Juégatela y olvídate de las pilas

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ADEMÁS SON EDUCATIVOS En estos días en los que los Reyes Magos buscan y rebuscan el mejor regalo se abre una ventana al margen del juguete cien por cien comercial, al divertimento con la imagen de los héroes de las pelis, las luces y los sonidos. El juguete tradicional y revisado vuelve a la primera línea. ¿Y si le añadimos que fomentan la creatividad?

29 dic 2017 . Actualizado a las 05:15 h.

Vivimos pendientes de un enchufe, tocando cuanta pantalla nos pongan delante y con una banda sonora actualizada al instante. Pero en este mundo de pilas y cables, también es posible divertirse en «modo off», es decir, desconectado. Y no hablamos de jugar a las cartas. Hay diferentes opciones, cada vez más, en las que la diversión arrastra a la creatividad, a la lógica y a la crítica. Entonces, ¿es posible resistirse al juguete de moda? «Hay vida más allá», responde Andrés Barro, uno de los socios de El Faro de los Tres Mundos. Su proyecto nació en el 2011, van ya a por su tercera tienda y aún disfrutan al ver la reacción de los adultos. «Se sorprenden al descubrir que existen los juguetes educativos de cuando éramos niños. Nosotros tenemos el ejemplo de las tabas». Y es que sus establecimientos son un festival: un mar de libros escogidos por ellos mismos al margen de las grandes editoriales y una gran oferta de juguetes que «desarrollan la capacidad lectora, la creatividad, el pensamiento lógico y el espíritu crítico», asegura Andrés, «pero siempre sin olvidar que es un juguete». Los Reyes Magos «están cada vez más concienciados. Los niños se divierten y sin darse cuenta están aprendiendo». Se trata además de elementos que «no son más caros y duran más tiempo. Es una inversión en formación».

Alessandra y Bettina, dos extranjeras afincadas en Galicia, arrancaban hace dos años el proyecto Lummerland con un espíritu similar. «Crece la tendencia a recuperar la crianza natural. Se busca el juego libre, con juguetes que no tienen una sola forma de usarlos y que dan rienda suelta a la imaginación». Los padres les dicen que los niños no sueltan sus juguetes. Los pequeños expertos los prueban en una tienda-sala de juegos. «Son ecológicos, sostenibles y éticos». Trabajan con proveedores europeos, españoles y gallegos. Incluso hay empresas que escuchan sus sugerencias y les fabrican piezas para su tienda. «Los Reyes buscan un consumo responsable. Cada uno decide qué valor le da a lo que compra, pero es cierto que hay juguetes comerciales con valor educativo nulo y poca durabilidad», matiza Alessandra.

Y es que si algo buscan todas estas iniciativas es desarrollar la creatividad de los más jóvenes. Inés y Elena, de Kandoro, les ofrecen «crear su propio mundo». Así nació «La ciudad de cartón», pequeñas escenografías a modo de biombo, que recuerdan en mayor tamaño al concepto «mariquitas» de los 80. «Son reciclables, 100% ecológicos, con accesorios. A los niños les encanta imitar lo que hacen los mayores», explican estas dos profesionales del audiovisual. «Les aportan horas de juego compartido».

¿Y si los muebles sirviesen para jugar o los juguetes adornasen? Es lo que hace Cucuducho, el sueño de Lois Guillán, que «convive con el niño que fue». Desde el 2015 diseña y fabrica íntegramente en Galicia y sus objetos «obligan a crear itinerarios y usos que a priori no existen». En estos juguetes hay mucha madera de plantaciones sostenibles y el objetivo ahora está en fabricar muebles a partir de residuos madereros. A los Reyes le pide que compensen la balanza. «Que abran un espacio a los productos, que no les den todo acotado. A juegos que atienden y respetan la cultura y el medio ambiente».

 3 con selllo gallego

 Cucuducho. «Maijom» es un escritorio, pero también un versátil juego. Su madera proviene de plantaciones sostenibles.

Kandoro. Bienvenidos a un mundo cien por cien reciclable, manejable, de diseño y abierto a múltiples combinaciones.

Kandoro. Bienvenidos a un mundo cien por cien reciclable, manejable, de diseño y abierto a múltiples combinaciones.