HEMEROTECA. La Patrulla Águila daba cada verano un festival aéreo para cientos de miles de vigueses y turistas
30 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El 25 de julio del 2002, el Ejército del Aire daba su primera exhibición aérea en Samil. Lo haría durante diez años más, hasta el 2012, con motivo de la conmemoración de la batalla de Rande, que había enfrentado 300 años antes al ejército angloholandés con el hispanofrancés.
La Patrulla Águila, el grupo aéreo acrobático del Ejército, fue creada en 1985 en Murcia con el objetivo de representar a España y al Ejército del Aire en eventos. Al principio, estaba formada por cinco aviones monomotor CASA C-101, aunque con los años se incorporaron nuevas aeronaves. En 1988 ya eran las siete que fueron las que dieron la exhibición del 2002 en Samil, la primera de muchas, organizada por la Asociacion Festival Aéreo Vigo, que presidía Pablo González.
Aquel 25 de julio era un día soleado, de cielo despejado, como suele ser habitual en verano. A las 12.00, «la hora ‘‘H”», como contaba La Voz de Galicia en su crónica, comenzó la exhibición. La demostración duró casi tres cuartos de hora, durante los cuales locales y turistas contemplaron los CASA C-101, con capacidad para volar a 14.000 metros de altura y alcanzar velocidades de cientos de kilómetros por hora. Ese mismo jueves se inauguró en el Museo do Mar una exposición sobre la batalla de Rande, con visita de las autoridades, que al día siguiente ya estaba abierta al público.
Al año siguiente, esta vez en junio, el espectáculo no cogió por sorpresa a nadie. Tal fue la expectación, que se produjeron atascos para ir a presenciarlo. «Odisea» fue la palabra que utilizó la crónica de La Voz para describir la dificultad que suponía llegar a la playa de Samil. Por culpa congestión del tráfico, los servicios sanitarios tardaron un cuarto de hora en evacuar a una mujer que, por suerte, no estaba herida de gravedad.
La tercera exhibición de la Patrulla Águila tuvo una concurrencia similar. Mucha gente quiso anticiparse a los problemas de tráfico del año anterior, pero eso no hizo más que poner de relieve la falta de aparcamiento cerca de la playa. El espectáculo duró ese año solo 25 minutos.
En julio del 2005, los paracaidistas del Ejército se unieron a los aviadores para complementar la exhibición. Sin embargo, a una señora le cayó encima lo que no era «ni una mosca, ni un avión, sino un paracaidista en colisión» —como relataba el periódico con cierta retranca— que tuvo que realizar un aterrizaje forzoso. Por suerte, los 150.000 espectadores (y también los militares) salieron ilesos.
Un evento internacional
El 2006 vio cómo la demostración militar de Samil seguía creciendo. En esa ocasión, la patrulla aérea Reva, de Francia, se unió al festival. También lo hicieron los helicópteros de la Guardia Civil y de Tráfico, así como varios paracaidistas, que ya habían acudido el año anterior.
La exhibición del 2007 fue todavía más internacional. Además de la Patrulla Águila, participaron aviones Eurofighter; F-16, de los Estados Unidos; y Yak-52, soviético. En total, 54 aeronaves que, esta vez, no estuvieron acompañadas por los paracaidistas.
Portugal se unió a la fiesta en la siguiente edición, que fue todavía más completa que las anteriores. El Eurofighter, las aeronaves estadounidenses F-18 y la Patrulla ASAS de Portugal acudieron al festival de Samil para, junto a la Patrulla Águila, dar el ya tradicional espectáculo de acrobacias aéreas.
El 2009 no fue para menos. Dos pilotos campeones del mundo participaron en el festival. Se trataba de Ramón Alonso, de acrobacias, y de Cástor Fantoba, en categoría ilimitada. La exposición del Museo do Mar incluyó ese año más aviones: un T-6 estadounidense y la Súper Saeta, de fabricación española.
La demostración del año siguiente, el 25 aniversario de la Patrulla Águila, congregó a unas 400.000 personas, muchas de las cuales asistieron a nada menos que seis horas de espectáculo, quizás motivadas por las dudas sobre si el festival se volvería a celebrar en el 2011, debido a los recortes de gasto público que empezaban a aplicarse entonces, por la crisis económica.
No obstante, el siguiente verano vigueses y turistas volvieron a disfrutar de la exhibición, aunque la reducción del déficit desembocó en una disminución del número de aviones. De hecho, en el 2011 no estuvo la Patrulla Águila y el festival aéreo corrió a cargo de las patrullas Aspa y Papea, helicópteros, un F-16 holandés y los pilotos Ramón Alonso y Diana Gomes, portuguesa.
El fin del festival en Samil
El 2012 fue el último año en el que las Fuerzas Aéreas acudieron a Samil para la exhibición. Después de diez años, el festival llegaba a su fin; y lo hizo a lo grande. Desde Portugal, 400 autobuses llenos de visitantes que querían disfrutar del espectáculo; desde Vigo, decenas de buses de Vitrasa habilitados especialmente para la ocasión. Entre unas cosas y otras, 400.000 espectadores presenciaron las últimas piruetas aéreas de la Patrulla Águila en Samil, que, un año más, estuvo acompañada por aeronaves internacionales como el caza F-16 belga que cerró el espectáculo de dos horas.
El Concello de Vigo suspendió el festival en el 2013 por la ausencia de las Fuerzas Aéreas, de nuevo por los recortes del Ministerio de Defensa, con la esperanza de retomarlo al año siguiente. Sin embargo, en el 2014 Vigo rechazó acoger la exhibición aérea, que se trasladó a A Coruña, donde los 100.000 asistentes de ese año quedaron lejos de lo que había llegado a ser el festival en Samil.