Miriam Eslava, profesora: «Es bueno ponerles dibujos a los niños en inglés, pero no vale cualquiera»

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Álejandro Palomes

Esta catalana afincada en el Reino Unido desde hace 15 años, que acaba de sacar una colección de cuentos para introducir el idioma en familias no angloparlantes, es, además, formadora de profesores de inglés en infantil y primaria, etapas en las que, asegura, se están haciendo cambios, pero insuficientes

23 mar 2024 . Actualizado a las 10:12 h.

Miriam Eslava (Barcelona, 1980) asegura que a veces es poco coherente el mensaje que se lanza en algunas familias con el inglés a los más pequeños. «Es muy importante, tienes que aprenderlo, ir a extraescolares. Vamos casi una obligación. Pero todo eso de puertas para fuera, porque nos encontramos que, cuando queremos llevarlo a casa, no tenemos herramientas», señala Miriam, que acaba de publicar dos títulos que inician la colección Learning English with Trixie para contribuir a que esto no sea así. Estos dos cuentos están pensados para tener un primer contacto con el idioma a través de historias cotidianas, narradas en un inglés muy sencillo, y han sido concebidos por su autora para que las familias puedan integrarlo de manera natural en su rutina diaria.

 —¿Cuál es el objetivo de esta colección de libros?

—Estos son los dos primeros, la idea es sacar una colección de cuentos en inglés, especialmente diseñada para familias no angloparlantes, porque la literatura inglesa, los cuentos en inglés, es maravillosa, muy extensa, pero no están adaptados para el público no angloparlante, sino que están hechos para niños ingleses. Nos encontramos que cuando queremos llevar el inglés a casa no tenemos herramientas para hacerlo. Y a la vez creamos una incongruencia, porque los padres saben que el inglés es muy importante para los niños, buscamos colegios que lo tengan como pilar importante a nivel de horas, a nivel curricular, les apuntamos a extraescolares, intentamos viajar o hacer actividades... pero todo hacia fuera. Cuando es hacia casa lo bloqueamos, no existe... ¿Qué mensaje subliminal les estamos dando? Que estamos dejando el inglés fuera de casa. Es decir, es una obligación, en el cole, en las actividades, pero no es disfrute. Y en el momento en que le damos la bienvenida a casa, a través de esos cuentos, estamos creando experiencias que refuerzan este concepto de importancia que le damos al inglés.

 —Como profe de inglés y formadora de profes, ¿este proyecto surge de ver un vacío, una necesidad?

—Surge principalmente del vacío que tenemos incluso los profesores sabiendo inglés, conociendo y teniendo mucha variedad de cuentos. Pero hay una necesidad increíble de cuentos adaptados. Los profesores tienen la dificultad de encontrar estos títulos y, gracias a colecciones como esta de Larousse, podemos crear acciones activas en las familias para integrar el inglés, y crear coherencia entre lo que haces fuera de casa y dentro. Muy bien, va a extraescolares, pero luego en casa, ¿qué hacemos? Pues vamos a utilizar las historias que son superpotentes e importantes para crear vínculos, aprendizaje...

 —¿A qué edad recomendarías introducirles el inglés a los niños?

—No hay una edad determinada, depende de varios factores que valorará cada familia. El primero, valorar qué podemos y qué queremos ofrecer, teniendo en cuenta nuestro nivel. Si no partimos de un nivel que nos permite utilizar el inglés naturalmente como lengua vehicular, y nuestros hijos son muy pequeños, etapa bebé, podremos ofrecer, sobre todo, canciones de cuna y frases cariñosas cortitas relacionadas con su rutina. Cuando empiezan a ser más autónomos, seguiremos con canciones adaptadas a su etapa, y haremos hincapié en los sonidos, además del vocabulario. Antes de empezar a hablar, copian los sonidos. Y esta etapa podría ser buen momento para integrar el método Time&Place, es decir, acotar un ratito al día para solo hablar inglés. Y una vez empiecen su etapa escolar, tendremos el refuerzo por parte de sus profesores, y disfrutarán más input en inglés.

 —¿Los dibujos en inglés son una buena opción?

—Sí, es importante tener la tele en inglés, si miramos a otros países del norte, que siempre miramos para arriba, ya tienen integrado el dual, y nosotros aún tenemos que ponerlo. Hay que tener en cuenta la edad, y lo que les estás presentando, para que no tenga un efecto rebote. Si les ponemos Mickey Mouse... estupendo para niños, pero. ¿cómo habla ese Mickey Mouse? Es muy difícil. Hay que buscar que el contenido sea equilibrado, adecuado para la edad, incluso quizás un pelín menos, para que lo puedan entender, para que sientan seguridad. No es poner por poner, porque pueden desconectar muy fácilmente, hay que mirar lo que ponemos.

 —¿Con o sin subtítulos?

—Depende, no pasa nada. Si les puede servir para facilitar, no lo veo perjudicial. Al contrario. En mi casa muchas veces los tenemos puestos en español o en inglés. Hay que ser flexibles, incluso las personas que tenemos un nivel alto de inglés, tenemos problemas, porque hay muchas barreras que desconocemos. Instintivamente te sale hablar tu lengua materna.

