La Audiencia ordena que un divorciado de Vigo con orden de alejamiento pueda visitar a su perra por el «vínculo afectivo» entre ambos

La Voz VIGO / LA VOZ

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Edificio de la Ciudad de la Justicia de Vigo, en una imagen de archivo
Edificio de la Ciudad de la Justicia de Vigo, en una imagen de archivo M.MORALEJO

Las jueces recuerdan que un cambio legal provoca que las mascotas no se traten como las cosas

11 sep 2025 . Actualizado a las 13:49 h.

La Audiencia Provincial de Pontevedra ha decidido otorgar a un divorciado un régimen de visitas para que pueda pasar dos días cada dos semanas con su perra enferma, cuya custodia está en manos de su exmujer. Las magistradas se basan en «la necesidad de proteger el bienestar animal» y en el «vínculo afectivo» que tenían el hombre y la perra.

El divorcio fue dictado por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Vigo, con órdenes de alejamiento entre las partes. Cuando la pareja ya no convivía pero estaba en trámites de divorcio, el hombre acudía a recoger a la perra uno de cada dos fines de semana, para estar con ella. Pero cuando el juzgado oficializó el divorcio, le retiró al exmarido ese régimen de visitas, que la mujer había aceptado incluso en su demanda inicial.

Ahora la Sexta Sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo, estima que «no puede privarse al ahora apelante de la compañía del animal, pues no ha quedado acreditado que el sistema de visitas que se venía realizando lo perjudique».

El juzgado de primera instancia había razonado que la custodia de la mascota debía quedar en exclusiva en manos de la mujer porque la perra pertenece a la hija que tienen en común y que vive con su madre. Además, la documentación del animal está a nombre de la mujer y el juzgado no observaba mayores beneficios en un régimen de visitas.

Un cambio en la ley

Pero la ley ha cambiado. En el año 2021 se modificaron varias normas para introducir medidas de protección de los animales. Entre ellas, se modificó el Código Civil. Por ello, la mascota «ha dejado de ser considerado como cosa», según las magistradas de la Audiencia. Para este tipo de casos no importa quién sea el titular de la mascota, sino su bienestar.

«La necesidad de proteger el bienestar animal se acrecienta cuando se produce un cambio drástico en la convivencia familiar, como es una ruptura de la relación matrimonial, en la que la mascota verá cambiado todo su entorno y se alejará de uno de los que habían sido sus cuidadores», abunda el fallo. Las juezas añaden que el hombre «se encargó con responsabilidad y afecto del cuidado de la mascota y se generó un vínculo afectivo» entre ambos.

La sala ordena que el hombre pague 50 euros al mes para los alimentos del animal, independientemente de cuántos días pase con él y cuántos esté con su exmujer.