La sentencia desestima que haya que revisar un acuerdo plenario de hace 26 años
25 jun 2024 . Actualizado a las 12:02 h.El Concello de O Porriño ha perdido un pleito que había emprendido para intentar liberarse del pago del agua que recibe del embalse de Eiras. El juzgado de lo contencioso administrativo número 1 de Vigo ha desestimado en una sentencia reciente un recurso del Ayuntamiento porriñés en la que pedía la revisión de oficio de un ya lejano acuerdo plenario de 1998 en el que Vigo acordó exigirle una serie de cantidades para participar en los costes de la infraestructura. El magistrado apunta en el fallo que «ha quedado demostrado que la administración demandante es reacia a pagar, a pesar de hacer uso de la infraestructura sin la cual no podría llevar agua a su municipio». Pero no le queda más remedio que hacerlo porque al Ayuntamiento porriñés no le costó nada la infraestructura en su día y el magistrado ha dado por válido que debe seguir contribuyendo al mantenimiento.
La sentencia hace un repaso a los hitos históricos de la presa. El estado autorizó en 1962 al Concello de Vigo el aprovechamiento perpetuo de las aguas del río Oitavén mediante la creación de un embalse regulador de unos seis millones de metros cúbicos. La financiación de la infraestructura corrió a cargo del Estado en un 37,5 %, mientras que el 62.5 % restante lo sufragó el Ayuntamiento. Las obras se completaron en 1975 en unos terrenos expropiados por el Concello. El 31 de julio de 1972, el Ministerio de Obras Públicas otorgó la concesión al Concello de O Porriño, para la disposición de 500 litros por segundo para abastecer a su polígono industrial. En 1990 los concellos de Redondela, Nigrán, Moaña, Soutomaior y Cangas aceptaron el pago de una tarifa por el suministro de agua cedida por el Concello de Vigo.
En la sesión plenaria del Concello de Vigo del 27 de enero de 1998, cuya revisión ha pedido ahora sin éxito el Concello de O Porriño, se adoptaron dos acuerdos diferenciados. Por una parte, se revisaron las tarifas que los ayuntamientos de Redondela, Nigrán, Moaña, Soutomaior y Cangas tenían que pagar. Por otra parte se abordó la situación particular del Concello de O Porriño. La cuestión estribaba en que el Concello de O Porriño no había sufragado cantidad alguna por los gastos ocasionados por la conducción del agua, lo que, desde Vigo se consideraba un «agravio comparativo» en relación a los usuarios de la ciudad. En consecuencia, se acordó exigir al Concello porriñés una serie de cantidades en concepto de participación en los costes de la infraestructura del canal y de la presa de Eiras. La factura incluía una parte de recuperación de la inversión, otra de vigilancia del embalse y otra por mantenimiento y conservación.
A partir de entonces, el Concello de O Porriño generó una deuda que acabó reconociendo, en 2009, su entonces concejal de Servizos. En una reunión acordaron que el Concello comenzaría a pagar los recibos bimensuales que la concesionaria emitiese y que presentaría un programa de pagos anual respecto de la deuda contraída. Así fue hasta que, en 2013, el Concello de O Porriño comenzó a recurrir ante la jurisdicción contencioso administrativa las liquidaciones bimensuales. Todas las sentencias firmes recaídas en distintos recursos hasta la actualidad fueron desestimadas. Los jueces han reconocido siempre el derecho del Concello de Vigo a cobrar el agua a O Porriño.
El juez señala en la última sentencia que el acuerdo plenario por el que Vigo cobra el agua al municipio vecino «es un acto firme y consentido: el Concello de O Porriño tuvo la oportunidad de discutir el contenido y no lo hizo». Además, con carácter previo a la adopción del acuerdo se llevaron a cabo reuniones sin que se opusiera ninguna objeción y el acuerdo fue debidamente notificado. Tampoco ocurre en el presente caso que el Concello de O Porriño estuviera en una situación de indefensión.
El Concello vigués cifra la deuda acumulada por el suministro en más de seis millones
El Concello de Vigo emitió en septiembre del año pasado una providencia de apremio a Porriño por 436.000 euros por el suministro del agua. El concejal de Facenda, Jaime Aneiros, explicó entonces que esta factura se sumaba a los 5,5 millones de euros que acumula el municipio de A Louriña desde hace años.
Tradicionalmente, Vigo dota de agua a O Porriño a través del embalse de Eiras. Ocurre desde 1998, cuando se aprobó un acuerdo plenario siendo alcalde Manuel Pérez, según recuerda Aneiros. «Facémolo para que o Concello e as empresas teñan auga», relató. Los cerca de 6 millones de euros de deuda reclamada son en concepto del suministros, la amortización del canal de Eiras, la vigilancia, el mantenimiento y los sucesivos controles de calidad que ejercen sobre el agua.
La de O Porriño con el Concello vigués es una deuda histórica. «Ao longo destes anos, pagaron tan só algunhas liquidacións», indica el responsable municipal de Facenda.
Cobro forzoso
En el 2021, el gobierno vigués tuvo que decantarse por iniciar el procedimiento de cobro forzoso para saldar una parte de la deuda. El Concello porriñés ignoraba de forma permanente las reclamaciones de pago del suministro de agua que le llegaban cada dos meses de la empresa Aqualia.
Así que, hace dos años, la junta de gobierno de Vigo acordó el inicio de la vía de apremio para cobrar un servicio prestado en el 2017 por un total de 213.202 euros. La administración local podría ordenar el embargo de bienes del Concello de O Porriño si no comienza a saldar la deuda contraida por el agua.