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El nuevo centro de crisis echa a rodar con más usuarias cada día; dan atención psicológica y jurídica a agredidas, pero también a las familias que lo piden
15 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.En un discreto local del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo acaba de empezar a funcionar el centro de crisis 24 horas, un dispositivo para atender a mujeres que hayan sido víctimas de una agresión sexual. Se llega a él a través de las urgencias pediátricas y su señalización pasa inadvertida, a propósito. Que esté en un hospital puede llevar a engaño: no es un centro de asistencia médica, es un espacio para que la mujer pueda recibir atención psicológica, asesoramiento jurídico gratuito y para ayudarla en la búsqueda de recursos a través de una trabajadora social.
«Somos un centro que está abierto las 24 horas del día, los 365 días del año, destinado a la atención de las mujeres mayores de quince años», dice la coordinadora, la jurista Sonia Calvo. El centro fue creado por la Xunta —lo gestiona la Consellería de Política Social—, aunque viene obligado por la llamada ley del solo sí es sí (Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual), que fijaba que se debía abrir uno en cada provincia, y recibió fondos del Ministerio de Igualdad.. El de Pontevedra está en Vigo.
Que esté ubicado en un hospital con un servicio de urgencias puede facilitar que las víctimas se acerquen. Las urgencias del hospital también abren de forma permanente y es el lugar donde suelen atender las agresiones sexuales. El jefe del servicio, Ángel Pichel, confirma que ya se ha empezado a ofrecer a las mujeres que padecen un episodio de este tipo que acudan al centro de crisis. Está pendiente establecer un protocolo de derivación con urgencias y con ginecología.
Allí, dependiendo de las necesidades, pueden recibir asistencia psicológica. Pero también pueden preparar una denuncia y acompañarlas durante el proceso. Hay mujeres que necesitan tramitar la búsqueda de recursos de ayuda, por ejemplo, un piso protegido. Para cubrir todo este servicio, el centro de crisis cuenta con tres psicólogas, dos trabajadoras sociales, la abogada coordinadora y una administrativa.
«Ya empezamos a tener pacientes todos los días. Algunos son casos recientes y otros son pasados», dice la psicóloga Marián García, que subraya que el acompañamiento no es solo para las víctimas sino, en ocasiones, también para sus familias. «En un problema de este tipo, toda la familia sufre; en ocasiones sufre más», dice.
Violencias del pasado
«No atendemos solo situaciones de violencia recientes, que acaben de pasar, sino también del pasado, de niñas, por ejemplo. Esas mujeres pueden acudir al centro y solicitar cita para ser atendidas», explica la coordinadora. Ya han atendido algún caso del pasado. El asesoramiento se presta a todas las mujeres de manera anónima, también a aquellas que no tienen documentación.
«La violencia sexual es todo acto que se comete sin el consentimiento de la otra persona», aclara la jurista.
El nuevo centro todavía está empezando a rodar. En menos de dos meses, ha habido usuarias mayores de edad y menores de edad, víctimas y familias de víctimas. Entre sus funciones está la formación. Por eso, está preparando charlas en los campus universitarios —se han abierto cinco centros de crisis en Galicia— y también en colegios e institutos. «Nos gustaría poder empezar antes de que termine el curso», dice Sonia Calvo.