Siete destinos gallegos a los que debes ir ahora (antes de que se llenen)

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En apenas unos meses el bullicio se apoderará de algunos de los más bellos rincones de Galicia. Llegarán las aglomeraciones, las colas, los atascos... Sin embargo, ahora puedes visitarlos sin prisas y sin agobios y disfrutar de sus muchos encantos desde otra perspectiva

22 feb 2024 . Actualizado a las 09:30 h.

Aunque todavía no en la medida que otros lugares, la masificación turística también ha llegado a Galicia. Visitar en esta época del año sitios como Sanxenxo, A Illa de Arousa, Baiona o Santiago te permite descubrir en ellos inesperados rincones y gozar de estos destinos de un modo que poco o nada tiene que ver con como lo harías en verano.

SANXENXO

Denostado por muchos debido a la saturación estival, existe otro Sanxenxo que merece la pena descubrir. El de invierno. El de las persianas bajadas, el de la playa de Silgar desierta y los paseos vacíos. Sanxenxo y Portonovo cuentan con parajes naturales de inaudita belleza que merece la pena disfrutar antes de que la horda de turistas los sepulten de nuevo hasta el próximo invierno.

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ILLA DE AROUSA

Durante el verano, A Illa, que no llega a los 5.000 habitantes, recibe más de 15.000 visitantes diarios. Y todos han de entrar y salir por un único punto de acceso: el puente que une el territorio isleño con el continente. Por eso conviene no esperar a la temporada estival para disfrutar de los muchos encantos de este lugar: desde sus parques naturales a su maravillosa gastronomía, sus rutas de senderismo, su patrimonio y, por qué no, sus playas, convertidas estos días en un auténtico remanso de paz.

ISLAS CÍES Y ONS

Durante los meses estivales, las islas que conforman el Parque Nacional de las Illas Atlánticas tienen limitado el número de visitas que, además, requieren de una autorización previa. Lo cual evita la saturación, es cierto, pero quizá te imposibilite ir justo cuando quieres o puedes. Visitarlas ahora te permite descubrirlas en lo más parecido a su estado original.

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MIÑO

Su privilegiada situación, al abrigo de la ría de Betanzos, sus entornos de gran belleza (sendas, molinos, marismas...) y el estar ubicado entre dos grandes ciudades, convierten al litoral de Miño en un destino muy frecuentado. Pero esos entornos siguen ahí también ahora, presentes y deseosos de ser descubiertos en otro contexto. Y a fe que merece la pena.

PACO RODRÍGUEZ

SANTIAGO DE COMPOSTELA

Tiene Santiago en los grises días de invierno o en los primeros de la luminosa primavera un encanto especial. Un encanto que se amplifica por el hecho de poder recorrer sus calles y sus plazas casi en soledad. De recrearse en la fascinante estampa del granito mojado. Ajena al bullicio, la ciudad toma otra dimensión y por momentos, incluso parece otra.

BAIONA

Con la celebración de la Arribada, allá por marzo, a Baiona comienza a hervirle la sangre. Y así se mantendrá hasta el final del verano. Sin embargo, hay otra Baiona mucho más templada, sosegada y coqueta, que se adivina entre sus solitarias callejuelas, en el abrigo de sus restaurantes y tascas o en la quietud del paseo que circunda su priviliegado litoral. 

VALDOVIÑO

Su condición de capital del surf y el hecho de que durante el verano se celebren allí grandes competiciones internacionales llega a saturar los arenales de Valdoviño. Esos mismos que ahora solo frecuentan los muy fans de las olas y quienes gustan de disfrutar desde la tranquilidad y el sosiego de rinconces como la capilla de O Porto, el faro da Frouxeira y sus cercanas baterías, el pantano de As Forcadas o los acantilados de Meirás.