Sara Vidal: «Me considero fría, pero lo que he escuchado estos días sobre mí me pone la piel de gallina»
VIGO

La canterana se convirtió en centenaria con el primer equipo del Celta de baloncesto en un momento delicado del equipo
13 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.A sus 23 años, Sara Vidal es centenaria con el primer equipo del Celta de baloncesto. No pudo celebrar la efeméride con triunfo y, de hecho, la alcanzó en un momento «delicado» del equipo, como ella misma lo califica. Con todo, la capitana es optimista y cree que conseguirán la permanencia en la máxima categoría.
—¿Cómo sienta ser centenaria?
—Me preguntan si lo sabía y la verdad es que no tenía ni idea. Son muchas temporadas y muchos partidos, así que no llevas la cuenta, pero Nano y Pedro, que comentan las retransmisiones, dieron ese dato y estoy muy contenta de haberlo alcanzado.
—Seguro que sí recuerda el debut.
—¡Sí! Aún era júnior y algunas subíamos a ayudar al primer equipo e ir mejorando nosotras. Mi debut fue en Barcelona contra el Siglo XXI y lo recuerdo como si fuera ayer. Me podía esperar algún minutillo al final del partido, pero justo antes del descanso, Cris (Cantero) me dijo: «Sara, cambio». Y me quedé paralizada de que hubiera llegado ese momento tan esperado.
—Y desde ese, otros 99. ¿Lo podía imaginar?
—Para nada. Es verdad que cuando estás en etapa júnior, el club nunca te va a poner ningún problema para seguir. Cuando acaba esa etapa, tenemos la suerte de que hay el equipo de nacional, pero antes no lo había. Y siempre vas pensando en otras oportunidades por si no puedes seguir en el equipo mayor. Cuando Colinas me dijo que contaban conmigo para seguir en el equipo sénior, me dio un subidón. Llevaba muchos años y quería seguir creciendo aquí.
—¿Pensó en salir en busca de minutos desde entonces?
—Sí lo piensas. En los primeros años, compaginaba con el equipo de nacional, que estaba en autonómica, para tener esos minutos que me faltaban. La temporada que ascendimos, cogí más protagonismo y el año pasado, ves que te enfrentas a jugadoras que llevan toda la vida, tienen muchísima experiencia, alguna te saca diez años... Sabía que no iba a tener mucha participación, pero nunca dudé de querer continuar en el Celta. Es donde tengo mi familia y amigos, donde estoy estudiando Derecho y mi club me daba la ocasión de jugar en primera, no lo pensé.
—Así que su planteamiento es quedarse con lo positivo y aprovechar los minutos, sean los que sean.
—Totalmente. Muchas jugadoras quieren protagonismo y se tienen que ir a otros equipos e incluso cambiar de categoría. Pero el Celta es mi segunda familia.
—¿Siente presión al ser capitana en este momento difícil?
—Ninguna. Estoy orgullosa de ser la capitana. Soy de las pequeñas, pero también la que más tiempo lleva. Las compañeras me lo ponen muy fácil y eso es complicado encontrarlo. En el Celta siempre dicen que buscan, antes que una jugadora, la persona. Y luego, eso se nota y hace que no sienta ninguna presión. Tengo compañeras que van a cumplir 30 años y pienso que se preguntarían al principio «qué hace esta niña de capitana», pero siempre me han tratado con espeto.
—En el club se la considera un ejemplo. ¿Cómo lleva los elogios?
—Me considero un poco fría, pero lo que he escuchado estos días me pone la piel de gallina. Se lo agradecí a varias personas, sobre todo, a Pedro y a Nano, que reconocen siempre ese trabajo mío un poco sucio, en el barro. No es vistoso como el de Samson, que le sobra el talento por el cuerpo; yo intento ayudar en defensa, en rebote... Y las palabras de alguien tan reconocido como Colinas te llegan y te emocionan.
—¿Qué papel juega Cristina Cantero en su trayectoria?
—Muy importante. Ha estado conmigo desde que soy pequeñita, desde los 15 años. Me ha hecho crecer y me da confianza para seguir.
«Vamos a dejarnos el alma por conseguir la permanencia»
Vidal es optimista pese al momento crítico que vive el equipo tras haber encadenado seis derrotas. No da nada por perdido y garantiza que lucharán hasta el final por tratar de certificar la permanencia en la máxima categoría por tercer año.
—¿Cómo valora la situación del equipo y cómo lo ve para afrontar lo que resta de liga?
—Estamos un poquito... Cómo decirlo con delicadeza... No en la cuerda floja, pero sí en una situación difícil. Quedan cinco partidos, esto va a terminar ya, y tenemos un calendario bastante factible. Hay que sacar la parte positiva. Tenemos dos partidos muy importantes en casa, Canarias y Ardoi, rivales directos a los que aquí podemos competirles perfectamente. Pero la clave está en el partido de esta semana co Araski, un rival que lleva dos victorias más, pero que está ahí. Tenemos que ganar como sea.
—¿Hacen cuentas?
—Hay mucha gente que empieza a hacer cálculos de si ganamos aquí o perdemos allá. Muchas veces no sirven de nada, se vio el año pasado, cuando parecía que estábamos salvadas y necesitamos dos victorias más. No creo en eso, creo en el trabajo de cada semana y preparar cada partido como si fuera una final.
—Así que mantiene la confianza.
—Por supuesto, hasta el final. En la presentación de este año le prometí al presidente que no iba a pasar lo de la temporada pasada, de conseguir la permanencia en el último partido, pero si hay que lograrla así, bienvenida sea. Vamos a dejarlo todo en cada partido, a dejar el alma por conseguir esas victorias y si tiene que ser en el último, será, aunque esperamos que no, por la salud de todos.
—¿Cómo analiza estos últimos malos resultados seguidos?
—Creo que los parones nos afectaron. Antes del de febrero, tuvimos tres partidos buenos y, sobre todo, el de Zaragoza, que fue impresionante. Nadie se lo esperaba y nos colocamos creo que décimas. Era una buena situación, pero no podíamos confiarnos con todos los partidos que quedaban. Es cierto que luego, las cosas no fueron como quisiéramos. El equipo trabajaba bien, pero llegaba el partido y faltaba ese punto de energía, de tener sangre. Somos un grupo que se lleva súper bien y era extraño que en la pista no nos entendiéramos a veces. Llevamos trabajando en eso este mes, recuperando nuestros básicos, como dice Cristina, de mentalizarnos de lo fácil y recuperarnos como equipo. Creo que contra el Ensino lo demostramos, aunque no pudiéramos llevárnoslo por detalles tontos. Estamos respondiendo a lo que se nos pedía y pensando en ganar al Araski.