
El antiguo poblado de As Hortas, situado en la ladera que culmina en el faro, será excavado por un grupo de arqueología de la Universidad de Vigo
15 abr 2025 . Actualizado a las 19:52 h.La Consellería de Medio Ambiente ha iniciado los trabajos de limpieza de la vegetación que oculta el castro de As Hortas, en la ladera del faro principal de las islas Cíes. Es una acción enmarcada en el proyecto Centinela, que desde hace algunos años tiene como fin catalogar, identificar y registrar el patrimonio cultural del Parque Nacional das Illas Atlánticas.
En esta labor, la Xunta cuenta con la colaboración de la Universidad de Vigo a través del Grupo de Estudos de Arqueoloxía, Antigüidade e Territorio, dirigido por el arqueólogo Adolfo Fernández. Este mismo especialista ya dirigió el pasado año una intervención en el entorno de la conocida como Cada Viladomar, en donde se hallaron vestigios de época romana.
Xosé María Álvarez Blázquez descubrió a mediados de los años cincuenta del pasado siglo los primeros indicios de este poblado, que podría haber comenzado a tener actividad a partir del siglo VII o VI antes de Cristo. En años posteriores se realizaron pequeñas prospecciones en el yacimiento castreño, que se intensificaron en los años ochenta bajo la dirección de José Manuel Hidalgo Cuñarro. Decía este arqueólogo a este periódico hace unos meses que el castro de As Hortas era un yacimiento «cerrado y sin alterar», por lo que es previsible que una campaña arqueológica, con los medios y conocimientos actuales, pueda aportar luz a los orígenes de este emplazamiento.
No hace demasiado, el propio Adolfo Fernández señalaba que una de las cuestiones importantes de este castro es conocer si estaba romanizado. Hace algunos años sí aparecieron restos cerámicos de origen romano, pero según Adolfo Fernández esos hallazgos no son suficientes para determinar la romanización ya que podrían haber sido llevados de otro lugar sí romanizado.
Altar druídico
En este castro se encuentra una piedra que se la denominó como «altar druídico». Tiene una canaladura en su parte superior y el aspecto global asemeja un cráneo.
El equipo de arqueología deberá primero tener preparado el terreno para afrontar su trabajo. A partir de ahí llegarán los sondeos en distintos puntos del poblado para conocer la potencialidad de las distintas zonas.