Cangas, sin Plan Xeral desde hace 26 años, vive su mayor división a derecha e izquierda

CANGAS

El PP llega a las urnas tras sufrir escisiones, mientras que el bloque de izquierdas también está ahora más amplio
24 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Cangas parece abocada a reeditar un tripartito o, cuando menos, un bipartito para gobernar los próximos cuatro años. Los vecinos decidirán el domingo qué grupo de partidos asume el poder, ya que la derecha llega tan fragmentada como la izquierda a los comicios. En el municipio no hay ninguna mayoría absoluta desde las elecciones del 2003 y tampoco se espera ahora. Las candidatduras que se enfrentan en la campaña más disputada se verán obligadas a llegar a acuerdos, ya sea para alcanzar un pacto de gobierno antes del pleno de investidura o para acercar posturas de cara a apoyar a algún candidato concreto y negociar temas puntuales durante el resto del mandato.
En los comicios del 2015 concurrieron ocho partidos. Esta vez son siete, pero todos con posibilidades reales de formar parte de la corporación en mayor o menor medida. La izquierda se mantiene dividida y con nuevos bailes. Concurren ACE con el alcalde en funciones Xosé Manuel Pazos, el BNG con Mercedes Giráldez y Avante Candidatura Veciñal con Ánxela Vizoso, que también repite ya que fue la candidata por AspUn, partido que ahora se integra en Avante, una agrupación con Tomás Hermelo como número 2 a la que también se ha integrado Andrés García, que es el concejal de Mocidade y Voluntariado de ACE. El cambio llega de la mano de los socialistas, con Ana Belén Martín Fernández.
El abanico de centroderecha también se abre porque irrumpe Ciudadanos con Sergio Iglesias, exnúmero 2 de José Luis Gestido, líder de Cangas Decide tras dejar el PP, y Jesús Graña, hasta hace poco edil popular. José Enrique Sotelo, alcalde de 1999 a 2007, sigue al frente del PP con un reto difícil.
Las prioridades que se venden en esta campaña tampoco han cambiado mucho. Cangas arrastra un claro déficit desde hace más de un cuarto de siglo que condiciona su desarrollo urbanístico y provoca daños colaterales como los problemas de tráfico y movilidad: no dispone de un Plan Xeral de Ordenación Municipal. Tras el intento fallido del 2005, aún no se han sentado las bases del proyecto del municipio, por lo que se sigue rigiendo por las Normas Subsidiarias de 1993. Todos los partidos saben de esta deuda y la incluyen en su catálogo de buenas intenciones para el nuevo mandato. Y con él, los planes de movilidad y de tráfico que esperan los vecinos, especialmente los de parroquias como Aldán e Hío.