Soraya Arnelas: «Cuando no tengo conciertos, la que limpia y friega en casa soy yo»

VIRGINIA MADRID

YES

Se confiesa transparente y sin dobleces. A punto de tener a su segunda hija, la cantante regresa con «Soy esa mujer», su nuevo «single». Un canto a la vida donde confiesa sus fortalezas, pero también sus debilidades: «Tengo mal carácter, a veces no me aguanto ni yo», reconoce

04 oct 2021 . Actualizado a las 00:39 h.

Soraya Arnelas (Valencia de Alcántara, 1982) se confiesa guerrera, contestona, curiosa y una trabajadora incansable. Como buena Virgo, reconoce: «Me cuesta mucho delegar en los demás, soy controladora y no me gustan las sorpresas». Mujer transparente y sin dobleces, asegura que está viviendo un momento precioso. «Estoy feliz con mi pareja, mi hija Manuela me llena de alegría y estoy muy ilusionada con la llegada de mi bebé», asegura la artista, que además está de estreno, ya que acaba de lanzar su nuevo single, Soy esa mujer. «Con este tema pretendo que nos paremos unos segundos y hagamos un ejercicio de reflexión aceptando lo que nos gusta y también lo que no toleramos de nosotros mismos, porque solo así podremos construir nuestra mejor versión para poder ser felices», apunta. Atrás quedó Operación Triunfo, donde se dio a conocer: «Mi carrera no ha sido un camino de rosas. He luchado mucho y he tenido aciertos, pero también tropiezos. Una de mis mayores decepciones fue cuando participé en Eurovisión en el 2009. Fue un batacazo, pero no me arrepiento, porque di el cien por cien de mí. A veces es necesario parar y desaparecer durante un tiempo para resurgir y brillar con más intensidad», confiesa.

—Soraya, ¿cómo te encuentras? ¿Qué tal llevas este segundo embarazo?

—Estoy muy contenta y me siento radiante. He podido seguir trabajando y me siento repleta de energía y con muchas y bonitas sensaciones. Ahora daré mi último concierto, llegando ya a las treinta y seis semanas. Momento en el que pararé para estar tranquila en casa, preparar la canastilla y vivir la recta final del embarazo de Olivia con calma y serenidad. Estoy deseando poder tener a mi niña en los brazos. Estoy muy ilusionada.

—¿Cuánto de esta mujer que describes en la letra [«la que llora, la que ríe, la valiente, la que teme, la que cae y se levanta») hay de ti misma?

—Esa mujer soy yo, pero también eres tú y las demás. Porque ni todos somos tan buenos ni virtuosos, ni tan malos e imperfectos. Esta canción es una reflexión acerca de cómo soy, cómo me encuentro y cómo siento. Pero también es un alzar la voz, un dar un paso adelante para plantarse delante del espejo y reconocerse en la imagen que el cristal nos devuelve, aceptando lo que nos gusta y también lo que no toleramos de nosotros mismos. Porque ni soy la mejor ni la peor.

—¿Cuántas veces te has plantado delante del espejo y has descubierto aspectos que no te gustaban de ti?

—¡Uf! Unas cuantas. Pero no se trata de quedarse solo en el exterior, en la imagen que proyectamos, sino que hay que mirar más allá y profundizar en el interior. Es un ejercicio difícil y a veces doloroso, pero resulta muy constructivo, porque cuando reconoces lo que no te gusta, y lo trabajas, vas perfilando y construyendo la mejor versión de ti misma para ser más feliz y sentirte mejor contigo misma.

No pretendo ser la mejor madre o la mejor compañera, quiero sentirme bien conmigo misma

—¿Qué es lo que menos te gusta de ti?

—Con el estrés tengo mal carácter, muchos cambios de humor, y hay momentos en los que no me aguanto ni yo. Como buena Virgo, soy controladora, me cuesta mucho delegar en los demás y no me gustan las sorpresas.

—¿Y cuáles crees que son tus fortalezas?

—Soy curiosa, tanto o más que cuando era una niña, me encanta aprender, crecer, descubrir, y soy una trabajadora incansable.

—¿Qué esperas que te regale este nuevo tema?

—Me encantaría que ayudara a la gente a sentirse mejor, porque la música es terapéutica, y al final, cada uno interpreta los temas desde su historia personal. Con este tema pretendo que nos paremos unos segundos y hagamos un ejercicio de reflexión sobre lo verdaderamente importante: que cada uno se sienta libre, siendo auténtico con uno mismo y aceptándose tal y como es, dejando a un lado cánones de belleza enfermizos y el poder de las redes sociales.

—Precisamente, las redes sociales te han costado algún que otro disgusto tras colgar imágenes o comentarios personales. ¿Cómo vives esos ataques?

—No tolero los insultos ni los ataques gratuitos. Soy contestona y guerrera, va intrínseco en mi personalidad. Y el hecho de que sea un personaje popular no significa que tenga que aguantarme y tolerar comentarios de mal gusto. Es una falta de respeto y no lo soporto. Soy directa y no tengo dobles caras, pero soy noble e íntegra como mi madre.

—En otra estrofa del «single» «Soy esa mujer», hablas de caer y levantarse, de los aciertos y los traspiés. ¿Cuántas veces te ha tocado levantarte para tirar adelante tras una gran decepción?

—Unas cuantas, y se aprende mucho. Una de mis mayores decepciones fue cuando participé en Eurovisión en el 2009 y quedé en penúltimo lugar. No me arrepiento de haber ido a representar a mi país, porque lo hice muy ilusionada y di el cien por cien de mí, pero fue un batacazo. De aquella experiencia tan frustrante aprendí que hay que saber decir no. A veces es necesario parar y desaparecer durante un tiempo para resurgir y brillar con más intensidad.

