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Entramos al primer hotel burbuja de Galicia, en el que puedes dormir con la mejor «televisión» del mundo sobre el techo: la de los millones de estrellas que conforman el universo
20 ago 2018 . Actualizado a las 17:23 h.No es 2001: Odisea en el Espacio, es la realidad. Casi como flotar sobre el espacio, pero con mucha gravedad y los pies sobre tierra gallega. En el acantilado de la playa de As Margaridas, en Mera, en el municipio coruñés de Oleiros, se levantan cuatro tiendas con forma de pompa de jabón. Se trata del primer hotel burbuja de Galicia, Albarari Campo Stellae, que permite dormir al aire libre, cubierto por una cúpula transparente, observando el universo cómodamente desde la cama.
Paula Fernández y Eduardo Guillén son los encargados de llevarte de viaje al espacio sin salir de Galicia. Los dos tienen mucha relación con las estrellas y el mundo del glamping: Paula es piloto de avión, «paso muchas horas viendo las estrellas en el océano Índico», asegura. Eduardo es economista y profesor en la universidad, y lleva años en contacto con proyectos de diseño e innovación en alojamientos peculiares. Juntos dieron forma a este pequeño sueño hace diez meses: «La idea surgió de casualidad, a raíz de un viaje que hicimos al desierto en Emiratos Árabes», cuenta Eduardo. Durante esa experiencia, en la que pudieron pasar la noche en una jaima de lujo con la única compañía de las estrellas, disfrutaron de la sensación de libertad que provoca dormir sin un techo de hormigón sobre la cabeza. «Nos enamoramos tanto de la idea que decidimos buscar alternativas para Galicia, algo parecido que fuese respetuoso con el medio ambiente y sostenible». Y así surgieron las burbujas de aire, que se esconden entre la vegetación de esta cala coruñesa como pequeñas setas transparentes.
La familia de naves especiales lleva nombre de constelaciones: puedes dormir dentro de Andrómeda, Cassiopeia, Pegasus y, la más grande de todas, Orión. «Albarari viene del árabe y significa vegetación, jungla, el poder vivir integrados en la naturaleza, y eso es lo que queremos ofrecer aquí. Dormir casi al aire libre, pero con comodidades cinco estrellas», apunta Eduardo. Dentro de la burbuja, a la que se accede por un pasillo con doble puerta de cremallera, hay un yacusi, una cama con dosel y un baño con todos los detalles. En una esquina, espera un gran telescopio, una de las niñas bonitas de la burbuja. «Lo tienen todas porque es parte de la experiencia. Cuando hacen la reserva les pasamos una aplicación y una serie de indicaciones para que puedan observar el cielo y disfrutar de las estrellas cuando estén aquí», explica Eduardo. Hasta Albarari lleva llegan amantes de la astronomía, pero también parejas que quieren sorprender con una noche romántica bajo las estrellas. «Estos días se pudo ver alguna perseida y a veces se ven satélites», cuenta Eduardo. Cada burbuja ocupa su parcelita frente al océano. Aquí el espectáculo lo forman los fenómenos naturales: de la puesta de sol a la lluvia de estrellas. Hasta la lluvia tiene su encanto dentro de esta burbuja: «A la gente le gusta, es una sensación diferente. Una vez nos dijeron que el cielo que se ve desde la burbuja es la mejor televisión de la que habían disfrutado nunca». También a los niños: «Vienen encantados y disfrutan mucho con todo lo que tiene que ver con el espacio». Para ellos están preparando ya unas jornadas especiales en septiembre.
MÁS BURBUJAS EN GALICIA
Paula y Eduardo quieren expandir sus pequeñas burbujas de lujo -ya han patentado su propio modelo- por Galicia. La siguiente misión espacial: Sanxenxo. «Esperamos poder abrir el próximo verano más burbujas allí». Mientras, desde Mera, la tripulación de Andrómeda, Cassiopeia, Pegasus y Orión despega rumbo al espacio con una copa de cava en la mano y sumergida en su yacusi particular.