Julia López Canay es una de las primeras graduadas de la especialidad en Galicia y trabaja en la unidad de neumología del Álvaro Cunqueiro, donde predice ingresos de pacientes con EPOC
18 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Ingenieras trabajando codo a codo con las médicas, como lo hacen las enfermeras. Es la revolución que se está dando en algunos servicios como el de neumología, en el Hospital Álvaro Cunqueiro. ¿Y con qué función? La misma, curar. La ingeniera biomédica Julia López Canay (Arteixo, 2001) lo hace cada día a través del sistema que ha creado para predecir ingresos de pacientes con EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). «Permite a los médicos hacer un seguimiento más exhaustivo. Predecir el reingreso ayuda a evitarlo y facilita una estrategia personalizada de gestión de la enfermedad para ese paciente». Solo tiene 23 años, pero ya está abriendo camino, incluso antes de acabar el máster.
Es investigadora del Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur, donde recaló tras graduarse en la segunda promoción de Ingeniería Biomédica en la Universidad de Vigo. Su trabajo de fin de grado consistió en desarrollar un sistema inteligente para identificar posibles reingresos hospitalarios en pacientes con EPOC, lo que le valió una de las mejores calificaciones de su promoción. Esta investigación le abrió las puertas del grupo Neumovigo I+i.
Su labor se centra en el análisis de datos de pacientes a través de inteligencia artificial. La predicción en medicina evita problemas al enfermo y ahorra fondos públicos. «Son enfermedades muy prevalentes que conllevan pruebas muy costosas. Con estas herramientas se podrían agilizar las pruebas y llegar a los pacientes con más eficiencia. Con estos datos, facilitamos la toma de decisiones médicas». El grupo está formado por neumólogos, enfermeras y, desde hace años, por un ingeniero dedicado a labores técnicas.
López Canay se acaba de incorporar al finalizar las prácticas tras sus estudios. Es la primera ingeniera biomédica en la unidad y una de las primeras en los hospitales gallegos, pero no forma parte de la plantilla. Facultativos como el jefe de neumología de Cunqueiro, Alberto Fernández Villar, defienden que este perfil profesional se incorpore al personal del Sergas. Hasta hace poco, los ingenieros en los hospitales se dedicaban solamente a labores de equipamiento tecnológico de los centros sanitarios. El nuevo grado de Ingeniería Biomédica capacita a los tecnólogos a participar en los procesos sanitarios.
Solo en el área de Vigo hay 10.000 pacientes con máquinas para la apnea del sueño en su domicilio que generan datos que permiten controlar al paciente desde el hospital. «Cada día hay más herramientas, tenernos cerca permite a los médicos dedicar más tiempo a los pacientes y menos al manejo de la tecnología que, en ocasiones, se podría usar de forma más óptima», dice. Mientras trabaja, sigue cursando el máster en Ingeniería Biomédica y ya defiende que se cree una formación similar al MIR para los ingenieros en los hospitales.
A Vigo por amor al teatro
Igual que la mayoría de sus compañeros de promoción, encontró trabajo enseguida. El grueso de sus colegas están contratados en empresas dedicadas a la fabricación de tecnología biomédica, solo unas pocas han conseguido trabajar en hospitales. Es una carrera de mujeres, si hay una particularidad en este grado es la alta presencia de alumnas, al contrario que en la mayoría de las ingenierías.
Hija de profesora de matemáticas, sabía que acabaría estudiando una carrera de ciencias. Premio extraordinario de bachillerato en el IES Manuel Murguía, de Arteixo, Julia López Canay podía haber elegido cualquier grado, pero escogió Ingeniería Biomédica para poder estudiar en Vigo, donde también cursó, en paralelo, el grado de Dirección Escénica y Dramaturgia en la ESAD. «Tenía muy claro que quería estudiar en la Escola Superior de Arte Dramática de Galicia, que es mi pasión, pero sé que las salidas laborales son complicadas. Para hacer ambas cosas, me vine a Vigo y elegí entre las carreras técnicas de aquí», Ingeniería Biomédica combina la parte tecnológica con las ciencias.
Julia López Canay no está dispuesta a renunciar, si algo le gusta lo va incorporando a su vida. «Pude hacerlo todo, da tiempo si tienes interés. Con mis compañeros de la ESAD ganamos un premio Xuventude Crea por la obra de teatro Diario de un tolo, también viajamos a Italia a un festival. Creo que ambas cosas se complementan. Estudiar algo artístico te da una capacidad creativa adicional para los proyectos de investigación». En ella todo suma, de hecho, aunque vive en Vigo, sigue yendo a Arteixo los fines de semana. «Me gustan ambos sitios, aunque el tiempo sí es algo distinto. En Vigo llueve un montón, pero solo 5 minutos. En A Coruña llueve todo el día».
Su canción
«Revolución», de Amaral. «Me gusta mucho Amaral. La escogí por ser una cantante mujer y porque es muy reivindicativa. Y habla de revolución, la ingeniería biomédica también lo es, al igual que la incorporación de las mujeres al ámbito tecnológico. Es un grupo que sigue conectando con el sentir de los jóvenes».