Quique Domínguez: «El Cangas está haciendo las cosas muy bien y está asentado en Asobal»

X. R. C. VIGO

VIGO

BALONMÁN CANGAS

«Es un reto que me apetecía a estas alturas de mi carrera», dice el nuevo entrenador sobre su llegada

23 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Enrique Domínguez Munaiz (Pontevedra, 1969) vuelve al balonmano gallego. Lo hace para completar el círculo en el Balonmán Cangas, un club al que ve en constante crecimiento y asentado en la Liga Asobal y por el que firmó por dos años con la intención de darle continuidad al proyecto y de apostar por los jóvenes que están emergiendo desde la base de la entidad de O Gatañal, un pabellón que ahora espera disfrutar tras sufrirlo en infinidad de ocasiones a lo largo de su carrera como jugador y entrenador.

—¿Qué significa para usted volver al balonmano gallego?

—Una motivación grande. Cuando el Cangas se puso en contacto conmigo, fue algo bonito, me gustó. Es un reto que me apetece vivir a estas alturas de mi carrera.

—¿Entrenar al Cangas era una cuenta pendiente teniendo en cuenta que es el único equipo gallego de Asobal?

—No había ningún tipo de cuenta. Yo ya había pasado por varios equipos gallegos y ahora mismo es el representante del balonmano gallego en la Liga Asobal, lo cual es un aliciente grande. Es un club que viene haciendo las cosas muy bien y está muy asentado en la categoría. Inicio esta nueva etapa con ilusión y con la intención de aportar mi granito de arena para que este proyecto y este club sigan creciendo.

—¿Cómo se ve el Cangas desde fuera?

—Desde fuera se ve a un equipo que está absolutamente apoyado por la mejor afición de España, y eso es un plus para este club y también porque todos los rivales que vienen a jugar a O Gatañal saben que tienen que hacer frente a un equipo agresivo que está muy respaldado por esa marea. Estas son algunas de las señas de identidad de este equipo que no queremos perder. Esa agresividad, intensidad, ser un equipo difícil de ganar, especialmente en Cangas, y ojalá que también fuera.

—Estas últimas temporadas, el Cangas ha sido un equipo de muchos goles, de marcarlos y encajarlos, ¿va a mantener esta filosofía?

—Los que hayan visto mis equipos saben que son equipos que juegan a muchas transiciones, con un balonmano rápido y de mucho contraataque. Seguro que habrá diferencias, pero en ese aspecto, bastantes similitudes.

—¿Cómo marcha la confección de la plantilla?

—Todavía falta por incorporar a un jugador, aunque se han ido anunciando siete fichajes hasta la fecha. Nos falta un jugador para cerrar la primera línea. Casi la mitad de la plantilla cambia, el entrenador también y tenemos mucho trabajo por delante para ir encajando todas esas piezas.

—Será la premisa del verano y de las primeras jornadas...

—Las pretemporadas tienen dos objetivos claros. Uno es adquirir la forma física y el otro, que el equipo vaya poco a poco asimilando el modelo de juego, mucho más cuando llega un entrenador nuevo y se da un cambio tan grande en la plantilla. Eso requiere que todos, desde el primer, día vayamos colocando las piedras para ir construyendo el edificio. Será a partir del 28 de julio.

—¿Está contento con el plantel reunido?

—Sí. Llegan jugadores que conocen bien la Liga Asobal, aunque hay algunos nuevos; los que se quedan creo que han demostrado suficiente nivel en estos años en Cangas y hay otros jóvenes, como Manu, Martín Gayo o los porteros, que tienen que seguir en esa progresión tan buena que están llevando. Tenemos una buena mezcla de experiencia, de juventud, de jugadores de la casa y de fuera que a mí me hace estar contento.

—¿El objetivo es la salvación?

—Yo no hablo de objetivos, solo de trabajar, de ir conjuntando al equipo, de ir creando un equipo que sea muy reconocible y que nuestra afición se identifique mucho con él. Luego, ya veremos dónde nos coloca la clasificación. Lo que sí es seguro es que la Liga Asobal está cada año más apretada, reñida e igualada y con una exigencia grandísima.

—Barcelona al margen, parece que la liga se ha igualado bastante en los dos últimos años.

—Mucho, y a lo largo de la temporada, se dan todo tipo de resultados. Sabemos que el Barcelona está a otro nivel y eso no es bueno para la liga, saber de antemano quién la va ganar, pero todo lo demás está abierto. Hay una zona noble donde están los Granollers, Bidasoa y, ahora, Torrelavega y Ademar, pero luego hay mucha igualdad y muchos resultados inciertos en cada jornada.

—¿Percibe que ahora, además del primer equipo, el Cangas tiene una base muy sólida por debajo?

—Es verdad. Ahí se está trabajando muy bien y se está viendo ese trabajo en resultados y con equipos del Cangas compitiendo en muchas fases finales de los campeonatos de España y también jugadores en las concentraciones nacionales. Se está haciendo un buen trabajo y, poco a poco, tiene que verse reflejado en el primer equipo. Esa es otra de las intenciones: ayudar a esos jugadores a llegar al primer equipo y que demuestren que tiene el nivel necesario.

«Estar fuera creo que me ha hecho crecer muchísimo»

Quique Domínguez regresa a Galicia tras su paso por Arabia y el Anaitasuna. Dice que emigrar le ha hecho crecer muchísimo y que ahora se considera un entrenador mejor preparado.

—¿Qué le han reportado estos años fuera del balonmano gallego?

—Me han hecho crecer mucho. Cada experiencia fuera, la que tuve en Arabia en su momento o la de Pamplona, creo que te hacen crecer tanto en la parte personal como en la profesional. Ahora soy un entrenador mejor preparado, con más habilidades y más capacidad. Eso será lo que intente traer al Cangas, donde quiero hacer mejores a mis jugadores, hacerles crecer y que eso vaya en beneficio del equipo.

—¿Qué tal en el Anaitasuna?

—Muy bien, aunque el último año ha sido duro y difícil y no ha terminado bien. Ha sido una etapa muy bonita para mí. Los primeros años fueron muy buenos y positivos. Luego, me quedo con el sabor de boca amargo del último año. El proyecto había ido a menos y, al final, no fuimos capaces de salvar la categoría pese a intentarlo tanto. Se fueron alineando los astros en nuestra contra para que al final perdiésemos la categoría.

—¿Jugar en O Gatañal es lo más para alguien que ejerce de local?

—Sí. Todos tenemos muchas experiencias de jugar ahí como visitantes, en mi caso, he ido como jugador y entrenador, con el Teucro, con el Octavio; he ido en categorías inferiores, en Asobal, en Plata... He tenido que sufrir esa afición y ahora me va a tocar disfrutarla, lo que es un gran aliciente. Es una experiencia que me apetece mucho vivir. He perdido muchísimo en ese pabellón y espero que a partir de ahora se equilibre un poco más.