Denunciado un turista francés por pilotar un dron en las islas Cíes y negarse a ser identificado

E. V. PITA VIGO / LA VOZ

VIGO

Las cíes a vista de pájaro dron.
Las cíes a vista de pájaro dron. cedida

El forastero se expone a una multa que pueden alcanzar los 200.000 euros por una práctica prohibida en un parque nacional

09 ago 2025 . Actualizado a las 01:13 h.

La Policía Local de Vigo ha denunciado y propuesto para sanción a un turista francés que hizo volar un dron sobre la playa de A Nosa Señora, en las islas Cíes, y negarse a identificar. Se trata de un lugar prohibido hacer vuelos de naves no tripuladas sin autorización porque es una zona protegida como parque natural.

El ciudadano francés fue sorprendido por los guardas forestales de la Xunta en la isla a las siete de la tarde del miércoles pero, supuestamente, el piloto se mostró agresivo y poco colaborativo cuando le ordenaron bajar el dron. Incluso, al parecer, se negó a identificarse.

Los guardas forestales alertaron a la patrulla del 092 que opera en el archipiélago y la unidad acudió al arenal a entrevistar al piloto del dron y colaborar en su identificación.

Los agentes le ordenaron que el dron dejase de volar y lo trajese a tierra para inspeccionarlo, con el fin de comprobar si estaba grabando en una zona no permitida. La Policía Local examinó unos archivos con imágenes que contenía la máquina y le incautó temporalmente la máquina para evitar que la siga usando. Los agentes llevaron el dron a la oficina del parque.

Además, la Guardia Forestal propuso al piloto para sanción por hacer volar un dron en una zona no permitida. Se arriesga a una sanción máxima de 200.000 euros, según la normativa de la Xunta. 

La Administración gallega ha colocado expresamente carteles de prohibición del uso de drones en las islas Cíes. Incluye un aviso de que la sanción puede alcanzar los 200.000 euros y el decomiso del aparato.

El uso de drones no es nuevo en las islas Cíes pero en la mayoría de las ocasiones se ha empleado para fines científicos o autorizados por la dirección del Parque Nacional de las Illas Atlánticas.

La playa de A Nosa Señora, conocida por sus aguas cristalinas y frescas, donde actuaba el piloto está situada frente a la isla sur. Suele ser frecuentada por decenas de bañistas que, probablemente, se sintieron molestos por la presencia en el aire de la aeronave no tripulada y dotada de una cámara de vídeo que estaba grabando sin permiso, lo que podría invadir la intimidad y privacidad de los usuarios del arenal. A ello se suma que el aparato autopilotado estaba sobrevolando una zona con presencia de público, lo que suponía un riesgo para la integridad de las personas en caso de accidente.