Por qué hacer muchas pruebas ha llevado a contener la epidemia en Vigo

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

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Solo el 1,3 % de las PCR son positivas, lejos del 5 % que fija la OMS

10 mar 2021 . Actualizado a las 18:54 h.

Cada vez llegan menos muestras a los laboratorios del área sanitaria de Vigo que dan positivo en la PCR que busca el coronavirus. El número de contagios desciende y el número de enfermos también. Pero hay un indicador que siempre ha preocupado mucho a los médicos, que es el porcentaje de test que son positivos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que un requisito para controlar la pandemia es que bajar del 5 %. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) lo rebaja al 4 %.

En este momento, Vigo está lejos de esos indicadores. En la última semana, solo el 1,3 % de las muestras analizadas tenían el SARS-CoV-2, el porcentaje más bajo de Galicia. Es un valor similar al que se registraba a mediados de julio, cuando la hostelería estaba abierta y la movilidad era libre porque apenas había casos.

Pero todo ha cambiado. La cuarta semana de julio, el 1,4 % de las PCR fueron positivas, una proporción similar al actual 1,3 %. En aquel momento se hicieron en el área 2.190 test. Sin embargo, en esta última semana se hicieron 12.451. Casi seis veces más. Ahora el virus circula mucho más que en verano, pero el porcentaje baja porque se hacen muchas más determinaciones.

«Hacer más test mejora el seguimiento de la pandemia», explica el jefe de servicio de microbiología del área sanitaria, Benito Regueiro. Cuantas más pruebas se hagan, más positivos se detectan. Y con cada uno se activa el sistema de rastreo y se hacen pruebas y se pone en cuarentena a los convivientes y contactos de los enfermos. No siempre dan positivo, pero cada uno que se captura es un posible brote que se ataja antes de que surja.

La prueba de que esto funciona está en los meses de enero y febrero. La tercera ola estaba en plena explosión y, además, la variante británica del coronavirus, que más transmisible, estaba empezando a hacerse fuerte en Galicia. En ese momento, el número de pruebas creció como nunca. La cuarta semana de enero se llegaron a hacer 18.477 PCR en el Cunqueiro y en el Meixoeiro, un récord en Galicia en una semana que se suma a las miles de pruebas de residencias, empresas y centros sanitarios que se hacen a través del pooling y que no figuran en las estadísticas. Son tantas en una semana como la suma de los meses de marzo y abril del año pasado. «En los períodos de más incidencia hemos visto que cuando subimos el número de pruebas y hacemos más, entonces contenemos el porcentaje de positivos», dice Regueiro. La curva empezó a doblarse a principios de febrero.

Así que suceden dos fenómenos que permiten gestionar la pandemia. El primero es que la fotografía actual de la epidemia es más real. En marzo del año pasado, en toda Europa solo se hacían PCR a las personas que tenían síntomas y que habían viajado a una zona de riesgo. Entonces, a muchas personas que sufrieron el covid-19 nunca se les hizo una prueba. Tampoco había la capacidad que hay ahora. A finales de aquel mes se llegó a un 26 % de positivos, pero ese porcentaje no representaba la realidad con la fidelidad con la que lo hace hoy en día.

El segundo fenómeno es que hacer más pruebas no solo muestra mejor la realidad, sino que también permite transformarla. Porque es la manera de anticiparse a que alguien que no sabe que tiene el virus contagie a otros.

Hacer muchas PCR no es la única medida para doblar la curva, pero seguramente sea indispensable. Por eso, sigue vigente la recomendación que lanzó hace ahora un año el director general de la OMS: «Test, test, test».