Incapaz de someterse a una prueba de fuego como la de «La última tentación», dice que tiene «ese punto romántico» y que le gusta que el amor siempre salga reforzado. Aún no ha recibido la invitación a la boda de los gallegos Hugo y Lara, pero si la recibe, diría: Sí, por supuesto
07 oct 2021 . Actualizado a las 16:27 h.Tan solo unas horas antes de iniciar El debate de las tentaciones, en Telecinco, Sandra Barneda atiende nuestra llamada. Se la ve orgullosa del resultado que está dando este nuevo formato que ha atrapado al público y que ha querido rizar un poco más el rizo, si es posible aún, poniendo a concursantes que ya han sido infieles en anteriores ediciones. Sandra se ha subido a la ola del éxito con este programa y no quiere bajarse.
-Vaya revolución con el nuevo programa...
-Sí, y feliz de estar dentro y de formar parte de esta revolución. Creo que cuando surge un nuevo formato que engancha a la audiencia y, sobre todo, al público joven, pues estamos felices. Además, hay un equipo muy potente detrás, muy joven también y muy ilusionado, así que nos dejamos la piel porque La última tentación y La isla de las tentaciones no es un formato fácil, es un formato complicado, tanto cuando se graba como en la edición, así que estamos felices.
-¿Te ha sorprendido el éxito o ya veías que iba a ser un caballo ganador ?
-Yo creo que el éxito, si te lo imaginas, pocas veces se cumplen las expectativas, todo lo contrario. Entonces yo no me imaginaba ese éxito, pero bueno, bien recibido es, y lo que dure.
-Estás ahora en la cresta de la ola, porque el formato ha ido a más...
-¿Sabes qué pasa? Que lo que ha generado es algo muy bueno, y es que la gente quiera ver la televisión para reírse, para pasárselo bien y para charlar, para hacer grupos de amigos por WhatsApp y comentar la jugada y lo que ha ocurrido. No sé, creo que estamos viendo que el mundo de las relaciones es muy complejo y nos ponemos en la piel sobre qué harías tú o qué ha pasado y qué no ha pasado.... O si yo hubiera hecho lo mismo. Al final, es un formato que ha provocado eso y que ha hecho que se conecte muchísima gente de distintas edades y generaciones.
-Algo que nos puedas adelantar de esta edición.
-La última tentación, como bien sabes, es un estreno mundial. La isla de las tentaciones cumple 20 años como formato, y se ha adaptado a distintos países. En muchos ha tenido muchísimo éxito y siguen haciéndose ediciones, como en Estados Unidos, que se graban en Hawái, en Italia o en otros países. Pero La última tentación es un formato nuevo que se estrena en España y cuando estábamos grabando lo participantes no sabían a qué iban. Eso nos dio juego a la hora de que todo lo que sucedía los descolocaba. Te puedo decir que incluso nosotros mismos nos sorprendimos de todo lo que íbamos descubriendo. Lo dije al principio, nada más aterrizar de las grabaciones, que no nos hubiéramos creído lo que sucede, aunque lo hubiera escrito el mejor guionista.
-Las expectativas son muy altas...
-Sí, todos los capítulos son maravillosos. Pero en el 3 hay ya un punto de inflexión importante y eso ya sube, sube, sube, para no parar.
-A veces tu cara lo dice todo, pero el comentario que le hiciste a Gonzalo sobre que no había aprendido nada, creó gran revuelo en las redes.
-Es muy difícil mantenerte neutral respetando la mochila que lleva cada uno de ellos. Yo lo que intento es ayudarles mientras estoy en la isla. La diferencia, sobre todo, es cuando entro en las villas, que ahí me veis un poco más cómplice o con confianza como para comentarles algo. En las hogueras, o durante los círculos de fuego en este caso, también intento ser lo más ecuánime posible, pero a veces se me escapa.
-Te hemos visto emocionarte en la pasada edición con Hugo, el concursante de Bueu. Te tocó la fibra.
