La Guardia Civil y la Xunta investigan obras en el patrimonio de Ponteareas

Luis Carlos Llera Llorente
luis carlos llera PONTEAREAS / LA VOZ

PONTEAREAS

Cedida

Tratan de esclarecer si hubo irregularidades junto a una capilla y un puente del XV

20 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La Policía Judicial de la Guardia Civil y Patrimonio de la Xunta investigan actuaciones en elementos arquitectónicos que forman parte del patrimonio histórico de Ponteareas, en concreto un puente del siglo XV y una capilla también secular. Esta misma semana técnicos de la Xunta y miembros del instituto armado han estado recabando pruebas. En el primer caso tratan de dilucidar si existen suficientes indicios como para que se haya cometido un delito de atentado contra el patrimonio. En el segundo se trataría de una irregularidad administrativa.

Las obras en el puente del Cabalón, en Angoares, consisten en colocar un pasamanos de madera para que los vecinos puedan cruzarlo mejor. Esta actuación en favor de la movilidad fue denunciada por si podría constituir un delito porque se agujereaba un elemento patrimonial y se rompí con su estética.

El puente está datado en el siglo XV y alguno expertos consideran que puede ser anterior incluso. Está situado en la antigua ruta del camino viejo de San Simón de Lira. Atravesaba las parroquias de Angoares y San Mateo y se dirigía hacia el santuario de A Franqueira, uno de los centros de peregrinación del sur de Galicia desde la Edad Media.

Según la exconcejala Sandra Araúxo, que denunció el caso, el gobierno municipal no contaba con permiso de Patrimonio para hacer estas obras. En el momento en que presentó la denuncia ante la Guarda Civil, «el gobierno manda parar los trabajos, pero el daño ya estaba hecho», mantiene la que fue candidata de Compromiso por Galicia en las últimas municipales. Así el puente presenta daños irreparables, puesto que está perforado en diversos puntos, para colocar las columnas del pasamanos, manifiesta la denunciante.

El caso de la Capilla

La investigación se suma a la que se está efectuando sobre las obras del entorno de la Capilla de San Gregorio. A juicio de Araúxo, el gobierno local debería estar trabajando para recuperar ese elemento patrimonial, «y por el contrario lo están deteriorando, con actuaciones innecesarias».

La exedil confía en que la Dirección Xeral de Patrimonio y el juzgado actúen «ante este atentado contra nuestro patrimonio y exijan responsabilidad a los causantes», es decir al Concello.

A Compromiso por Galicia le parece increíble que un partido como el BNG -al que perteneció la exconcejala-, que cuando estaban en la oposición denunciaban al PP y Solla, el anterior alcalde, por hechos similares en el atrio de la iglesia de Guillade, llevando dichas denuncias al ámbito judicial, ahora «esos mismos que defendían el patrimonio lo destrozan».

El Ayuntamiento ha señalado que las obras que se hicieron en la parcela del entorno de la Capilla de San Gregorio fueron de limpieza y adecentamiento. «Cuando ahí lo que se hizo fue movimiento de tierras, relleno con xabre empleando palas y apisonadoras», sostiene Sandra Araúxo.

La Capilla de San Gregorio es un elemento protegido situado entre la plaza Mayor y la rúa Santa Ana, y las obras fueron denunciadas porque no contaban con los permisos oportunos.

No solo está protegida la capilla sino el entorno. El Concello aseguró que comunicó a Patrimonio que iban a hacer las obras pero los denunciantes señalan que eso no resulta suficiente sino que Patrimonio debe de dar autorización. Desde los galleguistas pidieron la dimisión del concejal de Patrimonio e incluso del regidor por no preservar estos elementos históricos.

El Concello está haciendo en los últimos meses un esfuerzo por señalizar los elementos históricos y yacimientos. No obstante en el caso del castro de Troña las actuaciones están supeditadas a la subvención del Ministerio de Fomento, que pactó con la Diputación el arreglo de los castros de la provincia.

La Diputación espera que el dinero llegue a comienzos del próximo año y se puedan realizar las labores de mantenimiento de un castro que está abandonado y lleno de maleza, según indican fuentes del PP.