Él, odontólogo de profesión, dirige el canal dental con más seguidores en YouTube, y ella es la la directora de márketing de las bodegas Valdelana, que son un referente desde hace siglos
13 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El odontólogo coruñés Simón Pardiñas, que dirige la clínica familiar y el canal dental con más seguidores en YouTube, se casó con Judit Valdelana, directora de márketing de las bodegas que llevan su apellido y que son un referente desde hace siglos. La ceremonia al estilo tradicional celta se celebró en medio de un viñedo de La Rioja y la comida, con productos gallegos y vinos riojanos, en un mirador sobre el Ebro.
Cada boda es especial. Dos vidas que celebran su unión es siempre un acontecimiento. Pero hay enlaces con algunas características que los hacen únicos. Por ejemplo, el de Simón Pardiñas y Judit Valdelana. Son dos referentes en sus respectivas áreas de trabajo. Se dijeron el «sí, quiero» en medio de un viñedo en una ceremonia al estilo tradicional celta, que se celebró en la pequeña y vitivinícola localidad de Elciego. Una fusión entre La Rioja y Galicia que nació en Nueva York gracias a un Deportivo-Celta. Ya ven que esta boda tiene muchos ingredientes singulares. Judit forma parte de una estirpe que lleva siglos dedicándose al mundo del vino. Si le pinchas un dedo sale Tempranillo. Está considerada como una de las mujeres más influyentes en el sector. Hace poco asistí a una cata-maridaje dirigida por ella, donde dio todo un recital de sapiencia. El Agnvs de autor reserva o el Centvm Vitis son auténticas joyas. Simón es coruñés y director médico de la clínica dental que fundaron sus padres y que tiene su sede en plena calle Real. Cuando visité las instalaciones me enseñó el imponente estudio de grabación del que salen los vídeos que incluye en el canal dental más grande del mundo en YouTube. Tiene más de medio millón de suscriptores y sus explicaciones se traducen a casi veinte idiomas. Como se le dé por hacer un canal de vinos con Judit seguro que arrasan.
EN LA CASA DE GALICIA
Simón es muy deportivista. «Como detalle, en mi traje verde llevaba un pañuelo bordado con la bandera de Galicia y un pin del Dépor», me cuenta. El fútbol juega un papel importante en la historia, como les decía al principio. El futuro odontólogo se encontraba en Estados Unidos cursando un máster y se jugaba uno de esos derbis que algún día volveremos a disfrutar los aficionados gallegos. Se fue a la Casa de Galicia de Queens, donde tenían garantizada la emisión. «Iba bastante con los amigos a comer y a ver los partidos. Aquel día del Dépor-Celta también fue ella con sus amistades. Allí nos conocimos», relata el novio. Una historia de amor de una riojana y un gallego que se inició a la sombra de los rascacielos. En la celebración de este verano hubo vino de la Rioja, por supuesto. A nadie se le ocurrió llevar unas botellas de otro lado. Pero además del casi centenar de invitados gallegos no faltaron los productos de la tierra. En un mirador sobre el Ebro sirvieron navajas, pulpo, zamburiñas, empanadas, pimientos de Padrón y lubrigante, que aportó una empresa de cátering gallega. Todo maridó a la perfección. Tampoco faltó la queimada. En un ambiente así y en un lugar tan maravilloso la fiesta duró hasta el amanecer. Hubo quien le dio otro sentido al nombre de la localidad, Elciego. Hasta ahora los vinos de las bodegas Valdelana tenían su principal mercado fuera de nuestras fronteras. Digo hasta ahora porque con la unión de Simón y Judit es muy posible que pronto veamos esta marca en las cartas de los principales restaurantes gallegos.