y convertirlas en un aula de educación ambiental. El reptilario ha continuado en los últimos años incrementando el número de ejemplares. Las arcas municipales han destinado desde el 2022 más de 9.500 euros a la adquisición de reptiles. Se los ha comprado al responsable de la empresa encargada del mantenimiento de estas instalaciones, Diego Ballesteros Peinado. Fue el licitador clasificado en primer lugar en el procedimiento abierto en el 2017 para la contratación del servicio de mantenimiento integral del Exotarium y mariposario de Vigozoo.

En el 2022 le adjudicaron sendos contratos menores para el suministro de animales para el reptilario por importes de 4.068 euros y 2.480 euros. El Concello dedicó el año pasado otros 3.000 euros para la adquisición de más ejemplares para el reptilario. La fecha de finalización del contrato fue diciembre del año pasado.

A pesar de estas últimas adquisiciones, el alcalde, Abel Caballero, ha manifestado públicamente en varias ocasiones que considera «intolerable» que haya animales en cautividad en la ciudad. Hace cuatro años anunció su intención de excarcelar a los del zoo para convertirlo en un aula de promoción de la naturaleza. El objetivo era no sumar más incorporaciones de animales a las instalaciones de A Madroa y cambiar el modelo a medida que los ejemplares que quedan acaban cumpliendo su ciclo vital. El Concello se ha ido se ha ido desprendiendo paulatinamente de alguna fauna salvaje mediante ventas y cesiones. Hoy en día, con la Ley de Bienestar Animal que entró en vigor en septiembre del 2023, los zoológicos tienen prohibido el comercio de animales de fauna silvestre en cautividad. Pero, hace cuatro años, la administración local tramitó un expediente para vender un total de 89 ejemplares para los que consideraba que ya no había espacio dentro del recinto. La partida más grande era la de las boas, aunque también había llamas, avestruces, burros y hasta un órix, entre otros. Los últimos ejemplares de los que se ha desprendido Vigozoo han sido dos grullas damiselas, que nacieron dentro del recinto y han sido trasladadas recientemente al zoobotánico de Jerez.

Otros inquilinos del zoo murieron en circunstancias que no fueron del todo aclaradas. Un lémur murió de frío al no poder soportar las bajas temperaturas por una calefacción insuficiente en su guarida. También desapareció la pareja de tigres. Primero murió la hembra y después el macho ahogado en el foso donde iba a beber porque estaba muy débil y no fue capaz de subir por una rampa.

Tampoco sobrevivieron en Vigozoo nueve aves protegidas que el Seprona había decomisado a cinco criadores del área de Vigo. Las crías de loros grises, guacamayos y loros americanos fueron custodiadas en las instalaciones de A Madroa, donde no recibieron los cuidados necesarios y acabaron muriendo. El juzgado de O Porriño archivó la causa por un presunto tráfico de especies protegidas. Los criadores afectados por estas muertes gratuitas anunciaron una querella contra la Guardia Civil, Tragsa, el Miteco y también contra Vigozoo.

Las aves del parque no cuentan con unas buenas condiciones para su supervivencia en el zoo. Trabajadores alertaron este invierno de que aves irrecuperables para la vida silvestre permanecían a la intemperie expuestas al frío y a la lluvia con peligro de muerte. Águilas culebreras o un milano negro pasaban las horas empapadas porque no podían volar para ponerse a resguardo.

Vigo Nature

El Concello quiere dejar atrás esta etapa de desdichas que arrastra el zoo e incluso le ha cambiado de nombre. Desde febrero ha pasado a denominarse Vigonature. La denominación se asocia mejor al concepto de aula de educación medioambiental en la que la administración local quiere convertir las instalaciones de A Madroa.

El alcalde afirmaba durante la presentación que en el nuevo proyecto no habrá animales en cautividad. «No los queremos porque se vuelven locos y sufren de forma indescriptible», manifestaba el regidor. El Concello ha llevado a cabo algunas actuaciones para cambiar la imagen del zoo. Entre las transformaciones, figura la instalación de una nueva cartelería en la fachada exterior de la entrada del parque, que se ha renovado con un nuevo espacio ajardinado, un nuevo parque de aventura con tirolina y casetas en los árboles, con lo que el Concello quiere dar un aire más lúdico y festivo a un recinto zoológico el que durante los últimos años han perecido muchos animales y cuya población continúa creciendo, al menos en el reptilario, con la autorización de nuevas compras.