El pianista, profesor del Conservatorio Superior de Vigo, abrirá el concierto del viernes, que completará la Orquesta Clásica de Galicia
22 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El Teatro Afundación acogerá el viernes un nuevo concierto de la temporada de la Orquesta Clásica de Vigo. Girará en torno a Beethoven. La primera parte estará protagonizada por el pianista Severino Ortiz, profesor en el Conservatorio Superior de Música de Vigo, mientras que la segunda será asumida por la orquesta organizadora del evento.
—¿Qué interpretará en el concierto del viernes?
—El Concierto nº3 en do menor, una de las tonalidades más emblemáticas de Beethoven. La orquesta completará el programa con la Quinta sinfonía. Hay cierta conexión entre ambas partes.
—¿Qué relevancia tiene Beethoven en el ámbito del piano?
—Fue un revolucionario en la manera de tocar. En su época, el piano estaba evolucionando, crecía en registro y en potencia sonora. A Beethoven le gusta llevar al límite los recursos de los instrumentos, aprende de sus antecesores, pero va más allá. Cuando compone la pieza que interpretaré, Beethoven ya está asentado en Viena y era una estrella que todos querían escuchar.
—¿Qué resaltaría de la pieza que interpretará?
—La expresión tan intensa de las emociones. Hay un contraste de lo trágico del primer movimiento con el intimismo y el lirismo del segundo, que es un momento mágico. Un recurso de Beethoven es cambiar de tonalidad y llevar al espectador a otro mundo. A pesar del carácter trágico de la tonalidad, es capaz de convertirlo en algo cómico e irónico. Es una obra digna de tocar y de escuchar. Es una joya.
—¿Qué margen tiene un intérprete ante una partitura?
—Hay estilos en los que la música está apenas esbozada y el intérprete tiene más libertad para improvisar. En nuestro caso, tenemos muchas indicaciones en la partitura, pero, dentro de eso, el intérprete tiene margen. La música está viva, no se toca de manera metronómica. Uno empieza con un ritmo o un tempo y, en función de la expresión del sentimiento, el intérprete va modulando esos tempos para humanizarlos y expresar mejor lo que el compositor quiso expresar en la partitura. Igual ocurre con la dinámica. En función de la sala y del piano, hay margen, siempre al servicio de la expresión musical. Otra cuestión es la de añadir y adaptarse un poco a la realidad del instrumento moderno, pero siempre con el objetivo de resaltar la expresión de la partitura.
—En Vigo hay conservatorios y escuelas de música. ¿Eso se refleja en los públicos?
—Sí, creo que la gente va a los conciertos y los disfruta. Ojalá llegase a profesionalizarse una orquesta estable. Es importante que haya una programación estable y, sobre todo, que se apoye a los músicos que salen de aquí.
—¿Quien no está instruido en este tipo de música también puede disfrutar en un concierto?
—Absolutamente. Esto es rock duro, no hay que entender nada, solo hay que sentarse y disfrutarlo. Es música con mucha energía que todo el mundo comprende. Animo a todo el mundo a ir y les aseguro que va a ser una experiencia positiva y energética.