Los protagonistas de la famosa serie nos han puesto los dientes largos, pero deja de recrearte y anímate a conocer la perla del mar Jónico
04 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Con la segunda temporada de The White Lotus resulta complicado quedarse sentado en el sofá. Es inevitable viajar, aunque solo tenga billete la cabeza, y querer sumarse al reparto para poder disfrutar de este destino paradisíaco y atractivo donde se ha rodado la última entrega. Muchos, seguro, le habrán dado a «pause» para saber cuáles eran sus coordenadas mentales, y es entonces cuando Taormina (Sicilia) asciende rápidamente a lo más alto del ránking de destinos que quisiéramos conocer.
Dice el productor de la serie, que también se debió de quedar flipado con el lugar, que primero eligieron la localización y luego surgió el argumento, algo que no suele ser lo habitual a la hora de crear. Pensaron en Francia, en el sur de Italia, incluso en España, pero necesitaban un hotel de lujo y muy grande, lo que redujo la lista considerablemente. Y entonces entraron en el San Doménico Palace y no hubo discusión. Otro Four Seasons, como el del The White Lotus hawaiano, aunque dicen que es pura casualidad. Eso sí, tanto el productor como el director confiesan que son fans de esta cadena.
El Palacio San Doménico, un antiguo convento del siglo XIV, cuenta con una privilegiada ubicación en lo alto de un acantilado con vistas al mar Jónico y amplísimas suites, así que obviamente era el lugar ideal para alojar a estos exclusivos clientes, los ricos a los que caricaturiza The White Lotus. «Es uno de los hoteles más míticos de Taormina. Ha sido parada obligada para todos los famosos que han pasado por la isla, desde Ava Gardner o Sophia Loren a escritores como Thomas Mann o Luigi Pirandello», señala Adolfo Díaz, de la agencia Atlantis. Aparte de su lujo (la noche sale a partir de 4.000 euros con desayuno) y su gastronomía (el restaurante lo dirige el famoso chef Massimo Mantarro), ofrece dos experiencias realmente únicas: un safari bajo las estrellas en el volcán Etna o un concierto privado en el Teatro Antico del hotel.
La perla del mar Jónico —como se conoce a Taormina— está ubicada en la costa este de la isla. Puede pasar desapercibida en un primer momento ante la fama de Catania (a una hora en coche) y de Palermo, la capital; de hecho, estas dos ciudades son la puerta de entrada de este paraíso, pero es uno de los lugares más turísticos de Sicilia. Si ya lo era antes, en el pasado la ciudad fue una parada del Grand Tour, en el que participaba la juventud aristocrática europea del siglo XIX, ahora sigue siendo el «destino más popular del turismo internacional», según se puede leer en la web de turismo oficial. «Taormina es una ciudad conocida en todo el mundo, y recibe millones de visitantes cada año. The White Lotus solo ha incrementado lo que ya lleva pasando durante años», indican desde la oficina de turismo local.
Dicen que al cruzar el Arco di Porta Messina uno vive un sueño del que no quiere despertar. Esta fortificación de 1808 da acceso al casco histórico por el Corso Umberto I, la arteria principal de la ciudad en la que te puedes encontrar tiendas, pastelerías y cafés de música clásica. «La mejor forma de descubrir una ciudad es pasear por ella», señala Agustín Vázquez, de Ola Mundo, que sugiere visitar la iglesia de San Giuseppe (siglo XVIII), la plaza IX Aprile (hay que prestar atención al maravilloso pavimento) repleta de cafés y terrazas, y la plaza del Duomo, «una de las más bonitas de Taormina». El teatro griego es otro de los imprescindibles que no te puedes perder. «Taormina tiene orígenes griegos, aunque después fue habitada durante un largo período por la civilización romana. Este teatro fue construido originalmente en el siglo III a. C. durante el período helenístico, sin embargo, un siglo después, bajo el dominio romano, fue reconstruido completamente, adoptando todas las características de un teatro romano», señala Agustín.
