Sergio Ramos: «Cuando el futbolista la lía, me echan a mí la culpa»

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CEDIDA

Según este informático llamarte como un famoso te convierte en un segundón. Asegura que aunque destaques en algo, siempre te van a relacionar con esa persona. Por utiliza el nombre de Cash, su alter ego

05 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Sergio Ramos ahora lleva una vida healthy, eso le acerca un poco más al futbolista del Paris Saint-Germain. Todo el mundo conoce al deportista, pero no tienen el gusto de conocerle a él. Al cumplir 41 años ha decidido buscar una rutina más sana para su día a día. «Debe de ser por la edad», explica.

Es arquitecto informático: diseña páginas web y lleva el mantenimiento informático a las empresas. Pero desde adolescente, lo conocen como Cash. «Me puse este nombre para firmar mis grafitis y ya se me quedó. Además soy autónomo, así que pienso que la traducción de mi apodo pega con el contexto», explica. Piensa que llamarse Cash le genera otra identidad que no le asocia a la del futbolista. «Siendo honestos, llamarte igual que un famoso te convierte en un segundón. Es decir, si destacas en algo, te van a seguir relacionando con los méritos de la otra persona y no con los tuyos propios», afirma. Por eso, cuando está fuera del trabajo o no se trata de un entorno formal, utiliza su seudónimo.

También revela que no solo se trata de que lo relacionen con él. Son recurrentes las frases de «se te ha caído la copa» o «¿dónde te has dejado a Pilar Rubio?». Los rasgos positivos brillan por su ausencia. Para Sergio resulta incómodo que le recriminen las derrotas del deportista. «Cuando Sergio Ramos la lía me lo reprochan a mí, como si fuera mi culpa. Pero, nunca hacen referencia a algún mérito de él», añade.

UNA BUENA «FARRA»

Sin embargo, Sergio no se ve para nada reflejado en el futbolista. Su vida es muy diferente. Ahora se dedica a la informática y sus aficiones son correr por la playa e irse de retiro espiritual de yoga. Aunque confiesa que de vez en cuando también se pega «una buena farra». Antes se dedicaba a organizar conciertos, festivales y raves. Pero con los años lo fue dejando.

Con todo, no se debe juzgar sin conocer, también le gusta ir a restaurantes de prestigio. De hecho, afirma ser un tema peliagudo. Cuenta que una vez fue a un restaurante en Valencia al que suelen ir futbolistas, y lo típico, al reservar por teléfono ya se generó un silencio incómodo por unos milisegundos. «Soy un tío con rastas, así, muy hippy. Al llegar, me preguntaron con un tono irónico: “¿Tú eres Sergio Ramos?”. Y acto seguido llamó a una compañera para reírse», argumenta. Confiesa que eso le hizo sentirse mal consigo mismo. «Con el tiempo te das cuenta de que la gente es así, ya no se lo tienes en cuenta», apunta.

Algo parecido le pasó cuando llamó para crear una cuenta de empresa en un banco conocido. «Al decir mi nombre, su forma de referirse hacia mí le cambió por completo. Me trataba con un lenguaje más formal», argumenta. En persona la cosa cambia, pero son situaciones cotidianas que intervienen en la forma de tratar con una persona.

Sin embargo, Sergio no tiene nada en contra del deportista. De hecho, le gustaría algún día coincidir con él. Entiende que es difícil, porque es una persona con muchos compromisos, pero, «¿por qué no?». «Yo soy el mayor, y él se lleva la fama», concluye.