Unas fiestas caseras y con mucho arte

YES

Ella es tatuadora. Él, músico. En YES vestimos de fiesta a Marta Beiro y a Néstor Pardo para un Fin de Año en casa y junto a la chimenea. Mientras, ambos hacen balance de su 2020 y sueñan con un 2021 mejor

26 dic 2020 . Actualizado a las 22:43 h.

«Me imagino la noche de fin de año tomando un bocata al aire libre con unos amigos». Bendito plan el de Marta Beiro, la tatuadora detrás de @wildma_tatua, y la protagonista de este reportaje para despedir un año tan especial. Con ella está Néstor Pardo, músico al que podéis seguir los pasos en @pardo_musica. Su plan ideal para cerrar el 2020: «Me gustaría seguir la tradición de mi abuelo Antonio, El Cartagena, en paz descanse, que se comía las uvas cuando le daba la gana, no esperaba a las campanadas». Estos dos amigos, que han tenido un año tan diferente, se han convertido en los protagonistas de este reportaje atípico. Si el año pasado en YES montábamos una fiesta de amigas con confeti y mucho brillo en un local, este año la noche del 31 será en casa. Y qué mejor plan que una chimenea, una guitarra y un tablero de ajedrez para despedir el 2020 por todo lo alto (y respetando el aforo permitido). Mientras los vestimos de fiesta, Marta y Néstor, sentados en el suelo, hablan sobre cómo fueron estos doce meses y qué le piden al 2021. 

Marta juega al ajedrez con un top dorado de Zara y anillo de Rígido
Marta juega al ajedrez con un top dorado de Zara y anillo de Rígido Marcos Míguez

«A principios de año me mudé a Madrid con la clara intención de tatuar. Algo nuevo para mí y que había deseado desde los 18 años, ¡y ya tengo 32! Poco a poco dejé atrás, al menos parcialmente, mi trabajo en diseño e ilustración. Este paso fue lo mejor que hice en el 2020. Pero nada más llegar a Madrid, nos pusieron en cuarentena. El tiempo que pretendía dedicar al aprendizaje se esfumó. Practiqué, como siempre, sobre mi propia piel, pero no voy a decir que al ritmo que me gustaría. A mí, el encierro me golpeó fuerte». Marta repasa los hechos. Lleva un precioso vestido negro de cuello alto y manga larga y unas sandalias doradas con punta cuadrada, todo de la firma gallega de novias e invitadas Nonne. En la oreja, uno de los pendientes hechos a mano en A Coruña por Rígido. El labio rojo recuerda que es Fin de Año. Pero aquí el maquillaje y el pelo, obra de la estilista Diana Fraga, se relaja. Es tiempo de reflexión. Con ella, vestido para poner la banda sonora a la última noche del 2020, está Néstor. Lleva un traje de Etiem: «Lo más importante a la hora de elegir una prenda para vestir a alguien es adaptarla al estilo que tenga esa persona y llegar a expresar su personalidad», explica Edgar Pardal, diseñador de la marca. Y a Néstor el traje no puede sentarle mejor. Toca una guitarra vintage. Suena a country. «Para mí, lo peor sin duda es la cantidad de gente que ha perdido la vida en todo esto. No creo que sea momento de pensar en uno mismo, sino en la sociedad, que es algo que por desgracia parece que estábamos olvidando. Yo he tenido suerte, no he perdido a nadie cercano y he disfrutado de salud. Evidentemente, ha sido un año difícil para mi profesión, pero también lo ha sido para todos. Muchos sectores se encuentran ante un abismo y sin duda me solidarizo tanto con la gente de la cultura como con los demás gremios», reflexiona Néstor. De fondo, sobre la chimenea de este salón de un piso de techos altos en La Marina de A Coruña, una construcción con hojas verdes y ramas secas obra de la firma Love Lovely recuerda que es Navidad. Una muy especial y diferente.

Detalle del traje de Etiem y del anillo de Rígido que luce Néstor
Detalle del traje de Etiem y del anillo de Rígido que luce Néstor Marcos Míguez

Marta empezó a tatuar en Madrid. Ella utiliza la técnica handpoke, «que consiste en inyectar la tinta en la piel de manera manual, sin máquina». «Es una técnica con un encanto especial, menos agresiva, más lenta, pero merece la pena probarla». Su objetivo para 2021 es seguir dando cursos para enseñar esta técnica a más gente. ¿Y qué le tatuaría Marta al 2020 y al 2021? «Al 2020 le daría las gracias por la confianza, pero le diría que se buscase a otra. Creo que de recuerdos va servido, no necesita más. Al 2021... algo temible o triste, pero hermoso. No sé. Dos ancianos de la mano que en lugar de piernas tengan barquitas navegando por un mar en calma. Una nube negra en plena tormenta cuyo rayo sea un abrazo. Yo qué sé, me entusiasma el lenguaje de la poesía visual y creo que el 2021 se presta», asegura. Pero si algo le marcó este 2020 y por lo que espera seguir luchando en el 2021 es por el tatuaje de pezones y porque esto se reconozca como parte del proceso de reconstrucción mamaria: «Mi objetivo es luchar por conseguir que la micropigmentación pueda hacerse hueco en la Seguridad Social».

«Este año he podido disfrutar de mí mismo, de ganarle un poco de tiempo al tiempo y así trabajar en nuevo material, nuevas canciones… La situación también me ha ayudado a conocerme mejor y a poder disfrutar de ese universo paralelo que tenemos cada uno en nuestro interior. Creativamente ha sido un año muy productivo. Como suele pasar en el arte, el dolor es capaz de convertirse en algo lleno de belleza y de humanidad», reflexiona Néstor, que cogió la primera guitarra cuando era un adolescente: «Con 13 o 14 años descubrí una canción de Elvis Presley, Blue Suede Shoes, y creo que la escuché 100 veces seguidas. Me dije a mí mismo que yo quería cantar y tocar esas melodías». Estrenará el 2021 a punto de sacar nuevo disco. Mientras, Marta y Néstor escuchan las melodías de un nuevo año que todos esperan que sea mucho mejor al que ya acaba.