Las ballenas azules regresan a las Rías Baixas

omar Goris VIGO / LA VOZ

VIGO

Los ejemplares que recorren estos días las inmediaciones del Parque Nacional son rorcuales. Emiten un soplo muy característico, que se escucha a larga distancia.
Los ejemplares que recorren estos días las inmediaciones del Parque Nacional son rorcuales. Emiten un soplo muy característico, que se escucha a larga distancia. CEMMA

La Cemma constata la presencia de los grandes cetáceos en torno al Parque Nacional das Illas Atlánticas por décimo año consecutivo

27 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El año 2015 quedó marcado para los biólogos que estudian las especies que frecuentan las aguas de las Rías Baixas y el territorio marino del Parque Nacional das Ilas Atlánticas. Por primera vez en treinta años, grandes cetáceos volvían al norte peninsular y a las rías. No eran otras que los de mayor tamaño de la familia, las ballenas azules eran avistadas por embarcaciones en las costas del Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Estos días se han vuelto a producir avistamientos de estos mamíferos gigantes. Son diez años consecutivos, una década de fidelidad de estos animales con las costas gallegas.

Estos cetáceos pueden llegar a medir hasta 30 metros y pesar cerca de 180 toneladas, lo mismo que 130 automóviles familiares. Llegan en busca de comida, grandes bancos de alimento con los que buscan saciar su enorme apetito. El alimento en cuestión es el krill, un pequeño crustáceo de entre cuatro y seis centímetros de largo rico en nutrientes para su dieta. En los últimos años han sido frecuentes sus avistamientos al final del verano.

La presencia nuevamente de ballenas azules fue confirmada por la Cemma, Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños, la pasada semana. La oenegé ambiental gallega fundada en 1990 se encarga del estudio de los mamíferos marinos, ya sean ballenas como delfines, utilizando tres técnicas de muestreo desde barco, avistamientos desde costa y foto identificación. La Cemma también oferta voluntariados y excursiones para avistamientos de cetáceos a través de sus redes sociales.

Aunque ver a estos grandes cetáceos no es fácil. Requiere de embarcarse en un navío en aguas medianamente profundas en las que estos mamíferos puedan nadar de forma cómoda por su tamaño. A diferencia de los delfines, a los que puede ser más sencillo divisar al salir al exterior a respirar, de las ballenas solo suelen divisarse las aletas o el lomo. Lo que las delata es la columna de agua a presión que expulsan al salir a respirar a la superficie.

Su estancia en aguas del entorno del Parque Nacional de las Illas Atlánticas será directamente proporcional a la cantidad de comida que encuentren. Cuanto mayores en número sean los bancos de krill, más tardarán en seguir su ruta que les lleva a recorrer miles de kilómetros a lo largo y ancho del océano.

El avistamiento de estas ballenas se suma a la presencia nuevamente de delfines y a las orcas que estuvieron causando estragos a diferentes embarcaciones la pasada semana en la Costa da Vela y la ría de Arousa.