El castro de Altamira, en As Neves, enterrado por la maleza

Artai Bringas AS NEVES / LA VOZ

AS NEVES

El castro de Altamira, completamente cubierto de vegetación.
El castro de Altamira, completamente cubierto de vegetación. cedida

«Non recibimos resposta das institucións», denuncian

18 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El castro de Altamira ha quedado enterrado por la maleza, según denuncia la comunidad de montes de Santa María de Taboexa, parroquia del municipio de As Neves. «Está todo infestado de eucaliptos e de xestas», se lamenta su presidente, Óscar González. «Hai un tempo quixeron sinalizar a zona para os visitantes, pero estando como está, cheo de plantas, mellor que non se indique», opina.

El castro está situado en un lugar homónimo, el monte Altamira, y en él se encuentran dos petroglifos declarados bienes de interés cultural (BIC) hace 50 años: el del Mouro, también llamado Pedra da Moura, y el petroglifo Citania de Altamira. Además de estos grabados en piedra de la Edad de Bronce (en torno a 2.000 años antes de Cristo), en el castro también se han descubierto varias piezas de bronce que actualmente se encuentran en el Museo de Pontevedra.

Aunque desde la comunidad de montes se lleva a cabo una limpieza anual, la entidad manifiesta su temor a dañar el patrimonio histórico y cultural de la zona. «Temos medo de deteriorar o castro. Limpamos con máquinas, pero non é un equipamento especializado», dice González.

La organización solicitó amparo a las instituciones, pero denuncia que no han recibido respuesta alguna. «Hai dous ou tres meses escribimos unha carta tanto ás áreas de Cultura e Turismo da Deputación [de Pontevedra] como ás consellerías homólogas coa esperanza de que se ocupasen do problema, pero non recibimos resposta».

Esta desatención viene de lejos, según González: «Nas últimas décadas non se fixo ningún tipo de investimento na conservación do patrimonio cultural de Taboexa, agás na zona dos petróglifos da Coutada», declara, denunciando la falta de cuidados que sufre el patrimonio de la parroquia de As Neves, ubicada entre el centro urbano y la A-52.

El presidente de la comunidad de montes se muestra especialmente dolido por el trato desigual que recibe el castro de Altamira en comparación con estos petroglifos descubiertos en la misma parroquia de As Neves, Taboexa, tras la dura ola de incendios del año 2017. «Descubriuse unha lousa de 35 metros cadrados con moitos équidos representados. Grazas a iso, sóubose que había cabalos no sur da provincia de Pontevedra hai 4.000 anos. Antes pensábase que o único que había eran cervos», detalla. La zona se señalizó y la comunidad de montes gestiona desde entonces un mantenimiento menor.

Desde la comunidad de montes de Taboexa reclaman un mayor cuidado del patrimonio por parte de las instituciones y más inversión pública para un castro histórico que alberga dos petroglifos declarados bienes de interés cultural.