Nueva polémica por la venta de entradas de conciertos de Castrelos a discapacitados

Pablo Barciela VIGO / LA VOZ

VIGO

M.MORALEJO

Los tiques no llegaban para todos

20 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Las personas con movilidad reducida tuvieron que esperar una hora para conseguir las entradas que ayer se pusieron a la venta para el concierto de Aitana.

Montse, que tiene una hija con movilidad reducida y estaba esperando para comprar la entrada a las 9.00, cuenta: «Hacemos una cola más pequeña porque somos minoría. Pasada la tercera persona, a la cuarta nos dicen que ya no quedan entradas de movilidad reducida». Por cada concierto, solamente se venden diez entradas por la mañana y otras diez por la tarde. Esas veinte que se reparten entre las personas con movilidad reducida y sus acompañantes. En total hay 5.000.

Tras casi una hora de espera, el personal de venta de Castrelos por fin les dio una solución. Tienen que comprar una entrada normal y dejar sus datos, para que se pueda habilitar el día del concierto una zona especial. De forma habitual, las personas con movilidad reducida están en una plataforma con una capacidad de 20 personas, menos en el caso de haber muchas sillas de ruedas. Para el concierto de Aitana se habilitará una zona detrás de la plataforma que normalmente queda vacía por motivos de seguridad.

Por la tarde, otra persona acudió con movilidad reducida a comprar entradas y pidió cuatro, que son las que puede comprar cualquier ciudadano. Solo le vendieron dos, que es lo que marca la normativa del Concello para las personas con movilidad reducida que no tienen que hacer cola.