This Crush, así hablan tus hijos

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MIRA SU MÓVIL Y si en el Instagram de tus chicos pone This Crush debes preocuparte. Ahí verás anónimos que les preguntan «¿Eres virgen?», que los insultan o que los amenazan («Ojalá te mueras»). Una bomba de relojería para el acoso. Los expertos nos explican qué es este nuevo chat y cómo enfrentarlo.

04 nov 2017 . Actualizado a las 12:57 h.

Son las seis de la mañana y tú crees que tu adolescente de 12 años está durmiendo como un tronco. Es posible. Pero a esa hora hay un anónimo que le está enviando un mensaje: «¿Eres virgen?». Y a esa misma hora obtiene la respuesta por un canal que se llama This Crush. Tal vez el que está dormido como un tronco eres tú, el padre que todavía no ha despertado a esta otra realidad que mueve a los chiquillos a diario. Nuestros hijos hablan otro lenguaje, están usando otros códigos y no tenemos ni idea de qué va. Si no has oído la palabra This Crush eres uno de esos padres que sigue dormido, pero no estaría de más que le preguntases a tu hijo cómo, cuándo y para qué lo usa. Por si acaso, aquí te contamos cómo funciona este nuevo servicio web que nace, como su nombre indica, de buen rollo.

Crush tiene esa connotación de ‘estoy por ti’ para que los adolescentes confiesen su amor platónico de manera anónima, para lanzar el piropo, el ‘me gustas’ que tanto reclaman los chavales cuando cuelgan una imagen en su móvil. Fotos que no buscan un ‘me gusta’ por su calidad, sino que se enfocan a tener un reconocimiento social de los chicos que se exponen ahí. Por eso este servicio está integrado en redes como Instagram (también vale para Facebook o Twitter) donde los adolescentes básicamente muestran su ‘yo’ y esperan como locos miles de likes para hacerse populares. Casi todos lo tienen por eso en Instagram, la red narcisista por excelencia, porque además el funcionamiento de This Crush es muy simple, tiene un formato de chat muy arcaico que les permite una comunicación fácil, según relata David Serantes, experto en Tecnología y Movilidad, que advierte de sus peligros. «This Crush no está sometido a los mismos rigores de legalidad que una red social, no necesitas ningún correo, solo una contraseña, de manera que rastrear ese anonimato si se produce ciberacoso es complicado».

 ¿Pero por qué mola tanto This Crush?

Serantes afina con claridad: «Primero porque tus padres no lo entienden, no lo conocen, no saben que lo usas, y segundo, porque tienes la posibilidad de decir cosas que jamás dirías a la cara. Es como un grafiti que dibujas en el portal de una persona a la que le quieres decir algo, pero no lo firmas». This Crush es un muro en el que puedes dejar tu mensaje abierto, para que todos lo vean, pero también permite hacerlo por privado.

Pero si en principio el chat de This Crush se abría para decir cosas bonitas como «Me gustas», «Me apetece conocerte», «Eres el mejor»... Esta puerta ha cogido el camino del lado oscuro, y los adolescentes han hecho brotar ahí también la ira: «Eres una zorra», «Ojalá te mueras», «Algún día te darás cuenta de lo mala persona que eres...» son comentarios que se leen habitualmente. Y por supuesto esta herramienta está sirviendo para invitar a tener relaciones sexuales o animar a comentarios en la misma línea»: «¿Eres virgen?», «¿Quién tiene el mejor culo de clase?», «¿Estás en lío abierto?»... Con la posibilidad, claro, de que detrás de ese anonimato se escondan, además de compañeros o conocidos, los pedófilos, con la garantía de que es difícil identificarlos. Además, aunque no tengas esta herramienta, tu nombre puede aparecer si alguien te menciona, así que ‘tu culo’puede ser juzgado públicamente.

This Crush también facilita la usurpación de identidad, porque yo me puedo estar haciendo pasar por otro sin ninguna dificultad para que luego se generen malos entendidos en la ‘realidad’. Lo que causa más revolución en los chavales. Ahí está también una de las claves de cómo se relacionan los jóvenes, que en opinión de Serantes, están viviendo el doble de lo que lo hacíamos antes. «Viven su vida real durante el día, pero por la noche comienzan otra a través del móvil: hablan con otra gente, con personas de otros colegios, de otras ciudades... y si no le ponemos orden llegaremos tarde; porque con esos hábitos los chicos empiezan los cambios de humor, la falta de apetito, de descanso... This Crush es otra de las herramientas que ellos utilizan en esa doble vida, la virtual, que luego les acarrea consecuencias graves en la real.

Mucha exhibición

En eso está de acuerdo Mar Castro, experta en Redes, que denuncia el nivel de exhibición de los chicos (sobre todo chicas) en Instagram y la responsabilidad que deben tener los padres en comunicarse con sus hijos para enseñarles unos valores que les sirvan en la Red como en la vida. «La tecnología no es mala, pero deben conocer su uso, debemos hablar mucho con nuestros hijos, enseñarles que no pueden insultar, que no pueden acosar, que no pueden desnudarse en la Red ni posar provocativamente, que no pueden decirle a alguien ‘pringao’ porque todo lo que se dice en la Red luego acarrea consecuencias mayores. Es mucho más peligroso por la mayor visibilidad que tiene y puede conseguir que un chaval después se hunda en la miseria», apunta Castro. «Los adolescentes no tienen una autoestima robusta, están formándose y no saben asumir los comentarios negativos; solo buscan hacerse ‘popus’ (populares) en el grupo y creen que mostrándose así lo serán». Pero es un engaño. «Lo fundamental es insistirles en que lo que se dice a la cara gana credibilidad y que exhibirse en la Red lo único que demuestra es una carencia», explica Mar Castro, que como Serantes apunta que This Crush se lava las manos al recomendar su uso para mayores de 18 años, aunque sean los de 12, 13 y 14 quienes más lo emplean. De nuevo la responsabilidad es para los padres, que cómo no, también saben que los adolescentes después de This Crush (antes fue Yodel) utilizarán otro ‘código’ para comunicarse. De ahí que sea otra vez fundamental explicarles cómo deben moverse en este mundo. «Los padres -añade Serantes- tendemos a responder solo ‘sí’ o ‘no’ al uso del teléfono (‘no te quiero ver con el móvil’), pero hay que dejarles centímetros para que tomen decisiones y entiendan. En eso consiste también crecer».