 —Entonces, ¿proponerse un día a la semana hablar un ratito es buena estrategia?

—Sí, es lo que te comentaba de la técnica del Time&Place, que es para integrar el bilingüismo. Es decidir un ratito (time) y un lugar (place) para utilizar el inglés. Si son pequeños, por ejemplo, puede ser la hora del baño. El primer día costará, y harás tres minutitos. El segundo también. Pero cuando lleves dos semanas, vayas aumentando minutitos, poco a poco irás teniendo seguridad para ir creando un ratito en inglés. Dije baño, pero puede ser cualquier momento. Es una de las técnicas que suele tener más efectividad en las familias que tienen un nivel más justito o más inseguridad, o que no tienen tantas ganas, porque es un esfuerzo. Es una estrategia, pero estás rompiendo la barrera... Si mamá me habla en inglés y me lee en inglés, y me lo paso bien, porque nos reímos y disfrutamos, todo cobra sentido, porque luego, cuando dice que el inglés es importante y tengo que ir a la extraescolar es coherente.

 —Ha habido una evolución en la manera de enseñar el inglés en el cole, pero aun así, ¿cómo crees que tendrían que ser esas clases?

—La buena noticia es que se quieren cambiar cosas, y se están cambiando cosas, aunque a mí me da la sensación de que aún vamos dando muchos palos de ciego. Porque llevamos muchos años de inglés, y los resultados tampoco han sido... la evolución no es espectacular. No estamos a la cabeza de ningún ránking de mejor nivel de inglés de Europa. Yo veo, por mi trabajo, que hay una falta de recursos prácticos. En las escuelas les pedimos cada vez que den clases desde más pequeños, clases más orales, y que los profesores sostengan una clase de inglés y no solo de decir los colores, sino que queremos toda la lengua vehicular, queremos que todo sea en inglés, pero no estamos preparando a los profesores para ello. Lo que más me piden son recursos orales para poder sostener una clase con naturalidad completamente en inglés desde muy pequeños.

 —Cuando decimos «nivel de inglés del cole», es sinónimo de no muy alto, más bien justito.

—La frase de que el inglés abre muchas puertas, quiere decir que, en realidad, como no lo tengas, la puerta está cerrada completamente. Queremos hacer cosas, se hacen cosas, pero a veces no son del todo efectivas. No podemos pasar niños a primaria y pretender dar ciencias naturales en inglés. El colegio puede presumir de ello, ¿pero cómo han hecho la evolución para que los niños puedan afrontar este cambio? ¿Y los profes, están formados para ello? Estamos empezando la casa por la ventana, y si no creamos una base muy fuerte desde infantil, y vamos subiendo peldaño a peldaño del andamio, no sirve... No podemos hacer cambios desde arriba.

 —¿En una clase de inglés del cole puede sonar el castellano?

—Depende de la clase, del nivel de inglés... Pero en niños pequeños, te diría que no es que se pueda, es que se debe. Los niños tienen que sentir una conexión con esa profesora, y el inglés no va a llegar a un niño pequeño si el niño no siente un vínculo antes del aprendizaje. En las clases de infantil,tenemos que priorizar el vínculo.

 —¿Crees que llegará un momento en que no habrá necesidad de ir a extraescolares de inglés?

—Me gustaría decirte que sí, pero creo que tardaremos. Soy positiva y gracias a Larousse, y colecciones así, intentaremos ofrecer herramientas para lograrlo, pero requiere del esfuerzo de todos, no solo de los niños.

 —En un libro al uso, si quieres interactuar, depende del nivel que manejen los padres, pero en este hay una parte práctica que lo facilita.

—Cada estructura está diseñada y elegida para la etapa infantil en la que están los niños. Cada libro está diseñado para afianzar conceptos que ellos van a ir viendo en el cole, y eso les va a crear seguridad. Y a los padres, en vez de generarles ese estrés de tener que enfrentarse a un cuento, les damos facilidades. Yo lo que quería es que se sintieran sostenidos y guiados. Además, tienen los códigos QR para escucharme en caso de que duden con la pronunciación, y una parte interactiva para seguir profundizando en el cuento o en conceptos. Tienen todo traducido o explicado, de manera muy sencilla, para facilitarles que disfruten. El objetivo es facilitar esa integración de manera suave y positiva del inglés.

 —¿A qué edades están dirigidos?

—A nivel editorial siempre hay que fijar unas franjas, suelen poner de 3 a 6 años, pero es muy subjetivo. Mi hija pequeña tiene 7 y es inglesa, se lo sabría todo, y lo disfruta muchísimo. Se puede usar según la edad con diferentes objetivos. Con un peque de 2 años quizás lo que estás haciendo se afianzar ese ratito de lectura, aunque leas tres páginas. En todos los cuentos, hay una estructura repetitiva de Trixie, la protagonista, con letra de palo, que es la primera letra que empiezan a leer los niños en España, por si quieren lanzarse a leer y ser partícipes de la lectura.