LOS JARDINES, UN TESORO
Desde la oficina de turismo de la localidad también nos invitan a no dejar de visitar la catedral de San Nicolás de Bari, el palacio de los Duques de Santo Stefano, el teatro Odeón, los baños romanos y los bizantinos, la Naumaquia (una gema rara, uno de los mayores monumentos romanos de Sicilia), y las iglesias de San Pancracio, de Santa Caterina, así como la isla bella, un pintoresco islote que en el 2011 se convirtió en el Museo Regional de Historia Natural de Isolabella. «No hay que conformarse con verla solo desde el mirador —señala Agustín—. Aunque parezca lejos, realmente solo se tarda un par de minutos gracias al funicular que conecta Taormina con el balneario de Mazzarò, en la parte baja de la ciudad. Cuesta 3 euros por trayecto, y hay frecuencias cada 15 minutos». Además, en la playa que hay frente a la isla puedes adentrarte en la Cueva Azul y ver las formaciones rocosas conocidas como faraglioni, (farallones) e incluso darte un baño en sus aguas en mar abierto.
Uno de los tesoros mejor guardados de Taormina son los jardines de Villa Comunale, también conocidos como Trevelyan Park, en honor a Lady Florence Trevelyan, una noble escocesa que abandonó su país tras mantener un romance con el heredero del trono inglés Eduardo VII, que vivió en la villa. «Hay que reservar tiempo para relajarse aquí. Los jardines cuentan con cientos de plantas tropicales, flores exquisitas, fuentes ornamentadas y varios pabellones. Hoy en día son propiedad municipal y la entrada es gratuita», apunta Agustín.
GASTRONOMÍA
Comer bien en Italia no resulta complicado, pero encontrar locales económicos en Taormina ya es otra cuestión. «Es caro, o al menos más caro que la mayoría de los destinos sicilianos, así que comer arancini (unas bolas de arroz frito, parecidas a nuestras croquetas) puede ser una opción estupenda para chuparte los dedos y ahorrar», señala Agustín, que añade que siempre existen otras opciones asequibles como las clásicas porciones de pizza o la focaccia. En cuanto al alojamiento, si el presupuesto no da para sentirse protagonista de The White Lotus por unos días, desde Viajes El Corte Inglés proponen el Hotel Villa Bianca (que en el mes de junio se puede encontrar desde 1.125 euros, tres noches en alojamiento y desayuno con vuelo desde A Coruña) o el Hotel Corallo (a partir de 870 euros por persona en el mes de julio, tres noches en alojamiento y desayuno con vuelo desde A Coruña).
Taormina puede considerarse tanto un destino cultural como de playa, señalan desde la agencia de viajes de El Corte Inglés, y para los que a estas alturas ya se hayan animado advierten que la mejor época para visitar la ciudad es de marzo a noviembre, aunque si quieres aprovechar la playa (la escalera del turco o la de San Vito lo Capo son de las más visitadas por los sicilianos), mejor que lo hagas en los meses centrales del verano, julio y agosto. Es una ciudad que se ve rápidamente, puede llevar tres días recorrerla con calma, pero, una vez que se vuela hasta Sicilia, son muchos los que aconsejan un viaje más completo por la isla. Una semana es tiempo suficiente para recorrerla de norte a sur y de este a oeste. «Merece la pena visitar el volcán Etna, las ciudades de Catania, Siracusa, Ragusa y Palermo, y las islas Eólicas —un archipiélago volcánico en el mar Tirreno, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el 2000 y donde se encuentra Estrómboli—», comentan desde la oficina de turismo local. ¿Cuándo nos vamos?
Guía práctica
CÓMO LLEGAR
Para viajar a Taormina desde A Coruña o Vigo podemos hacerlo casi a diario con Vueling vía Barcelona o con Iberia vía Madrid hasta el aeropuerto internacional Catania-Fontanarossa, situado a 70 kilómetros de distancia; o bien podemos llegar al aeropuerto de Palermo, situado al oeste de la isla. Desde Oporto también hay opciones de bajo coste.
CIRCUITOS PARA CONOCER TODA LA ISLA
Existen varios circuitos programados por operadores durante ocho días que ofrecen un viaje para conocer toda la isla. Por ejemplo, el que propone Viajes Tui desde 1.399 euros por persona con salida desde Barcelona o el de Tour Mundial a partir de 1.240 euros.