La calle Malteses de A Guarda se vacía por su «abandono absoluto»

Pedro Rodríguez Villar
pedro rodríguez A GUARDA / LA VOZ

A GUARDA

Vecinos de la calle Malteses de A Guarda denuncian el «abandono absoluto» de su barrio.
Vecinos de la calle Malteses de A Guarda denuncian el «abandono absoluto» de su barrio. XOÁN CARLOS GIL

Los vecinos han creado una asociación para luchar por el futuro de su barrio

31 mar 2025 . Actualizado a las 14:02 h.

En febrero del mes pasado, un hombre trató de entrar a una casa de la calle Malteses de A Guarda rompiendo la puerta con un martillo. Los golpes despertaron a todos los vecinos. Daniel Alonso recuerda salir por la ventana sin saber qué estaba pasando. «Eu creo que se equivocou de casa», dice. En el barrio se vende droga. «É un problema máis dos moitos que temos. Vivimos nun abandono absoluto», cuenta. Aquel incidente fue la gota que colmó el vaso de unos vecinos que acaban de crear la comunidad Malteses Viejo para la defensa de su calle. Están hartos de la falta de limpieza, la inseguridad, el tráfico descontrolado y de las ratas que sufren desde hace años. «Moitos dos que quedan están a pensar en deixar de vivir aquí. Están fartos», dice Daniel. Ya son menos que nunca. Él nació a pocos metros de La Casa Taller en la que trabaja con su mujer y viven junto a su hija pequeña. «Eu lembro que antes aquí todo estaba cheo de vida. Todos os pisos tiñan xente, había comercios e os nenos podíamos xogar na rúa sen problemas», explica.

Hoy, la calle Malteses está casi vacía. Los negocios que sobreviven se cuentan con los dedos de la mano y los vecinos deben tener cuidado al salir a la calle. «Contamos 58 coches en pouco máis dunha hora», dice Juan Solla, un vecino que se mudó hace quince años al barrio. El tráfico es uno de los grandes problemas que tienen en Malteses pese a la señalización de prohibido circular. La calle es muy estrecha y cada vez que pasa un vehículo los vecinos se tienen que pegar a las paredes para que pueda pasar. «E non é que vaian moi despacio», insiste Daniel.

Avisan de la falta de limpieza, de un tráfico que está descontrolado y es peligroso para los vecinos, y de que hay varios puntos de venta y consumo de droga que provocan inseguridad.
Avisan de la falta de limpieza, de un tráfico que está descontrolado y es peligroso para los vecinos, y de que hay varios puntos de venta y consumo de droga que provocan inseguridad. XOÁN CARLOS GIL

La situación se complica más para las familias con bebés y que van con carrito. Los vecinos recuerdan que hay veces que una familia tiene que dar vuelta para que pase un coche. «No es normal que tarde el doble de tiempo en llevar a mi hija al colegio», dice Gemma Marqués, la mujer de Daniel. El trayecto se alarga al tener que esquivar los coches de otras familias que también llevan a sus hijos al colegio. Además, los vecinos también denuncian que el tráfico está destrozando el pavimento y parte del mobiliario vecinal. En un paseo por Malteses se ven varios buzones rayados y cañerías rotas.

«Non pedimos tanto. Queremos que limpen o mesmo que en outras rúas e que instalen algunha papeleira. Hoxe non hai ninguna», dice Daniel. Los vecinos denuncian que los servicios de limpieza municipal casi no se pasan por Malteses. «Eu só vin limpar aquí con auga a presión unha vez na miña vida», insiste Daniel. Este problema se multiplica en otras zonas de la calle. En un solar vacío hay una tubería rota con vertidos fecales y de la que salen ratas que, muchas veces, se cuelan en casa de los vecinos. A Fátima ya le ha pasado. «Tuve que llamar a una empresa de plagas con los gastos y molestias que conlleva» y mantiene que «si no tenemos cuidado al entrar se nos cuelan y vuelta a empezar», denuncia la vecina.

XOÁN CARLOS GIL

Fátima también pone el foco en que el abandono de la calle también ha traído problemas con el tráfico de drogas. «Hay varios puntos de venta aquí», dice. La zona crítica es el párking de Mazaracos, pegado al paseo marítimo, y que no tiene iluminación durante el otoño y el invierno «porque non hai turistas». Allí varias personas venden y consumen en los coches.

Daniel también indica que no entienden si el abandono es «por incapacidad de las autoridades o forma parte del proceso de gentrificación que lleva viviendo el barrio durante los últimos años». Daniel explica que grandes empresas están ofreciendo dinero para comprar los pisos de la calle y convertirlos en viviendas turísticas. A su familia le llegó una oferta por la casa en la que viven hoy.

XOÁN CARLOS GIL

Ahora, los vecinos esperan respuestas de un Concello que en 2023 anunció que habían recibido una subvención para la redacción de un proyecto de humanización de la calle.