Nada de jamón antes de dormir

YES

cyano66

¿TE CUESTA DORMIR? Piensa en lo que has cenado que puede que ahí esté la respuesta. Todos evitamos el café o la Coca-cola antes de meternos en la cama, pero no son los únicos alimentos con superpoderes para quitarnos el sueño. Algunos te sorprenderán.

27 ene 2018 . Actualizado a las 17:07 h.

A veces por muchas ovejitas que contemos no conseguimos cerrar los ojos cuando nos metemos en la cama, o peor aún, en toda la noche. Lo achacamos al estrés, a problemas cotidianos, al cansancio, y rara vez miramos hacia la mesa. Sí, porque antes de lanzarte a por cuanta pastilla acabada en pam para conciliar el sueño, deberías revisar tu dieta para ver si ahí puede estar la explicación a tu insomnio. Sería algo así como dime qué cenas, y te diré por qué no duermes. Lo que comemos, cuándo lo comemos y cómo lo comemos influye tanto en la calidad como en las horas del sueño. Y viceversa. Las horas del sueño tienen mucho que ver con los alimentos de los que echamos mano nada más levantarnos. «A veces dormimos mucho, pero debido a que esa calidad no es adecuada optamos por alimentos con una alta calidad energética, que a lo mejor no nos interesan, como pueden ser los azúcares refinados o las grasas. También estas personas que duermen poco consumen menos cantidad de fruta, de verduras, de hortalizas o de cereales, que es de lo que tenemos que tomar un mayor número de raciones», explica Victorina Aguilar, catedrática de Nutrición de la Universidad de Alcalá de Henares.

La relación entre el sueño y los ritmos biológicos es objeto de estudio de la crononutrición, una disciplina de reciente cuño que se está poniendo en auge en una sociedad donde cada vez hay más noctámbulos. Es obvio que no debemos tomarnos un café, una Coca-cola o chocolate antes de irnos a la cama porque corremos el riesgo de excitarnos, pero a priori no veríamos peligrar nuestro sueño por cenar un poco de jamón con tomate, una tortilla francesa o atún. Y por qué lo íbamos a ver, (os preguntareis) si en plena operación posnavideña, y siguiendo como no podía ser de otra manera la dieta YES de hace dos números, nos dicen que hay que cenar ligerito y evitando las grasas o los hidratos. Preguntamos a la experta. «Si yo me tomo un tomate, en principio sería fantástico, es una fruta y sería bueno tomármelo por la noche, y sin embargo, no. ¿Por qué? Porque lo que hace es provocar la liberación de aminas biógenas, en concreto de la histamina, que nos va a dificultar el sueño», explica Victorina. En este mismo grupo de alimentos que debemos evitar se encuentra el jamón o las carnes rojas, que contienen aminoácidos como la tirosina o la fenilalanina que lo que hacen es favorecer la síntesis de neurotransmisores que activan el estado de vigilia. Además, añade la nutricionista, existen una serie de alimentos que de una manera indirecta pueden asociarse al sueño. La piña, el perejil, las endibias, las berenjenas o la cebolla, todos diuréticos, pueden favorecer que nos tengamos que levantar más de una vez a lo largo de la noche al baño. Tampoco es recomendable, -asegura Victorina-, ingerir comidas especiadas en las últimas horas del día ya que aumentan los jugos gástricos y pueden producir malestar.

OTROS QUE NI SÍ NI NO

Luego hay otro grupo de alimentos que tanto dan como quitan. «Con las legumbres tendríamos que llegar a una situación de compromiso, porque su composición nos podría facilitar la síntesis de serotonina y melatonina, pero todos sabemos que las legumbres son flatulentas así que nos vamos a sentir incómodos, y por lo tanto no sería recomendable tomar garbanzos o judías blancas por la noche», apunta la experta. Con la piña pasa tres cuartos de lo mismo. A favor tiene que sintetiza la serotonina pero en contra sus propiedades diuréticas.

Ninguno de estos alimentos tiene superpoderes, y estos efectos no se evidencian por una ingesta ocasional sino por un consumo frecuente, pero es bueno que los tengas en cuenta a la hora de planificar una dieta equilibrada, que no todo va a ser mirar para las grasas, hidratos o proteínas... También es importante favorecer la vigilia de día y el sueño de noche. Eso sí, ¡que no te quite el sueño una loncha de jamón!