Un polizón que iba a lanzar 52 kilos de cocaína a un pesquero vigués alega que eso no es un buque
VIGO

El acusado pedía al Tribunal Supremo una rebaja de su prisión y que anulasen la «hiperagravante» de uso de buque para transporte de la droga
08 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Un colombiano de 61 años que fue detenido cuando viajaba de polizón a bordo de un mercante con 52 kilos de cocaína intentó rebajar sin éxito en el Tribunal Supremo su condena por narcotráfico porque el juez le puso la «hiperagravante» de usar un buque para el transporte de estupefacientes. Le cayeron siete años de cárcel y cuatro millones de euros en multas.
Él alega que, en primer lugar, era un polizón, por lo que no controlaba el mercante en el que viajaba con la droga, y por otra, el plan era lanzar los fardos a un pequeño pesquero de madera y artes menores de cuatro metros de eslora y matriculado en Vigo que, al igual que las planeadoras y motoras, no tiene la categoría de buque. Recalcó que era «palmario» que él ni fletó un portacontenedores para transportar la droga intervenida ni tenía el control sobre él.
El caso llegó hasta la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo que, en una sentencia del 23 de enero, falló en contra del polizón y le mantiene la misma condena que le impuso el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) en octubre del 2021.
Los hechos transcurrieron cerca de la costa de Marín. El implicado había concertado en el 2017 que, al llegar a ciertas coordenadas de la ría de Pontevedra, le lanzaría desde un mercante unos paquetes con droga a un patrón residente en Sanxenxo y que pilotaba un pesquero matriculado en Vigo. Una vez lanzada la mercancía desde el mercante, la harían llegar a tierra mediante el pesquero. El patrón y un cómplice tenían antecedentes por traficar con cocaína, MDMA y cannabis.
Sin embargo, la Udyco de Pontevedra y el Servicio de Vigilancia Aduanera recibieron una aviso de la consignataria del portacontenedores, con bandera de Liberia, y que había zarpado de Cartagena de Indias, en Colombia, y que tenía previsto llegar en mayo al puerto de Marín. El capitán había descubierto a bordo a un polizón dentro de una grúa del barco y este portaba 52 ladrillos de cocaína.
Un policía encubierto sustituyó al polizón y contactó con el patrón del pesquero para que lo recogiese, a fin de hacer una entrega controlada de la cocaína. Los agentes subieron al barco, a 20 millas de la costa y requisaron el GPS del polizón colombiano con el que pretendía localizar la carga cuando la arrojase al mar. El patrón del pesquero le dijo que primero tirase la carga y luego saltase él, para ser recogido por el pesquero: «Negro, lánzate tú también al mar, que te recojo». Los agentes arrestaron al pescador, que tenía unas notas manuscritas con las coordenadas de la entrega.