La oenegé viguesa Fundación BGI socorre a indígenas del Amazonas

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera VIGO / LA VOZ

VIGO

Fundación Balms BGI, cedida

Impulsa nuevos proyectos en América Latina, donde atiende a 9.000 personas

18 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En el Amazonas hay multitud de flores exóticas que atraen a las abejas, pero las indias awajún no conocen la apicultura. La viguesa Fundación Balms-BGI para la Infancia se la va a enseñar. La entidad, que atiende a más de 9.000 personas en América Latina, se dispone a arrancar con dos nuevos proyectos, en República Dominicana y en la zona del Amazonas en Perú.

El presidente de la fundación, el abogado Antonio Heredero, dio un respingo de alegría al ver en su móvil el mensaje que le notificaba que Cooperación Galega de la Xunta había aprobado sendas ayudas de 180.000 euros para sus proyectos en los dos próximos años. «Somos una organización sin ánimo de lucro cuya finalidad es defender los derechos de los niños y niñas, especialmente en los países en los que trabajamos. Actualmente, contamos con proyectos en Colombia, Perú, República Democrática del Congo y República Dominicana. Nos guía el sueño de que se respeten los derechos de la infancia independientemente del lugar donde vivan los niños», dice Sara Moscoso, cooperante de la fundación.

En República Dominicana colaboran con proyectos educativos y alimentarios que benefician a 3.997 niños y niñas y a 9.215 hombres y mujeres de familias desfavorecidas. En Perú son 200 niños y 160 adultos. Amplían su ámbito de acción para mejorar las capacidades productivas y los conocimientos técnicos de la población joven y las mujeres awajún de Urakusa. La idea es favorecer el acceso a alimentos nutritivos y culturalmente apropiados, promoviendo la soberanía alimentaria en el departamento del Amazonass situado al nordeste de Perú. Se promoverá la recuperación de técnicas agrícolas tradicionales y el cultivo sostenible de especies autóctonas con enfoque de género. 

Mayor preocupación

La propuesta de la oenegé viguesa quiere diversificar las tierras de labor ya que se ha promocionado el monocultivo de arroz y café en el territorio, lo que ha provocado la reducción de terrenos destinados a la producción de alimentos para el consumo de las familias y la entrada de productos de fuera y procesados a través del mercado. Además, en la zona se dan altos niveles de contaminación a causa de las fugas de petróleo, la minería ilegal y el uso de pesticidas y abonos no orgánicos y por la disminución de carne de monte y pescado disponible.

También continúan con las acciones desarrolladas en los últimos siete años en el distrito municipal Santiago Oeste, en República Dominicana. Con esta nueva intervención se busca ir consolidando la escuela de arte, la red de promotoras de salud o la cooperativa de mujeres, con el fin de asegurar su estabilidad futura y su funcionamiento autónomo.

«Lo que más me llamó la atención en esa ciudad fue la resiliencia de los vecinos. Ellos insistían al Ayuntamiento en que hacía falta luz y agua en muchas viviendas y lo pedían una y otra vez. Nuestra llegada hizo que las autoridades se preocupase más por los derechos de la gente», dice Sara Moscoso, que viajó a América desde Vigo con Amalia Lamarca.