María José Rodríguez, jefa de la unidad para proteger a las víctimas de violencia de género en la provincia de Pontevedra, señala que «las que tienen adicciones están más necesitadas de ayuda»
24 nov 2025 . Actualizado a las 23:41 h.Sala del 091 en Vigo. Una mujer muy nerviosa llama y denuncia que su pareja le está pegando en ese momento. La llamada se corta. La policía al otro lado del teléfono es la subinspectora de Policía Nacional María José Rodríguez (Mos, 1983), hoy jefa de la unidad contra la violencia sobre la mujer de la provincia de Pontevedra. Hace año y medio que dejó su plaza de agente para trabajar desde la Subdelegación del Gobierno. Su nueva misión es prevenir las agresiones a mujeres a través de campañas y ya no desde Comisaría, pero sigue recordando infinidad de situaciones que atendió en Vigo y Ribeira. «Recuerdo el miedo y la angustia de esa mujer. No fue la más grave, pero hay historias que quedan marcadas». Pudo localizarla y enviar una patrulla. «Es muy duro cuando hay menores, o cuando la víctima niega lo sucedido».
En la provincia de Pontevedra hay 1.881 mujeres víctimas de violencia machista. En estos momentos, no existen casos catalogados como de riesgo extremo, pero 21 de ellas están en seguimiento por riesgo alto y hay 297 mujeres en riesgo medio por las agresiones o amenazas de sus parejas o ex parejas. Ocho de las víctimas provinciales son menores de edad. Sobre los fallos en las pulseras telemáticas de protección a las mujeres, niega que las incidencias hayan puesto a mujeres en riesgo en la provincia. «No nos consta ninguna situación extrema de peligro en la que se haya visto una mujer en al provincia a consecuencia de esto», asegura.
La subinspectora prefiere no entrar en casos concretos, pero sí los conoce y estudia. Desde septiembre de 2024, dos mujeres han sido asesinadas en la provincia, víctimas de violencia machista; está pendiente de la investigación tras el hallazgo del cuerpo de Marisol, hallada muerta y quemada en un coche en Campo Lameiro, al lado de su maltratador. A estas víctimas hay que sumar cuatro feminicidios más en el último año a manos de hombres de su entorno que no eran sus parejas. La subinspectora conoce las historias de las que ya no están y le preocupan especialmente las maltratadas más vulnerables. «Las víctimas con adicciones y que viven en la calle son las que tenemos más necesitadas de ayuda. No tenemos un recurso habitacional para ellas». Las maltratadas que consumen drogas no pueden acceder a una plaza residencial ordinaria para víctimas.
La agente demanda un centro específico que se proyectó en O Porriño y que no se materializó. La conselleira de Política Social anunció esta semana que se construirá en Santiago. En esta luchan no basta la intervención policial, es necesario un sistema de protección social. «Son situaciones dramáticas. Hemos tenido alguna víctima que pidió ayuda y estaba siendo atendida, pero le faltaba ese recurso residencial. Sumamos la dependencia emocional del agresor, el consumo de sustancias y la falta de percepción del riesgo...». Acabó asesinada.
Son casos especialmente complicados para los agentes de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer, UFAM. Cada uno de estos policías hace seguimiento a unas cien víctimas. «No debemos conformarnos. No es lo deseable. Es un trabajo muy duro y lo realizan de manera excepcional. Este año vamos a dedicarles el acto del 25 de noviembre en la Subdelegación. Hay otras unidades en las que se celebran éxitos y se dan aplausos. Los equipos Viogén parece que solo saltan a la palestra cuando hay algo negativo». Estos agentes especializados en la atención a víctimas y en la investigación de las agresiones serán los protagonistas de los actos oficiales del 25 N.
Ayuntamientos en Viogén
La subinspectora aspira a que todos los ayuntamientos de la provincia se adscriban a Viogén. De los 61 concellos de la provincia, solo 22 forman parte de la red de protección a las mujeres. Las patrullas de Policía Local de los ayuntamientos adheridos tienen información de las víctimas de su municipio, sin tener que hacer tareas de vigilancia. «Los agentes están en el núcleo urbano, conocen a los vecinos y no tiene sentido que sean ajenos a esta realidad», reivindica. Yendo al listado de concellos, los hay con poblaciones significativas como A Estrada, Gondomar o Nigrán que no pertenecen a esta red.
Desde hace un mes se han puesto en marcha puntos violeta en las 437 oficinas de farmacia de la provincia de Pontevedra. Rodríguez ha impulsado este recurso para que los farmacéuticos puedan detectar casos de maltrato. «Son figuras de referencia, sobre todo en el ámbito rural». Se ha establecido un punto violeta en el aeropuerto de Peinador y se ha formado también a funcionarios de oficinas de atención al ciudadano como el INSS o el Servicio Público de Empleo. «Queremos que la sociedad sea un agente activo contra el maltrato». Rodríguez controla las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, pero defiende que la batalla es global.
Su canción favorita
«Salir Corriendo», de Amaral. «Es un grupo que me ha gustado siempre, sobre todo cuando era más joven. Los vi en un concierto cuando estudiaba en Ourense. La canción me emociona y creo que refleja la realidad de la violencia machista y lo que queremos conmemorar el próximo día 25 de noviembre».