«Los niños no necesitan ir a la guardería»

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M.MORALEJO

Hablamos con «Lucía, mi pediatra». La de miles de personas desde que abrió su consulta en la Red para exprimir su experiencia profesional desde su sensibilidad como madre. «Un niño necesita muy pocas cosas», asegura quien dice que la escuela infantil es, sobre todo, una necesidad familiar

22 sep 2019 . Actualizado a las 17:15 h.

Ejerce en el Medimar en Alicante y como «amiga» autorizada en la Red. Pediatra por vocación, Lucía Galán -autora de Lo mejor de nuestras vidas y Eres una madre maravillosa- ha convertido su blog, Lucía, mi Pediatra, en un refugio ante la sobreinformación y el ritmo red bull del momento. Zasca al presentador Javier Cárdenas por «sus declaraciones sembrando la duda sobre las vacunas y el autismo», Lucía Galán habla claro sobre vacunas, guarderías, tabletas y tips proactivos que conviene desechar. Y están ahí: «Eres invencible, No te agobies, Todo pasa, Tú puedes... No, a veces no puedo. No somos máquinas. Conozco mi fuerza, brutal, animal y salvaje cuando tiro de ella; pero también mis limitaciones», alienta quien dice que criar es posible a ritmo de Coldplay o Muse.

-Ahora que vamos a la carrera entre las Malasmadres y los gurús del apego, ¿podemos relajarnos un poco y criar a los niños a ritmo de Muse?

-¡Sí! He hecho a mis hijos unos apasionados, como su madre. En casa nos despertamos con música, cocinamos con música, nos acostamos con música. Les pones una canción, la traduces, les preguntas qué les dice y sus respuestas son maravillosas, muy inspiradoras. En esta vida de locos, en que vamos como pollos sin cabeza, tenemos que buscar momentos de tranquilidad. La música es mi mejor calmante.

-¿Qué otras cosas nos ayudan a vivir y educar en la tranquilidad?

-Tienes que buscar pequeñas islas en el día a día. La hora de ir a la cama, la media hora de cuento, poner el foco en ellos cuando nos sentamos a cenar o aprovechar el rato de acompañarlos al cole... son instantes que pasan desapercibidos pero que van a meter en su mochila para tirar de ellos de adultos. Más que un gran viaje o una superfiesta pirata de cumpleaños, soy defensora de los momentos que les regalamos a nuestros hijos cada día. Los recordarán.

-Es hablar de vacunas y saltar la alarma. ¿Cuáles son indispensables?

-El calendario avalado por la Asociación Española de Pediatría es un calendario único, y claro. En él hay unas vacunas que están financiadas por nuestra Seguridad Social y otras que no, pero todas ellas están recomendadas. Alejarse de ese calendario es arriesgado.

-¿«La guardería les va bien para interactuar y no aburrirse»; o es lo que nos contamos para sentirnos mejor?

-La Asociación Española de Pediatría desaconseja escolarizar a los niños menores de 2 años por un motivo puramente médico. Se triplica el riesgo de contraer enfermedades infecciosas (gastroenteritis, bronquitis, otitis...). «¿Un niño de 2 años necesita desde el punto de vista de estimulación y desarrollo cognitivo acudir a una guardería?», no. La guardería es una necesidad familiar. Pero cuando no tienes con quién dejarles, qué mejor que dejarles con profesionales preparados que los cuidan bien.

-¿Mucho tiempo o, sobre todo, tiempo de calidad con nuestros hijos?

-La pregunta del millón...

-Tiempo de calidad, sí, muy bien, pero ellos necesitan más tiempo. ¿O no?

-Sí, pero disponemos del tiempo que tenemos. Ojalá tuviésemos una varita para convertir dos horas con ellos en cuatro... Pero tenemos nuestros trabajos y tenemos que mantener a nuestras familias. «¿Cuanto más tiempo con nuestros hijos, mejor?», evidentemente. Ahora si voy a estar 12 horas con mis hijos y eso va a suponer un desgaste, una frustración, un venirme abajo, no. Defiendo la calidad de cada uno de los momentos que compartimos con nuestros hijos.

-Muchas mujeres sufren el «Tired all the Time». Pero lo mejor para los hijos, adviertes, es una madre feliz.

-Sin duda. Lo que necesitan son unos padres felices y seguros. Sabiendo que la felicidad permanente no existe... ni los padres perfectos. El nivel de exigencia de unos padres que son perfectos y siempre están felices, aparte de no ser real, es agotador y un cuento de hadas para el niño que después ante la vida dirá: «¿Pero esto qué es?».

-¿Hay que educarlos en la frustración?

-Hay que enseñarlos a caer y levantarse, educarlos en las emociones de la vida real, que van de la felicidad a la tristeza, pasando por la añoranza, la envidia, la alegría, la soledad o el miedo.

-Otro tópico: «Tienen de todo y no valoran nada». ¿Somos muy materialistas... los padres?

-Olvidamos que los niños son felices con muy pocas cosas. Lo que necesitan es un entorno estable, unos papás seguros, que sean su refugio, su bastión, que siempre estén ahí. Todo lo demás es superficial para ellos. No se trata de comprarles más, sino de salpicar sus vidas con emociones positivas.

-Expertos como Catherine L'Ecuyer advierten de los peligros de darles tecnología a edades muy tempranas.¿Límite recomendable de edad con los móviles?

-La Escuela Americana de Pediatría no recomienda el uso de pantallas en menores de 2 años. El tiempo que el niño está conectado es tiempo que pierde para estar conectado con la realidad. Vivimos un ritmo mucho más lento que el de los juegos hiperacelerados de pantalla. Lo veo con mi hijo mayor, cuando se pasa de rosca... Cuando vuelven al mundo real están acelerados. Prohibirlas no, pero limitar el uso de las tabletas es una responsabilidad nuestra. Hay que asumirla ya.