Más de 5.000 vecinos se verían beneficiados de estas instalaciones. Ahora se tienen que desplazar a Cangas
26 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Las malas hierbas y los árboles son los verdaderos dueños del solar de O Hío que el concello de Cangas cedió para la construcción del centro de salud. La titularidad es del Sergas desde finales del año 2010, según confirma el alcalde, Xosé Manuel Pazos, y desde aquel entonces no se ha movido una piedra.
En seis años, la consellería de Sanidade no ha confirmado inversiones ni plazos para llevar a cabo esta infraestructura de la que se beneficiarían 5.000 vecinos del entorno de O Hío y Aldán, calcula el presidente de la Asociación de Vecinos de vecinos de Vilanova-Areabrava, Severino Sotelo (que no tiene relación familiar con el exalcalde cangués). Por su parte, el Sergas estimó que serían hasta 6.200 las personas beneficiarias de centro médico.
El nuevo centro de salud que dará servicio a O Hío y Aldán sustituirá a la consulta que se ofrece en el centro social do mar. Allí los vecinos encuentran un facultativo y una enfermera. Los niños tienen pediatra un día a la semana durante dos horas. Para todo lo demás, tienen que desplazarse hasta la costa de la ría de Vigo.
El alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, remitió en enero una carta al Sergas para solicitar una reunión en la que tratar, entre otros temas, la urgencia de acometer esta obra. «Dende que chegou Vázquez Almuiña á Xunta [conselleiro de Sanidade] non tivo tempo para atendernos», denuncia Pazos, que sopesa exigir al Sergas que desbroce la finca para mantenerla en buen estado si no comienza con las obras del centro de salud. El Concello no puede acometer estas obras de limpieza porque la titularidad ya no es municipal.
«Non sabemos nada do proxecto, nin os veciños nin o Concello», explica Pazos, que ya había solicitado un encuentro con la exconselleira, Rocío Mosquera, petición de cita que renovó tras su cese. Pide el regidor cangués que se le dé a estas parroquias un centro «ben dimensionado, como se merece».
Aunque Cangas tiene parte de su población concentrada en la ría de Vigo, la mayor parte está dispersa en diversos núcleos rurales, como es el caso de O Igrexario, Pinténs, Vilanova o Aldán. «Os cidadáns destas zonas sufren un agravio comparativo respecto a outros municipios de Galicia», denuncia Pazos.
«A ver se hai un cambio nas eleccións autonómicas», pide Severino Sotelo, que ve un problema político en este retraso y en no querer inaugurar la Xunta el centro sin un alcalde del mismo color que el del gobierno gallego.
La aventura del nuevo ambulatorio comenzó hace una década. Fue el Sergas en el año 2007 quien instó al gobierno municipal a cederle terrenos a la consellería de Sanidade para poder iniciar la tramitación y construcción de este ambulatorio. La pretensión del gobierno autonómico por aquel entonces era concluir las obras en el plazo de las años desde que recibiesen los terrenos por parte del Concello de Cangas, por lo que el Sergas urgió en varias ocasiones a que se hiciese efectivo el traspaso.
Movimiento vecinal
Aquellas prisas para tener donde cavar no evitaron los continuos retrasos que todavía acumula esta infraestuctura sanitaria y que han motivado a las asociaciones vecinales de las parroquias afectadas a promover en los últimos años una serie de movilizaciones para instar a la administración a que acometa la obra. Cayeron en saco roto. El cartel en el que el Concello anuncia que ha cedido los terrenos, colocado en el 2010, está tapado por otro de la Asociación de Vecinos de O Hío en el que reclaman la puesta en marcha del centro.