¿Cómo se liga en tiempos de covid?

YES

RyanKing999

Las citas virtuales ganan por goleada. Las pantallas están permitiendo que las parejas se conozcan más y mejor antes del primer contacto físico, que se ha retrasado ligeramente por miedo al contagio. «Es más bonito», dicen algunos

04 jul 2020 . Actualizado a las 15:41 h.

Hay una gran lista de espera de besos y abrazos. Si le reclamáramos al covid todo el contacto físico que ha dejado pendiente, no acabaríamos ni en el 2023. Pero además de lo que ya se ha llevado por delante, todavía queda lo que está por venir: el verano, la época del año de más ligoteo por excelencia. A falta de conciertos, festivales, fiestas o salidas nocturnas, las posibilidades de conocer gente se reducen considerablemente, pero Aránzazu García, psicóloga y sexóloga de la clínica Vida de Vigo, advierte: «Algo habrá, pero la gente tenderá a juntarse con gente conocida y en grupos más pequeños, no es que no haya ninguna opción, pero va a haber menos, y la gente que quiera encontrar pareja va a recurrir más a las aplicaciones, que igual antes se veían como la opción del desesperado y ahora como la más normal». Y aunque no se trata de ninguna novedad, sobre todo entre los jóvenes, sí que se ha visto cómo en los últimos meses se ha incrementado el uso de las tecnologías para flirtear. «Sí, la manera de ligar ha cambiado. La gente joven tira más de Instagram o de otras apps propias de ligar, y los mayores de Facebook», comenta Raquel Graña, sexóloga y psicóloga.

Pablo Piñeiro, autor de Lo positivo de fracasar en el amor, señala que antes del covid los jóvenes ya optaban por ligar a través del móvil y no tanto en pubs y discotecas, pero apunta que los adultos, concretamente personas que no estaban mucho en las redes, sí se han podido sumar a esta tendencia para entablar relaciones. «Es algo que yo he analizado, la forma de ligar de los jóvenes va por aquí ya desde hace tiempo. Además, hay unos comportamientos muy concretos que son muy curiosos: en vez de decirle a una persona de quedar y tomar algo, la relación era ambigua y mediante likes en Instagram. Le voy a dar un like a una foto antigua y aleatoria, entonces ya va a ver que hay un interés porque ha visto que yo he visto sus fotos antiguas. Juegan a likes y a indirectas un tiempo hasta que llega un hola. Además hay un pánico terrible a ir de frente por miedo al rechazo», explica.

SALVADOS POR LA PANTALLA

Las citas virtuales se han incrementado notablemente durante el confinamiento, y tanto participantes como expertos sostienen que sirven para conocer mejor a la otra persona. «A mucha gente le puede dar menos impresión, igual si tienen a alguien delante se bloquea, porque la cercanía le puede imponer», explica Aránzazu. En la misma línea se posiciona Pablo, que cree que a través de la pantalla se puede jugar más, ya que se está menos expuesto que con el cara a cara. «El móvil te da un salvoconducto para que puedas pensar respuestas, para que estés cómodo... Lo otro es exponerse, que la otra persona vea que te está temblando el labio porque te estás poniendo nervioso, o estás dando la mano y la tienes sudada porque hay un nivel de estrés terrible, o agua en los ojos... nos han dicho que eso es mostrarse muy vulnerable. Hay un hueco para que la otra persona suelte un puñal y haga un destrozo», apunta.

Los profesionales están de acuerdo en que los tiempos se han relajado, y que ya no es eso de conocer a alguien y echarse al cuello, sino que hay un ronroneo, quizás motivado por el miedo al contagio, que ha provocado que la gente se conozca más antes del primer contacto. «Hablan mucho más antes de tener algún tipo de contacto sexual o erótico. Esto es muy interesante. Salen de paseo, quedan a tomar un café... Pero antes de hacer esto hablan mucho más. Van quedando, van viendo el ambiente de la otra persona, si es alguien de riesgo, si no... En vez de tener tantas relaciones frívolas y distantes como se tenían antes, que parecía que se iban contabilizando como si fuera un juego, ahora hay un poco más de conciencia de conocer más a la otra persona. A mí me parece genial que lleguemos a este punto. Antes lo que hacían era salir de fiesta, beber y tener relaciones principalmente. No había esa interacción previa pero tanto en adolescentes como en adultos», sostiene Raquel, que acaba de publicar Sex-On.

Pablo opina que si hay mucho interés, se puede retrasar, pero muy poco, porque la pulsión de querer conectar con la otra persona se impone al miedo al covid. «Inicialmente, mínimo haces un protocolo, ¿estamos limpios los dos?, ¿nos hemos higienizado lo suficiente para vernos? Hay un protocolo, en algunos casos más grande y en otros más pequeño, pero al menos durante un microsegundo te piensas si mano, codo, pie, abrazo o beso».

Hay muchos que dicen, entre ellos Aránzazu, que esta nueva forma de ligar impuesta por las circunstancias es más bonita. «La gente no va tan lanzada como antes», dice un millennial. Ahora bien, advierte: «Es como la primera vez que vuelves a una terraza o al gimnasio, son cosas que quieres recuperar pero igual tienes cierto reparo o vas con temor. La segunda vez ya es diferente, se va perdiendo».

Será un ligoteo distinto, más de día que de noche, pero lo que está claro que el love sigue in the air y es inmune al covid.