—Aseguras que a lo largo de tu carrera has vivido mucho, saboreando éxitos y tirando adelante ante los fracasos. ¿A quién te has aferrado en esos momentos difíciles para seguir dando guerra?

—Es que la vida es así, tiene luces y sombras. Pero hace años, me lo comía yo sola, me callaba y no compartía con nadie los traspiés y los fracasos. Un error, porque se hace bola y es peor. Quizás me lo callaba por orgullo, no sé, era muy joven. Ahora he aprendido que lo primero es aceptar lo sucedido y después lo comparto con mi pareja, con mis padres, porque descubres otros puntos de vista y además es terapéutico.

—Has mencionado a tu pareja, Miguel Ángel Herrera, con el que tenías previsto casarte el pasado 11 de septiembre y al final, hace unos meses decidisteis posponer el enlace. ¿Novia a la fuga?

—No, en absoluto. ¡Ja, ja, ja! Decidimos posponer la celebración, porque hacer una boda a medias, debido a las medidas de seguridad por la pandemia, no me apetecía nada. Yo quiero hacer una boda por todo lo alto, con todos los míos, sin restricciones. Y como ahora no se puede, pues lo aplazamos y no pasa nada. La verdad es que nunca he anhelado casarme, quizá porque no había encontrado a la persona adecuada o porque no me atrevía a dar el paso. Pero ahora llevo nueve años con mi pareja, es el padre de mis hijas, nos queremos mucho, nos entendemos genial y nos lo pasamos bien. Ahora sí me hace ilusión casarme.

—Conocemos a Soraya, la artista, que se renueva continuamente con rompedores cambios de looks, pero apenas sabemos nada de tu faceta más personal. ¿Cómo eres en la intimidad, cuando estás entre los tuyos?

—Es cierto. Los artistas nos damos en el escenario al público y a los fans, pero en general nos gusta preservar nuestra faceta más personal, porque estamos muy expuestos, y más ahora con las redes sociales. Muchos se sorprenderán al descubrir que en realidad soy una mujer de costumbres, tradicional, muy familiar, que disfruta los domingos comiendo con los míos y que sabe cocinar y hasta coser. Es verdad que como artista siempre he llevado una imagen rompedora, atrevida, con un vestuario moderno y con constantes cambios de imagen, rubia, morena... Pero de puertas para dentro, soy muy casera, me encanta hacerle galletas a Manuela y cuando no tengo conciertos, yo soy la que limpia y friega en mi casa.

—¿Y con qué disfrutas? ¿Qué te hace desconectar?

—Con las tareas más sencillas, desde cortar el césped del jardín y preparar la merienda a Manuela, hasta organizando la ropita de Olivia. En casa, siempre encuentro cosas que hacer. Ahora tengo pendiente montar la cunita de la bebé.

—Cuando echas la vista atrás y repasas tu carrera y tu trayectoria vital, ¿te sientes satisfecha del camino recorrido?

—Mucho, pero soy ambiciosa y sé que puedo crecer más y puedo mejorar como persona. Acabo de cumplir treinta y nueve años y todavía tengo mucho por moldear. Quiero sentirme mejor conmigo misma, no pretendiendo ser la mejor madre o la mejor compañera, sino para ser yo misma, aceptándome, con mis más y mis menos, mimándome y no siendo tan crítica ni tan exigente conmigo misma como a veces soy.

—¿Hay un antes y un después en tu carrera tras convertirte en mamá?

—Por supuesto. Antes de tener a Manuela yo hacía sobre todo música de baile, para pasarlo bien. Además, era más independiente y no pensaba en el mañana. Cuando me convertí en mamá, me di cuenta de que necesitaba reflexionar y plasmar mis inquietudes en mis letras, contar mis historias en primera persona, y un buen ejemplo de todo esto es este nuevo tema titulado Soy esa mujer.

—Y a nivel personal, ¿el ser mamá también te ha transformado interiormente?

—Sí, más de lo que yo pensaba, fíjate. El otro día me encontré con una amiga a la que no veía hace más de veinte años y comenzamos a hablar y repasar momentos que compartimos juntas. Y curiosamente, ella me comentó en un par de ocasiones: «Cómo has cambiado, porque antes eras más loca, más atrevida, más lanzada, y no te pensabas tanto las cosas». Y claro, le respondí: «Ahora soy mamá y tengo que pensar en mis niñas, porque ellas dependen de mí». Me he vuelto más reflexiva y más responsable y mis prioridades son ellas y mi familia, yo he pasado a un segundo plano, pero estoy encantada y me siento muy orgullosa de la vida que llevo.

—Entonces, ¿puedes gritar a los cuatro vientos que eres feliz? ¿Te sientes plena?

—Afirmar hoy que uno es feliz, con la terrible pandemia del covid-19 a nivel mundial que estamos afrontando, da miedo, porque hay muchas personas que están sufriendo mucho. Pero la verdad, también sería injusto negarlo. Estoy viviendo un momento vital fantástico y confieso que soy muy feliz, por todo lo que he conseguido. Además he luchado mucho para llegar hasta donde he llegado hoy. Por supuesto, esto no ha sido un camino de rosas, también he pasado momentos difíciles y que me han puesto a prueba. Pero aquí estoy, con muchas ganas de seguir aprendiendo y con nuevos retos y proyectos. Y a nivel personal, estoy feliz con mi pareja y mi hija Manuela y muy ilusionada con la llegada de Olivia, a la que en breve tendremos con nosotros.