De la calle a Internet: en Vigo solo quedan siete zonas de prostitución

Pedro Rodríguez Villar
Pedro rodríguez VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

Un estudio del Ministerio de Igualdad recuerda que en 2018 había 36 lugares

24 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

«La prostitución también se ha adaptado a las nuevas tecnologías», explica la abogada y asesora jurídica de la Asociación Faraxa pola Abolición da Prostitución en Vigo, Ana Garcia Costas. Lleva más de 20 años ayudando a mujeres a buscar un camino que las libere de su situación de prostitución. «He envejecido con ellas y he visto cómo el negocio ha cambiado de lugar y se ha ido de la calle a Internet», explica. En la ciudad, como en tantos otros lugares de España, cada vez quedan menos calles donde se ejerce la prostitución. El último macroestudio del Ministerio de Igualdad sobre trata, explotación sexual y prostitución de mujeres así lo indica. En el 2018 había en Vigo 36 zonas de prostitución callejera, mientras que en el 2023 solo quedaban siete. Los principales puntos son la zona de la gasolinera en Bouzas, Beiramar y una parte de Torrecedeira.

Las autoras del estudio han extraído estos datos del análisis de dos grandes foros digitales sobre prostitución. «A partir de estos portales, se ha calculado el promedio anual de comentarios y se ha analizado la evolución de la cantidad de comentarios a lo largo del tiempo para cada zona geográfica, identificando las tendencias al alza o a la baja», explican. La tendencia decreciente tampoco indica que la prostitución haya desaparecido, si no que se ha «trasladado al universo digital o fragmentado en pisos por el tejido urbano», explica el Ministerio de Igualdad, citando al doctor en sociología Antonio Ariño.

La asesora jurídica de Faraxa coincide: «Quedan muy pocas ejerciendo la prostitución en las calles, pero aún hay y son las más precarizadas», explica. Las que todavía están en Beiramar son en la mayoría de casos, mujeres mayores, migrantes en situación irregular y transexuales que no tienen otra opción. El Ministerio de Igualdad recuerda que las calles pueden suponer un mayor riesgo «de sufrir distintos tipos de violencia por parte de los prostituidores, proxenetas u otro tipo de delincuentes; así como tensiones u otras situaciones de violencia por ser la más perseguida por las autoridades locales».

«Se han adaptado al siglo XXI», explica García Costas. La abogada recuerda que en los años 90 se ejercía sobre todo en clubes, pero que, ahora, también «gracias a la implicación y presión de la policía, fiscalía y juzgados que han conseguido cerrar varios», se ha trasladado a las viviendas. La situación de estas mujeres es la misma: precaria y dependiente, pero los proxenetas «están más protegidos porque son más invisibles», explica García Costas. Indica que hay algunos que conciertan citas en pisos por la ciudad a través de Whatsapp y que, como ocurría en los clubes, «son los que se quedan una buena parte de los beneficios».

En la asociación viguesa también detectan que muchas mujeres que terminan en la prostitución son captadas y se inician por plataformas como Onlyfans. «Considero que las redes sociales y la sociedad en general está banalizando un poco esta situación. Estas plataformas son la antesala de una prostitución directa y de la dependencia que genera», indica.

En sus más de 20 años en la asociación, «nunca ha encontrado a una mujer en situación de prostitución rica». Una vez ellas o sus familias dependen de ese dinero «es muy difícil salir. A mí, cuando me piden ayuda, lo primero que les digo es que estudien y que, poco a poco, vayan construyendo una alternativa», indica. «La gran mayoría no hace esto de forma voluntaria. Son víctimas y el problema está en los que buscan en la prostitución un lugar donde cumplir sus deseos», concluye.