Si eres trans, en estos coles te vas a sentir muy bien

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Martina Miser

UNA REALIDAD. Aseos mixtos, decoración LGTBI por los pasillos y creación de un grupo de trabajo para favorecer la integración de este colectivo convierten estos centros en pioneros en defensa de la diversidad sexual

03 ago 2019 . Actualizado a las 17:16 h.

No son invisibles ni son tan pocos como parece. Según los datos que maneja la asociación Arelas, uno de cada mil niños que nacen al año es un menor transexual. Este dato, extrapolado a Galicia, supone que cada ejercicio nacen en la comunidad una veintena de menores trans. Un colectivo que bien merece ser tenido en cuenta y donde los colegios e institutos gallegos están dando importantes pasos para favorecer la integración de estos menores, que también tienen derecho a tener una infancia feliz. Una sensibilización que, en ocasiones, no es correspondida en el seno familiar. Este viernes, además del Día das Letras Galegas, también se celebró el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia. Por eso hacemos un recorrido por algunos de los centros educativos que más se han implicado en normalizar esta situación y en favorecer la integración social de estos menores.

Uno de esos colegios es el IES Castro Alobre, de Vilagarcía. Nada más entrar en el edificio se respira respeto a cualquier tipo de expresión afectivo sexual y a la identidad de género elegida por cada alumno. No en vano permanece decorado todo el año lo que se llama O corredor do orgullo, y que en palabras de Paloma García, una de las coordinadoras de este tipo de iniciativas, «é un dos máis transitados do centro». A través de García y de Mariola Rodríguez se creó hace un año el grupo de Diversidades Afectivo Sexuais, «integrado por alumnado do colectivo e heterosexual» con el fin de crear un espacio de «respecto e confianza para atención do alumnado LGTBI+»; aportar un «contorno entre iguais», donde los alumnos puedan intercambiar inquietudes, problemas y experiencias; hacer visible esta diversidad afectivo sexual y fomentar el rechazo al acoso sexista y homofóbico, además de promover actividades relacionadas con la igualdad de género, la violencia sexista «e contra a LGBTIfobia».

Y en el caso de los alumnos trans se coordina con la asociación Arelas la atención de cada caso en particular: «O día que convocamos a primeira reunión do grupo apareceron 23 alumnas, alumnos e alumnes. Só puxeramos carteis polos corredores. Hoxe en día, sobrepasamos os 40: heteros, gais, lesbianas, bi, trans, o que cadaquén queira ser, pero, sobre todo, visibles», comenta García que también explica que la decisión de formar este grupo de diversidad afectiva sexual, «no que xa levaba moitos anos pensando», surgió después de que acudiese a unas jornadas sobre esta situación en las aulas del IES Politécnico de Vigo: «Decateime da importancia de que o alumnado teña referentes visibles. Ser unha profesora coñecida como lesbiana non é o mesmo que ser unha profesora lesbiana visible. Significa ofrecer un apoio, dende a miña condición privilexiada de adulta e profesora, ao alumnado que carece, por medo ás represalias ou á exclusión, de calquera axuda de amigos ou familia», confiesa Paloma, que indica que la creación del grupo también sirve «para lembrarlle a todo o profesorado que teñen a obriga legal de traballar en prol da igualdade e, por suposto, inclúe denunciar calquera caso de discriminación que poida darse no centro».

IES REGO DE TRABE

Otro de los institutos absolutamente comprometidos con esta realidad es el IES Rego de Trabe, de Culleredo. Hasta el punto de que el pasado verano implantó aseos mixtos para que ningún estudiante se sienta discriminado o incómodo: «Cando se deu o caso dun alumno trans, aquí o único que fixemos foi proceder con sentido común. Falamos coa familia e todo se levou cunha harmonía total e asumindo as cousas con naturalidade, pero tiñamos pouca formación, por iso solicitamos información para o profesorado e fixemos tamén o que nos parecía máis urxente, poñer aseos mixtos», indica Alicia Menéndez, directora del centro que califica la iniciativa de «marabillosa» y aclara, que solo mantienen los aseso separados para hombres y mujeres en la planta donde está el salón de actos y que en los vestuarios de educación física, aunque también están separados, se optó por levantar cabinas individuales que permitan la intimidad de los estudiantes.

Además de esta medida que ya está totalmente implantada en el centro, también se realizan jornadas que cuentan con la colaboración del personal de Arelas para hacer visible esta realidad: «Para nós é moi importante a convivencia e por iso facemos constantemente actividades para que non haxa ningún problema e non se dean situacións de falta de respecto», comenta Alicia, que percibe que el mensaje está calando entre los estudiantes: «Si, notamos que varios alumnos se dirixiron a nós para manifestar as súas inquietudes e como podían formular isto na casa. Nalgúns casos aínda é un tema tabú e ven que nos centros hai certa receptividade, e piden que lles axudemos a dicilo na casa», asegura.

Precisamente, sobre los problemas de aceptación de estos menores habla Cristina Palacios, la presidenta de Arelas: «Este avance de los centros educativos no va a acompañado de una evolución de la familia. De hecho, nos llaman muchas veces de los colegios pidiéndonos ayuda. Y esto es lo que demando, que las familias estén un poco más a la altura. Entiendo que no es fácil, yo también soy mamá de una niña trans, y sé los miedos que pueden haber al principio, pero claro si la familia no quiere saber nada, hablamos de un sufrimiento muy importante del menor, que incluso puede provocar que aparezca la del suicidio», explica Cristina que valora muy positivamente el esfuerzo que están realizando los colegios.

«En el 2016 la Xunta aprobó un protocolo educativo sobre identidad de género, que presentó Arelas, para garantizar que se respete la identidad y el género con el que se siente identificado cualquier menor trans en cualquier centro de Galicia. Que pueda hacer uso del baño y vestuario en el que se sienta más cómodo. Y esto fue un avance brutal. Antes teníamos que luchar cada caso. Centro a centro. Y con el protocolo se unifica y se evitan problemas. Y está funcionando de maravilla», comenta Cristina que aconseja a las familias a escuchar y entender al menor: «Cuando un menor dice que no se identifica con el género y el sexo asignado al nacer, la familia tiene que darse cuenta del enorme esfuerzo que supone para ellos decir esto. No le digas ya se te pasará porque te está pidiendo ayuda ahora. Y estos niños tienen que tener infancia y adolescencia igual de felices que cualquier otra persona y no le puedes decir no te atiendo. Hay que acompañarlos y atenderlos, aunque te cueste, aunque después por detrás llores, pero tienes que apoyar a tu hijo sea como sea», indica Palacios que considera que el apoyo familiar es incluso más importante que el social: «En Arelas hay muchos chicos y chicas que sufren acoso escolar o rechazo social, pero si tú tienes el favor de tu familia eso es otra cosa», dice.