Aitana Santomé: «Cuando me dijeron que iba con la selección, pregunté si era una broma»

El batacazo de la selección española de balonmano femenino en los Juegos de París hacía presagiar cambios, pero la jugadora del Porriño Aitana Santomé (Moaña, 2001), que apoyó en la distancia, no imaginaba ver su nombre en la siguiente lista. Su primera convocatoria con el combinado español absoluto la cogió desprevenida, pero con muchas ganas de agarrarse a la oportunidad y aprovecharla al máximo.

—¿Cómo se entera de que está convocada y cómo reacciona?

—Me escribe mi entrenador y luego me llama el seleccionador. Recibir estas llamadas siempre es una alegría, y más cuando no lo esperas. Ir con una selección nacional es la meta de cualquier deportista, así que estoy muy contenta, con muchísimas ganas de poder ir, demostrar lo que sé hacer y aportar todo lo que pueda.

—Así que ni lo podía imaginar.

—Para nada. Es la primera vez y sí que había estado en alguna concentración con muchas jugadoras, o este verano, con al selección universitaria. Pero la absoluta son palabras mayores

—Se podía prever que hubiera cambios tras en París. ¿Cómo vivió el torneo olímpico?

—Apoyando desde casa, y fue un palo bastante grande, nos fuimos a casa con un sabor de boca amargo. Pero, al final, hay cambios por salidas naturales de jugadoras que se retiran o que han decidido no continuar en la selección. Viene gente por detrás que está muy capacitada para poder participar en competiciones internacionales e iremos haciendo lo que podamos.

—La convocatoria también es un gran éxito del Porriño, que aporta tres jugadoras (Maider Barros, Paulina Buforn y ella).

—Sí, el equipo va a estar en cuadro la semana que viene, porque no solo somos nosotras tres con el equipo español, también tenemos internacionales argentinas. Eso indica que se están haciendo las cosas bien, que se está trabajando muy bien en el club y es muy buena noticia.

—Decía que se lo comunicó su técnico, Isma Martínez. ¿Cómo fue?

—Me mandó un WhatsApp y le pregunté si era verdad o un broma. Está contento y orgulloso, llevamos con él muchos años trabajando y que sigan saliendo jugadoras para las selecciones tiene mucho de mérito suyo.

—¿Cómo ha reaccionado su gente?

—He recibido muchísimo apoyo, tanto de mi familia como de compañeros, amigos, gente del balonmano... Todos con mucha alegría. Me gustaría poder seguir llenándoles de orgullo.

—Con su club van dos jornadas de liga, ¿qué sensaciones le dejan?

—Venimos de años en los que solo mejoramos y el último partido no fue del todo como nos gustaría. Fue un empate que valoraremos más adelante, cuando avance la liga, porque el Rocasa es un equipo fuerte y que en su casa va a dar mucha guerra. Tenemos ganar de seguir mejorando los resultados de temporadas anteriores y vamos a tope.

—¿Qué objetivo se marcan?

—Mejorar cada año lo que hicimos el anterior. Pondremos todo de nuestra parte para que así sea.

—¿Hay presión por tener el listón tan alto del año pasado?

—No lo llamaría así. Seguramente la exigencia sea mayor, pero creo que lo afrontamos todas con muchas ganas, con el equipo muy metido y yendo todas en la misma dirección. Mantuvimos el bloque y eso también habla de lo bien que se trabaja en el club. Que haya habido pocos cambios nos ayuda.

—¿Cuántos años lleva en el club?

—¡Muchísimos! Desde infantiles, así que doce una cosa así, y creo que seis en el primer equipo.

—¿Le ha surgido y se ha planteado la opción de cambiar?

—Propuestas siempre hay, es lo habitual, pero he elegido cada año quedarme y seguir aportando mi granito de arena porque este club es mi casa. El proyecto sigue evolucionando y el club va a mejor, que es lo más importante.

—Se podía pensar en un cambio por otros objetivos, pero ahora luchan por todo, incluso Europa.

—Sí, estamos entre los equipos de arriba y mejorar los resultados es complicado. Vamos a jugar todo para intentar ganar.

—¿No se ve en otro sitio a medio plazo o tiene esa puerta abierta?

—En el deporte, a veces necesitas un cambio; otras, no... No sabría responder. Estoy contenta aquí, en casa, pensando en seguir creciendo y evolucionando.

—En su día, tuvo que decidir entre taekuondo y balonmano...

—Sí, empecé de pequeñita en taekuondo. En mi pueblo se practica mucho y mi hermano lo hacía. Los últimos años, estaba a bastante nivel, pero hubo que decidir. Me movió el ambiente del balonmano, cómo me acogieron y que fuera un deporte de equipo, ya que el día a día es otro, ni mejor ni peor. Me sigue gustando mucho el taekuondo también.

—¿Le da consejos su padre (el exfutbolista Suso Santomé)?

—Tampoco creas que muchos, eran otros tiempos (ríe). Tengo mucho que agradecer a mis padres, porque siendo los dos deportistas (su madre, atleta), han entendido lo que quería, mi estilo de vida, mis objetivos y me han apoyado siempre en todo.

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