Javi Santos coge las riendas del IES Coruxo de fútbol sala, del que era segundo, dos años después de sufrir un ictus que casi le cuesta la vida
11 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Javi Santos (Vigo, 1972) es el nuevo entrenador del IES Coruxo para la temporada 2025/2026, que arranca este fin de semana en Segunda B de fútbol sala. Tras ejercer de segundo de Lucas Fernández, que decidió dejar el club, vuelve a ponerse al frente de un equipo dos años después. Es el tiempo que ha pasado desde que sufrió un ictus, precisamente mientras dirigía al Redondela en un partido. Por eso, este regreso, que llega tras un proceso largo y paulatino, es todo un reto para el técnico vigués.
Con larga experiencia en este ámbito —tras haber sido previamente jugador, llegando a ser internacional—, su gran hándicap era ese problema físico que sufrió y que ha marcado su vida en los últimos tiempos. «Después de que me pasara, empecé echando una mano en este club sin saber si iba a poder, tanto física como mentalmente», se sincera. Porque tras ese revés de salud, pasó una etapa en que «casi no salía de casa por miedo».
No oculta que fue «un tema muy grave», aunque él tardó en ser consciente de lo que le estaba ocurriendo. «No me daba cuenta. No me sentía bien, me molestaba la garganta y no le di importancia», relata. Fue un chico que estaba estudiando Medicina quien detectó que podía tratarse de algo serio. «Hacerle caso me salvó la vida. Está el centro de salud al lado del pabellón y haciéndole caso, por precaución, fui», ahonda.
A partir de ahí, empezó un proceso de recuperación en el que la parte psicológica fue clave. «No estaba a gusto en sitios con mucha gente y temía que me volviera a pasar algo», dice al tiempo que admite que era más cuestión de temor suyo que de que los médicos le desaconsejaran hacer vida normal. «Pasaron seis meses hasta que empecé en el IES Coruxo, no fue de un día para otro, ni mucho menos», señala.
De hecho, le costó dar el paso, era bastante reacio. «No tenía idea de volver a entrenar, fue por medio de Lucas —su antecesor—, de Pachi —el presidente— y del club», dice sobre un IES Coruxo donde ya había entrenado antes y del que, de hecho fue su primer entrenador en su momento. «Gracias a los chavales, con la acogida que me dieron, y a Lucas, que me rompió la cabeza diciéndome que me vendría bien, acepté», agradece.
Su familia también era partidaria de que retomara el fútbol sala tras el susto. «Me animaba todo el mundo. Era todo cosa mía, no me atrevía. Y una vez que empiezas, ya se sabe que este deporte te engancha», reconoce. Ahora lo ve como un acierto y espera que este nuevo paso también lo sea. «Me encanta el fútbol sala y me vino muy bien».
«Hay presupuestos en la liga que son impensables para nosotros»
Una temporada más, el objetivo del IES Coruxo será mantener la categoría y hacer el mejor papel posible. No será fácil, porque apenas han podido entrenar con el plantel al completo durante la pretemporada y porque «hay presupuestos en la categoría que son impensables» para ellos, que han suplido con gente joven las cuatro bajas que tuvieron.
La línea de Javi Santos es continuista, metiendo «algunas cositas nuevas», pero manteniendo la esencia. «Estoy deseando que empiece la liga cuanto antes, porque entrenando sin competir cuesta más asimilar los conceptos», observa. Aunque han disputado varios amistosos que al preparador le han dejado buen sabor de boca.
Santos destaca que dirige a «un grupo de amigos que se encuentran cada semana para ir a jugar a un sitio o a otro», muchas veces, frente a trasatlánticos. «Pero en estos dos años que llevo con ellos, he visto que compiten contra cualquiera. El problema es el número, compaginar con trabajo, competidores que vienen de divisiones superiores...», enumera.
A priori, la impresión que tiene es que el nivel va a ser similar al de la temporada anterior. Y para empezar les toda un Salamanca que es, al menos sobre el papel, «el mejor equipo de la categoría». «Han hecho un equipazo, con un gran entrenador, Chema Sánchez, y son mis favoritos para la liga», comenta. Pero dentro de que les haya tocado el inicio más complicado posible, garantiza que lo van a afrontar.