«Hay que levantarse a las cinco para tener un sitio donde aparcar»

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

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M.MORALEJO

Trabajadores de las empresas del naval de Vigo reconocen su preocupación diaria al no poder estacionar bien sus vehículos debido a las obras de Beiramar

28 jun 2024 . Actualizado a las 18:04 h.

Encontrar sitio para aparcar se ha convertido en toda una odisea para cientos de trabajadores del metal. Siempre ha sido difícil y ahora aún más debido a la supresión de las plazas de aparcamiento que han supuesto las obras de humanización de la avenida de Beiramar. Por eso, muchos trabajadores se ven obligados a llegar antes del amanecer para poder encontrar un sitio en el que dejar sus vehículos mientras están cumpliendo su jornada laboral. Y no los dejan precisamente cerca. Muchos operarios no tienen más remedio que irse hasta la explanada de los antiguos juzgados de la calle Lalín para encontrar una plaza libre y después hacer una caminata hasta el astillero. Madrugando también es posible encontrar algún sitio en Bouzas. «Después pasan más de una hora en el coche esperando para poder entrar a trabajar una vez que han encontrado el aparcamiento», señala un trabajador

Aparcar sobre las aceras se ha convertido también en algo habitual. «Afortunadamente, la policía no está multando, pero lo podrían hacer porque están en su derecho. Hay muchos trabajadores que vienen de otros ayuntamientos como Meira, o Moaña. Trabajas intranquilo cuando sabes que tienes el coche mal aparcado. Tienes que quedarte a comer porque no te da tiempo para volver a casa», afirma Jorge Fernández, trabajador de una empresa auxiliar del sector naval. «A mí lo que me interesa es llegar y aparcar con el coche. No tengo sitio y tengo que dejarlo encima de la acera. No hay otra alternativa», añade.

Laura trabaja en el establecimiento Los bocatas de Ana. Hace decenas de bocadillos cada día para los trabajadores que acuden a buscarlos a partir de la una del mediodía. Ella vive en el Concello de A Lama y comparte las dificultades para poder encontrar un sitio donde dejar el coche. «Llego y no sé donde aparcar. Es complicado que la gente de los astilleros no tenga dónde dejar el coche, o que no les quede más remedio que pagar 70 euros por alquilar una plaza. No estoy de acuerdo con las aceras que están haciendo ni con el carril bici. La gente que viene de Marín, O Porriño o de otros sitios de fuera de Vigo no tienen sitio donde dejar el coche», señala.

Otro operario afirma que siempre hubo problemas de aparcamiento, especialmente los tiempos de bonanza económica, cuando miles de trabajadores acudían a sus puestos de trabajos. «De aquella, ya no se aparcaba», señala. También los residentes de la zona se encuentran con los mismos problemas de la falta de aparcamiento, ya que muchos edificios antiguos no están dotados de garajes y los vecinos tienen que dar muchas vueltas para poder dejar sus vehículos bien estacionados.

El proyecto

Desde la rotonda del antiguo Barreras hasta el paseo de Bouzas, la humanización establecerá al menos cuatro metros de ancho de acera, así como un carril bici. El proyecto contempla además la instalación de más de 140 árboles, 16 bancos y 60 puestos para aparcar bicicletas.

El objetivo es dar prioridad a la sostenibilidad medioambiental, económica y social. Estas obras de la segunda fase de la humanización de Beiramar cuentan con una inversión del Puerto de Vigo y de la Xunta de 3,7 millones de euros. El tramo de actuación es de un kilómetro y medio y está previsto que los trabajos se prolonguen hasta finales de año.

Tras esta segunda intervención, ciudadanos y ciclistas ya tendrán una vía propia y disponible para circular entre el Areal y la villa de Bouzas. En total serán 7,4 kilómetros preparados para este plan que extiende los carriles bici por el frente marítimo de la ciudad, una nueva arteria ciclista después de la que ejecutó el Concello entre la avenida de Europa y Teis.