Una avería dejó en la orilla al centenario remolcador San Esteban, sorprendiendo a los bañistas. El navío navegó sin problemas hasta los muelles de Baiona
28 ago 2025 . Actualizado a las 02:34 h.El histórico barco a vapor San Esteban, ahora propulsa por un motor diésel, amaneció en la mañana de ayer varado a orillas de Praia América. Un fallo mecánico y el mar de fondo tuvieron la culpa de que el remolcador encallase en mitad del arenal de Nigrán.
El patrón intentó maniobrar para salir de nuevo al mar en varias ocasiones, pero no le fue posible hasta que, pasadas las 15.00 horas, el navío pudo ser remolcado por Gardacostas de Galicia gracias a la subida de la marea y ser retirado de la orilla tras una hora de maniobras y entre aplausos del público que seguía sus peripecias con atención desde la playa.
Por la mañana, la escena sorprendió a miles de personas y los bañistas de Playa América, donde el Vaporín, como se le conoce popularmente, es muy famoso. Suele pasar parte del verano fondeado en la zona.
La expectación era enorme por la llamativa imagen del navío humeante, coincidiendo con la marea baja. El paseo que va desde Panxón a Praia América y el arenal se llenaron de curiosos que quisieron inmortalizar el momento tirando de móviles y sacando fotos.
El San Esteban es un viejo conocido. Se trata de una joya de la construcción naval que data de 1902, año en el que se acabó de construir en el astillero Phillips & Sons Shipbuilders Ltd., en Darmouth (Inglaterra). De casi 17 metros de eslora (largo) y poco más de cuatro de manga (ancho), durante sus primeros cinco años trabajó como pesquero con el nombre de Venture. En 1907 se transformó en remolcador, con la Sociedad General de Ferrocarriles Vasco-Asturiana como propietaria. Dejó de operar en 1970 y, más tarde, fue salvado del desguace y restaurado entre 1998 y el 2003 por la Sociedad Protectora del Remolcador San Esteban, de la que formaba parte el ingeniero José Cardín, gerente de Sidra El Gaitero. Hoy, es propiedad de Industrias Ferri, con sede en el polígono de A Pasaxe, en Gondomar, que costeó su última restauración en el 2021 en Talleres Carral.
Precisamente, Ferri se congratuló por la tarde de que el barco fuese reflotado «sin lesiones humanas, sin impactos medioambientales y sin daños para el propio buque». En la empresa suspiraron con alivio al ver que navegaba con tranquilidad y lo puso a descanso en los muelles de Baiona. Industrias Ferri agradeció el trabajo de los equipos de rescate y el cariño demostrado por el San Esteban, «símbolo de nuestro patrimonio marítimo».