-Me acuerdo que Lara me dijo cuando grabamos el reencuentro: «Es que tú eres muy proamor porque se te nota en la mirada». Y bueno, es curioso, al final debo de tener ese punto romántico y me gusta que salga reforzado el amor. Pero si algo he aprendido en este programa es que cualquier decisión es buena para ellos, se ve con el tiempo y se va a ver en La última tentación.
-Te han invitado a la boda, ¿vas a ir?
-Me invitaron a través de la televisión, pero si me llegara la invitación tendría que ir, quedaría muy mal si no fuera.
-Quizás el éxito del programa es que todos nos ponemos en la piel de los concursantes, ¿tú serías capaz de pasar por esa prueba de fuego?
-No, no. Por eso digo que son unos valientes. Ahora, si nos pusieran una cámara a cada uno de nosotros y luego pudiéramos ver cómo se comportan nuestras parejas y cómo nos comportamos nosotros, ¿qué ocurriría? Esa es mi pregunta.
-Por lo que se ve, todo es perdonable. No sé si en tu caso tienes algún límite por el que no pasarías.
-Yo creo que hay que encontrarse en la situación. La vida me ha enseñado que algunas veces dices que por ahí no pasarías, y pasas. Y pasas porque ya no es un límite para ti. Creo que nos vamos transformando y modificando a medida que va pasando el tiempo, y eso hace que comprendamos que las parejas no tienen que ser nada fijo, sino que son mucho más flexibles de lo que nos han contado que es la pareja.
-A veces nos obcecamos en esos límites...
-Si el amor resiste la novedad es porque ha evolucionado y las parejas con él, si se mantiene como algo estanco e inflexible termina rompiéndose.
-¿Cómo han sido las grabaciones?
-Muy intensas. Han sido casi dos meses grabando y con un equipo de más de cien personas haciendo 24 horas. Al final estamos disponibles en cualquier momento. Entonces, todo lo vivimos con muchísima intensidad y muchísima pasión, porque tampoco se sabe qué va a ocurrir ni cómo va a funcionar, qué es lo que van a hacer o dejar de hacer. Nos vamos informando día a día, y siempre digo que los puntos de encuentro favoritos son los desayunos porque es cuando coincidimos el turno de noche con el resto de turnos.
-¿Hay alguna pareja que te haya robado el corazón?
-De verdad que no te miento porque nos han dado tanto que les tengo cariño a todos. Me siento un poco como la madrina de todos ellos, porque han sido honestos y lo han vivido con esa honestidad que es de agradecer. Nos han dado momentazos, y luego en La última tentación lo he podido hablar con ellos y me siento agradecida de todo lo que han hecho y de cómo han crecido no solo como personas, sino televisivamente.
-¿Este es el programa con el que más cómoda te sientes?
-Me he sentido cómoda en la mayoría de formatos que he hecho. Pero hay veces que casas mucho más o que la gente te ve mucho más ahí. No te digo que es el que más cómoda me siento, pero sí es al que ahora le tengo más cariño.
-«Un océano para llegar a ti» fue finalista del premio Planeta, ¿te lo esperabas?
-Sabía que formaba parte de los diez últimos manuscritos porque te avisan y estaba como muy nerviosa. Además, me pilló el covid y no pude ir a la gala. Estaba sola en casa, conectada vía streaming y lo celebré como digo yo, a lo autor, que es en soledad, pero es algo que no voy a olvidar nunca.
-¿Tienes en mente escribir otro libro?
-Sí, ya estoy desde hace meses trabajando en él.
-No paras...
-Sí, mente inquieta. Lo que pasa es que la escritura es como mi manera de meditar, de conectarme conmigo misma. La televisión es de estar como mucho más para afuera. Entonces, es el equilibrio perfecto.
-¿Cómo llevas la fama?
-Cuanto menos caso le haga mejor.
-¿Te afecta lo que dicen en las redes sociales?
-Depende de cómo te pille el día. Pero creo que hay que acostumbrarse a vivir con lo que tenemos. Hay gente que dice que si no existieran las redes sociales, como antes.... No, no, no. Existen y hay que asumirlo y aceptar los cambios que vengan.
