Cervezas del sur que saben a invierno

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

NIGRÁN

Oscar Vázquez

La empresa Banda, ubicada en Nigrán, lanza al mercado combinaciones de temporada como Lokura, una belga de 10 grados con aromas a plátano y clavo; y Cabaciña, con calabaza y toques de canela y cardamomo

13 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace 15 años que los hermanos Andrés y Roberto Toledano comenzaron su andadura como elaboradores de cerveza en al sur de las Rías Baixas partiendo de cero en este sector. Uno proviene laboralmente de la arqueología y el otro, del Derecho, pero decidieron dejarlo todo por el lúpulo.

Tras un período de pruebas caseras, empezaron a fabricar de forma profesional pero a muy pequeña escala, participando en ferias artesanas. Luego, en el 2007 abrieron La Micro, un local en Baiona donde elaboraban y servían su propia cerveza llamada Trisk-Ale, hasta que su crecimiento como empresa les llevó en 2021 a dejar la hostelería para meterse en un proyecto más grande, montando una fábrica en una nave del polígono industrial de Porto do Molle, en Nigrán.

Desde Porto do Molle, la marca gallega Cervezas Banda experimenta, innova y brinda todo el año. Sus fundadores apuestan por cervezas de temporada, colaboraciones locales y una filosofía que combina oficio, creatividad y compromiso social.

En su sede en el corazón de O Val Miñor, entre los tanques de fermentación y el murmullo de la música que suele acompañar sus tardes en el Tap Room, Andrés —uno de los fundadores de Cervezas Banda— cuenta cómo su equipo desafía la idea de que la cerveza es solo para el verano: «Queríamos romper con ese cliché», explica. «Siempre parece que la cerveza va unida al calor, pero las hay para todas las épocas del año. De hecho, estamos preparando unas muy divertidas para Navidad. No puedo adelantar mucho, pero serán un poco canallas, un poco golfas».

Entre sus propuestas otoñales destaca Cabaciña, elaborada en colaboración con Calabizo, empresa gallega de mujeres que produce productos veganos a base de calabaza. «Lleva calabaza de verdad, asada por ellas mismas, y especias como cardamomo o canela. Es muy de esta época», detalla Andrés, que añade que la línea está inspirada en la tradición centroeuropea de cervezas más cálidas que recuerdan a las winter ales belgas, perfectas para los meses fríos.

Otra de las joyas de la casa es Lokura, una triple belga de 10 grados, con notas naturales a plátano y clavo que no lleva, surgen de la fermentación. «Es peligrosa —bromea Andrés— porque entra demasiado fácil para su graduación. Es ideal para tomar despacio, después de cenar». Completan la colección de invierno una Golden Strong Ale infusionada con vainilla de Madagascar y madera de barrica de bourbon, una cerveza sedosa y acaramelada que se disfruta mejor sentado, «como si fuera un licor».

Detrás de cada receta hay meses de trabajo. Comienzan con un proceso de diseño y brainstorming para definir color, textura, aroma y graduación. «Partimos de una receta teórica, calculamos proporciones, temperaturas, tiempos y seleccionamos los ingredientes. Después elaboramos pruebas pequeñas, de unos 60 litros, que analizamos en laboratorio antes de escalar a producción grande», explica. Algunas cervezas, confiesa, pueden tardar hasta un año en ver la luz.

Desde que trasladaron su base a Porto do Molle, la fábrica y el bar se han convertido en punto de encuentro cultural en el Val Miñor. «Hacemos conciertos, exposiciones, fiestas temáticas... cualquier excusa es buena», ríe. «El cliente puede ver cómo se elabora lo que se está tomando, porque el bar está separado de la fábrica solo por una pared de cristal», cuenta sobre la nave nodriza y único espacio que centraliza ahora su actividad tras tener un local en el centro comercial Plaza Elíptica en Vigo.

Además de su propia línea, Banda elabora por encargo para otros locales, grupos de música o marcas sin fábrica propia. También colaboran con proyectos gastronómicos como Bendito Nopal, con quien lanzaron cervezas de inspiración mexicana, y no descartan más colaboraciones antes de fin de año. Entre las etiquetas más icónicas de la casa están Banda Imperial, una lager suave; Banda Pilsen, rubia y ligera, y la veterana Summer Papa. Fuera del catálogo hacen ediciones limitadas. La última novedad es una cerveza con poco alcohol (4,5 grados) que lleva pulpa de maracuyá tropical, «es casi un zumo con alcohol, se llama La Pasionaria, y es un éxito.

Un poco de historia

Además de vender en bares y tiendas de toda Pontevedra (también en A Coruña, Portugal y online en toda España), Cervezas Banda participa en muchos eventos culturales y musicales, sobre todo en verano. «Nos gusta salir a la calle, montar barras, patrocinar festivales. Es más divertido que estar en una oficina», afirma. La marca también apuesta por colaboraciones solidarias y proyectos con impacto social. Han participado en torneos benéficos de rugbi, campañas contra el cáncer o eventos a favor de enfermedades raras.

Entre esas colaboraciones se encuentra la iniciativa con Maleni, una joven con síndrome de Down que abrió su propia tienda en el centro comercial Coia 4 e incluye productos de Cervezas Banda en sus packs. «Es un proyecto precioso. Todo lo que tenga un fin moral respetable, lo apoyamos», dice. «En lo que podamos echar una mano, ahí estamos. Ya que no nos vamos a hacer ricos, al menos devolvemos algo al entorno. Eso nos hace felices».