¿Cuál es el estilo de las españolas?

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La actriz Blanca Suárez.
La actriz Blanca Suárez. -

FRANCESAS E ITALIANAS llevaban la batuta. Hasta ahora. El «copencore» danés, las milipilis argentinas y los coloridos «looks» de las portuguesas ponen los dientes largos a las cazatendencias. En España, los referentes son eclécticos e impiden que exportemos una imagen concreta

16 ene 2024 . Actualizado a las 19:00 h.

En cuestión de estilo es difícil concluir si el cliché hizo el mito o el mito hizo el cliché. Las francesas, tantas veces adoradas por sus emblemáticos looks, son únicas a la hora de resignificar ese je ne sais quoi que se les otorga junto a su partida de nacimiento, y basta con dar un paseo por Instagram para saber que los usos y costumbres de Inès de la Fressange están más vivos que nunca. Rayas marineras, bailarinas, tobillos al aire y unas ojeras que solo lucen con gusto en el país vecino, se suman a flequillos despeinados, camisas masculinas y una máscara de pestañas que sigue de after. El look parisino, con permiso de las criaturas de Nimes y Besançon, es icónico y una marca de la casa a la que pocas quieren renunciar. Tampoco lo hacen las italianas, que con referentes como Sophia Loren o Monica Bellucci llevan a gala un maximalismo sexy que sigue imperando en las apuestas de Gucci, Versace o Dolce & Gabanna.

Hasta hace poco, como ocurre con su gastronomía, estos países llevaban la batuta en cuestión de moda, al menos en lo que domina el público más general. Pero danesas, japonesas, portuguesas y argentinas ya dan que hablar por sus muy diferentes estilos e incluso comienzan a adelantar por la derecha a estas chicas mediterráneas respecto a lo que se lleva cada temporada o los atuendos que se vuelven virales. Las españolas, que siempre han tenido fama de vestir bien, parece que no encuentran un canon que las defina ni tienen un estereotipo, o un referente, que vender al mundo y que aúne las tendencias que se llevan en este pedacito de mundo.

SEGURIDAD POR BANDERA

Por lo que explican dos expertas consultadas, es complicado definir el estilo de las españolas, pese a ser este el país que ha dado a luz al gigante que teje las prendas más deseadas y accesibles del mundo: Inditex. Si las francesas son chic, las italianas seductoras, las nórdicas cozy y las portuguesas coloridas, en España somos todo a la vez y nada al mismo tiempo. Mar Castro, de hecho, se niega a poner un adjetivo a nuestro estilo. «Somos versátiles; tenemos un estilo que evoluciona con las tendencias, que se adecúa a nuestra situación geográfica y que, en tal caso, podríamos decir que está marcado por un punto casual debido a las largas jornadas que pasamos fuera de casa. Y también auténtico: nos gusta mucho representar nuestra personalidad a través de la ropa. Somos muy creativas y al final esto también se debe a que tenemos una forma de vestir que denota nuestra seguridad».

Lo que dice esta experta en comunicación y protocolo lo secunda su tocaya Mar Gago, que también piensa que «la española suele tener tres o cuatro estilos muy mezclados, con un toque elegante al final». «Esto en conclusión suele dejar una imagen pulida y pensada y una silueta que yo sí creo que se reconoce fuera de nuestras fronteras. Hay un punto ahí, casi invisible, que nos diferencia», apunta esta estilista de moda con casi 250.000 seguidores en su cuenta de Instagram (@sequeponerme).

Lo que para Gago es piedra angular es la importancia de distinguir entre el estilo que impera en el norte del país y el sur. «Aunque hay puntos comunes, como lo ya comentado, es cierto que en el norte solemos tirar hacia tonos más sobrios y optamos por siluetas más naturales y clásicas; algunos ejemplos pueden ser Marta Ortega, la actriz Marta Hazas o la influencer Gala González». En el sur, explica, la vida social en la calle y el clima favorece que hagan un mejor manejo del color y de los estampados, y que tengan menos reparos a la hora de utilizar accesorios grandes, además de que «dejan entrever más su silueta». Menciona a Naty Abascal como caso canónico y también a la diseñadora Inés Domecq.

Pese a esta amalgama de apellidos, para esta estilista hay una cosa evidente, y es que como este es el país donde han nacido marcas como Zara o Mango, las españolas «exportamos ideas de cómo vestir al resto del mundo. Aunque no tengamos un cliché concreto somos muy influyentes en moda, y la revista Hola!, por ejemplo, vende una postal única de nuestros personajes y la imagen que transmitimos».

Dice Gago que hay una española generando titulares para cada perfil de mujer. La actriz Blanca Suárez, explica, sigue las tendencias, cambia de peinado y tiene un punto irreverente en la alfombra roja, pero busca la absoluta comodidad en el día a día: es camaleónica sin perder esa sofisticación natural que llevan por bandera, dice, la mayoría de españolas, quizás más arriesgadas que en otros países.

LA REINA LETIZIA

También menciona a la reina Letizia, a Rosalía e incluso a Cuca Gamarra como personas que podrían representar a multitud de ciudadanas de este país. Precisamente, cree que muchas españolas se pueden sentir identificadas con la reina porque «no es derrochona ni caprichosa a la hora de vestirse; incluso se podría decir que es comedida en sus gastos si se la compara con otras royals como Máxima de Holanda, Rania de Jordania o Kate Middleton. «Ha ido moldeando su imagen desde que fue debutante en el 2004, con aquel vestido rojo de Caprile en la boda de Federico de Dinamarca y Mary Donaldson, hasta llegar a ser la más elegante de la coronación de Carlos III con un dos piezas rosa de Carolina Herrera y una original pamela del mismo tono. Tanto en momentos informales como de alto copete tiene una imagen muy trabajada», dice Gago. De la cantante Rosalía cree es capaz de generar tendencias que copia el público más joven sobre el escenario, pero también fuera de él, con una imagen mucho más relajada «como la que ofreció en los últimos desfiles de la Semana de la Moda de París». Y, en el caso de la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, opina: «Estilísticamente siempre va muy bien y muchas españolas se pueden sentir identificadas porque se cuida, va elegante para el trabajo que desempeña, pero se atreve con un encaje o un terciopelo, porque ¿por qué no?».