DEJAR DE SER NORMAL... es tan fácil como cruzar la línea que separa lo común de lo patológico. Todos somos un poco raros, fríos, prudentes, impulsivos, introvertidos... lo importante es no llevar ninguna de estas características al extremo.
20 may 2017 . Actualizado a las 05:40 h.Un hombre de 1,80 metros ¿es alto? Pues depende. Si estamos en Holanda entra dentro de la media, pero si estamos en Timor Oriental es un Pau Gasol de la vida. Este ejemplo viene al caso en el tema de las personalidades. Al final, si alguien es normal o no, depende del contexto social en el que lo miremos, y de si es o no adecuado. Nos ponemos en Sevilla, en plena feria de Abril, ver cantar y bailar a alguien entra dentro de lo normal (raro el que no se deja llevar y no levanta los brazos en algún momento), pero si esta misma persona nos la encontramos en el puente de Westminster en Londres, «resulta que es un histriónico porque lo hace por llamar la atención y ser el centro del universo», explica el psicólogo clínico Manuel Lage. Sin embargo, con las personalidades pasa un poco lo mismo que con las estaturas, y los límites no están muy definidos. Porque uno de 1,85 es alto pero otro de 2,30 también, ¿no? Así que, como explica Lage, el límite lo marcan las consecuencias. «Todos tenemos algo de todo, pero la diferencia entre lo normal y una patología la pone el que cause problemas o resulte extravagante para el resto de la sociedad. Por ejemplo, Boris Izaguirre puede resultar gracioso y simpático, pero también histriónico en alguna ocasión».
¿VIENE DE SERIE?
Es decir, ¿puedo ser de una manera y cambiar en un momento o a lo largo de la vida? Parece que sí. Nuestra personalidad viene marcada por la genética y el aprendizaje. Vamos, que algo traemos de serie, pero otro tanto lo pillamos por el camino. Para algunos profesionales, entre los que se incluye Lage, pesa más la historia de la persona: sus valores, sus experiencias, cómo lo han tratado... pero no niega que el ADN también marca. Entonces, ¿el entorno puede resultar determinante? «A veces sí y a veces no. En el caso de aquellos abuelos que solicitaron al juez que se hiciera cargo de sus dos nietos gemelos que respondían a un perfil de psicópatas, habían sido criados en un ambiente afectuoso, y sin embargo predominó la carga genética. En el otro extremo, está el caso del jugador de 1,60 que acabó en la NBA. Aquí el entrenamiento suplió una carencia que traía de base como era la altura».
Cada uno es como es, más-menos frío, más-menos sensible, más-menos prudente.... el problema viene cuando lo llevamos al extremo. Nunca fueron buenos.
SIETE RASGOS DE PERSONALIDAD CON SU EXTREMO
EXTROVERTIDO
Un rasgo muy común. Todos tenemos a alguien con cierta facilidad para iniciar contactos en una situación novedosa. Alguien introvertido también puede hacerlo, pero le cuesta más.
HISTRIÓNICO
Es una persona que necesita ser el centro de atención, bien por su forma de vestir, de gesticular, que es exagerada y teatral... Y al hacerlo siente placer, disfruta.
FRÍA
Alguien que aunque sienta y tenga emociones, tiende a contenerse con las muestras de afecto. Evita el contacto físico con los demás y mantiene las distancias
ESQUIZOIDE
Es incapaz de sentir placer, tiene frialdad emocional, desapego, incapacidad para expresarse. Tiene un interés pobre por las relaciones, incluso por las sexuales.
PRUDENTE
O temerosa. Puede mejorar sus condiciones de vida, pero si tiene que abandonar su zona de confort, retrocede o lo piensa dos veces, pero no quita que acabe haciéndolo.
DEPENDIENTE
Es aquella persona que es incapaz de tomar una decisión por sí misma por muy mínima que sea. Siempre necesita el beneplácito de los demás para continuar hacia delante.
ORDENADO
A todos nos gusta tener la casa ordenada, que en la medida de lo posible todo esté en su sitio, muchas veces por una cuestión de operatividad y de poder encontrar las cosas a la primera.
OBSESIVO
Sin embargo, si voy a llegar tarde a trabajar por colocar esa manta que queda en el sofá tengo un problema, ya que la exigencia es superior a lo razonable y pone en peligro cosas importantes.
CAMBIANTE
Es lo que conocemos como alguien emocionalmente inestable. Que tiene picos. Puede pasar por varios estados de ánimo a lo largo del mismo día. Estar contentísimo y triste a la vez.
LÍMITE
Llevado al extremo es lo que se conoce como TLP (Trastorno Límite de la Personalidad) que se divide: Límite (alguien que es una montaña rusa emocional) e Impulsivo (agresividad).
MALO
Es lo que conocemos como alguien contrario a «bonachón». Alguien rabudo, que pelea en cierto modo, pero que sabemos que en el fondo tiene buen corazón.
PSICÓPATA
Es alguien que tiene una alteración grave de las emociones. No tiene empatía. Si no le interesa hacerte daño, igual no te lo hace, pero si te interpones en sus intereses, igual sí.
SUSCEPTIBLE
Es una persona con especial sensibilidad a los contratiempos y a los desaires. Actúa como si siempre estuviese alerta y al mínimo detalle se da por aludido, para bien y para mal.
PARANOIDE
Son personas muy, muy desconfiadas, incluso ven cosas donde no las hay. Por ejemplo, sospechan injustificadamente que su pareja les es infiel o que se van a aprovechar de ellos.