Fernando García: «La obra es menos dura que mariscar y que otros trabajos que hacen las mujeres en Galicia»

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Sandra Alonso

El gerente de la Fundación Laboral de la Construcción en Galicia defiende que «no existe ninguna cuestión objetiva por la que una mujer no pueda desarrollar la misma actividad que un hombre en el sector. La mayoría son prejuicios»

04 dic 2023 . Actualizado a las 21:59 h.

«No nos podemos permitir el lujo de que el 50 % del mercado no nos vea como una salida laboral». Así de claro habla Fernando García Novo (Monterroso, 1977), gerente de la Fundación Laboral de la Construcción de Galicia, que está volcada en atraer a las mujeres al sector.

—El hecho de querer feminizar la profesión es un gran paso. Debe ser complicado sacudirse el sambenito de sector machista.

—Pues sí. Los estereotipos son estereotipos, pero cuesta muchas veces romperlos. El hecho de querer que vengan más mujeres no responde solo al hecho de que busquemos ser responsables socialmente e intentar eliminar barreras injustas, sino que no existe ninguna cuestión objetiva por la que una mujer no pueda desarrollar la misma actividad que un hombre en el sector. Además hay una evidencia, y es que necesitamos mano de obra. Y, lo que es más importante, es que creemos que esto es bueno para el sector y que la incorporación de la mujer es positiva socialmente y que puede aportar muchas cosas.

—¿No hay relevo?

—Los datos apuntan a que en Galicia, solo hablando de jubilaciones, perderemos en torno a 1.300 y 1.400 trabajadores al año, porque tenemos una edad media de nuestras plantillas cercana a los 50. Necesitamos ser capaces de atraer a mujeres y a jóvenes. Y cuando hablamos de que necesitamos mano de obra, lo que ocurre es que se nos jubila gente muy preparada, con experiencia, conocedores del oficio. No es decir «se me jubilan 1.300 personas y busco otras 1.300». Es que no hay 1.300 personas que sepan trabajar. Y un trabajador para que sepa trabajar necesita 3 o 4 años.

—Pilar cuenta que venía de la peluquería y no tenía ni idea de albañilería. Hizo unos cursos y ya está contratada.

—Yo soy de un pueblo del interior de Lugo. Y yo no sé en otros sitios, pero en Galicia, donde la mujer tradicionalmente ha trabajado en el campo, ha sido ganadera, mariscadora… Hombre, parece mentira que digamos nosotros que los trabajos duros no son para mujeres... Yo considero que la construcción es menos dura que mariscar y que otras cosas que hacen ellas. No hay ningún motivo para que no vengan. La mayoría son prejuicios. Necesitamos gente formada, y en la construcción la normativa avanza y por cuestiones legales de salud en el trabajo ya no se permite que los trabajadores lleven cargas extremas como antes.

—¿Por qué cuesta tanto atraer a un sector que presume casi de pleno empleo?

—Históricamente tiene más salario que la media, y actualmente solamente hay que ver el convenio. Ya no digamos en personal cualificado, de oficiales para arriba, que la amplia mayoría cobra por encima de convenio. Nos faltaba la parte de la conciliación, pero también se está trabajando mucho en ella. Pero como en otros sectores, hay crisis vocacional. Además, estamos hablando de una generación de jóvenes que desde su edad consciente hasta antes de ayer, han visto al sector de la construcción en crisis. Eso queda en el imaginario colectivo.

—Pero la realidad es otra.

—Sí. La realidad es que tenemos uno de los convenios sectoriales más altos, donde los costes laborales se están incrementando año tras año por una cuestión de oferta y demanda, donde la gente cualificada tiene pleno empleo y donde cada vez más las empresas se están modernizando a las nuevas realidades sociales.

—¿Y la conciliación?

—Te puedo contar de una empresa pequeña, de unos cinco empleados, que nos arregló recientemente una fachada. A las 16.00 o 16.30 de la tarde estaban fuera, y no es anecdótico.

—¿Qué mensaje lanzas a los jóvenes?

—Si eres una persona joven, no lo tienes claro, y buscas un oficio que te permita vivir razonablemente bien, un trabajo que te resulte gratificante como es el hecho de construir cosas; con una actividad dinámica, porque cada obra es distinta y en movimiento, venid a un curso y probad. ¿Qué podéis perder? Si queréis, vais a tener trabajo. Pero mejor ven cuando eres joven, porque así te da tiempo a formarte y ganar dinero. Si vienes con 30, ya con una familia y un proyecto de vida, no vas a ganar el dinero que necesitas en ese momento, porque hace falta tiempo para formarse. Y me encuentro con muchas personas que quieren pero no pueden, y que cuando podían, no querían.

Un sector al alza

El último informe Mujeres en el Sector de la Construcción 2022 desvela que en Galicia están trabajando en el sector un total de 6.216 mujeres, que representan el 8,4 % del total de los ocupados dentro de este en la comunidad. Estas cifras suponen un aumento del 12,7 % del total de trabajadoras del sector en la comunidad gallega con respecto al 2021.

Es un dato alentador, pero ¿cómo se puede ayudar a la incorporación de más mujeres? «A construción é un sector fortemente masculinizado, e temos moitas dificultades para incorporar a mulleres en traballos a pé de obra. Aínda que a presenza feminina aumentou en postos técnicos e administrativos, hoxe en día, aínda non se conseguiu que se integrasen nos oficios da construción, nun momento no que non hai cuestións obxectivas para que as mulleres non poidan desenvolver a súa carreira profesional como carpinteiras, fontaneiras, electricistas, pintoras ou soldadoras», afirma el presidente de la Fundación Laboral de la Construcción de Galicia, Diego Vázquez, que señala que son conscientes de la situación y que ya han empezado a impulsar iniciativas para convertir la industria en integradora e igualitaria: «Para empezar, as mulleres teñen que coñecer as oportunidades que lles brinda a construción. Poden acceder a un posto de traballo con mellores condicións laborais que as doutros empregos tradicionalmente desempeñados por mulleres, a contratos indefinidos a tempo completo e cunhas mellores condicións que noutros sectores».

Además, indica Vázquez, el nuevo Convenio Xeral do Sector da Construción, ya en vigor, ofrece subidas salariales, mejoras en prevención de riesgos laborales, sueldos por encima del SMI o un plan de pensiones sectorial. «Outro dos puntos importantes no que temos que traballar coas empresas son as medidas de conciliación, como a xornada continua ou os horarios flexibles, que poden axudar a que as mulleres vexan a construción como un sector máis atractivo para elas», afirma el presidente de una entidad que ha impulsado tres programas específicos para fomentar la presencia femenina: Construíndo en feminino, en colaboración con la Fundación «la Caixa», orientado a mujeres en situación de desempleo; Ti Elixes, impulsada por la Consellería de Promoción do Emprego e Igualdade de la Xunta, de divulgación en los centros escolares y Constrúate, dirigido a la gente más joven para lograr el relevo generacional.