Adrián y Gosia pasaron ocho meses de luna de miel: «Si sobrevives a una vuelta al mundo en pareja 'low cost', estáis hechos el uno para el otro»

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El «Molabus», bus escolar convertido en casa rodante de Adri y Gosi. Aquí con sus dos hijos, grandes viajeros y seguidores del Celta
El «Molabus», bus escolar convertido en casa rodante de Adri y Gosi. Aquí con sus dos hijos, grandes viajeros y seguidores del Celta Mola viajar

Dieron la vuelta al mundo en ocho meses en su luna miel con un par de mochilas y poco dinero. Lo dejaron todo por viajar juntos y hoy triunfan con el blog y canal de YouTube Molaviajar. «Nuestro destino top es Nueva York, pero siempre nos gusta volver a Galicia», cuenta Adrián. O Celta tamén tira...

15 jul 2024 . Actualizado a las 22:05 h.

Antes de que llegase el WhatsApp y de que la tecnología fuese capaz de seguir el ritmo de los más inquietos se conocieron Adrián Rodríguez y Gosia Bendrat. Él gallego, ella polaca, coincidieron en Edimburgo. Año 2005, Escocia. «Limpiábamos habitaciones en el mismo hotel, y ahí empezó el amor», arranca Adrián. «Yo no hablaba inglés bien y ella no hablaba español... No pintaba que la cosa fuera a ningún lado, y mira, ¡aquí estamos, 19 años después con dos hijos, trabajando juntos y con mil aventuras!», condensa kilómetros de vuelo Adrián, que vuelve atrás 19 años, a ese momento en que trabajaba en Edimburgo para aprender inglés. En el mismo momento y mismo lugar estaba Gosia sacándose las castañas. No tenían en común el idioma, sí las ganas de aprender y conocer. La pasión de viajar, que les da la vida y mundo con sus hijos Daniela y Óliver, despuntó al estar juntos. «Empezamos a darle vueltas y a decir: ‘Queremos viajar’». Lo hicieron empezando poco a poco. Y llevan unos 50 países explorados en pareja «y los que quedan»...

Antes del vuelco de sus vidas, Adrián era un diseñador gráfico consciente de la importancia del inglés, así que se dijo: «Voy a dejarlo todo e irme a Escocia a aprender. A través de una agencia, busqué un trabajo y una familia que me acogiera, y me puse a trabajar en ese hotel en el que limpiando habitaciones conocí a Gosi».

La parte polaca de esta pareja es licenciada en Políticas. Pero Gosi tampoco siguió el carril del título. Antes que en Escocia, vivió en Estados Unidos y fue el afán de mover marcos, de conocer otros lugares, lo que les hizo ir desarrollando «por ir a vivir a un sitio y otro, sin parar quietos».

Mola viajar —su blog de viajes de referencia, que empezó siendo un hobby y que acabó convertido en su trabajo— nació en el 2008 en Barcelona, cuando se mudaron a la ciudad condal para que Gosi aprendiera español. Él se ganaba la vida en el diseño y ella primero trabajando en un bar y después en Bershka. «Nuestra vida era: ‘Trabajo, ahorro y con eso viajo, y después vuelvo y me busco otra vez la vida’».

Mola viajar

El mejor de sus viajes

Pero la historia que lo cambió todo fue un viaje en el 2006: «Ese año, dejamos Escocia y fuimos al sureste asiático cinco semanas pensando que éramos los amos. Al llegar, vimos que la gente viajaba cinco meses, seis, un año y era: ‘¿Pero cómo hacéis, de dónde sacáis el dinero? Y vimos que se puede hacer si se ahorra y se viaja de una manera en países baratos». En aquel momento no había Facebook ni WhatsApp y tener un blog era el modo de que los suyos les siguieran la pista sin emails. «Fuimos cuatro meses a recorrer el sureste asiático ¡y nos encantó! Hubo que volver a trabajar cuando se acabó el dinero e iniciamos el proyecto Mola viajar, que en principio era para amigos y familia. Poco a poco fue creciendo y haciéndose más grande. A día de hoy, tenemos una editorial, apartado de YouTube, de blog, de ayuda al viajero... ¡Esto se ha hecho grande!», valora Adri. Gracias al «trabajo duro de muchos años, hoy vivimos de ello».

El viaje más apasionante que han hecho hasta la fecha ha sido su luna de miel: una vuelta al mundo low cost. «El dinero que se gasta una pareja en un safari a todo lujo dos semanas nosotros lo gastamos en ocho meses de viaje de mochileros. Dormíamos en casa de la gente a través de la aplicación Couchsurfing», detalla el novio. Y se gastaron 6.000 euros cada uno (lo ahorrado) en esos ocho meses de viaje.

Nunca se han sentido en peligro viajando, aseguran quienes no dejan de recomendar la costa oeste de Estados Unidos como un gran viaje en familia. «Nueva York es nuestro destino top», revelan. Pero es un destino difícil para ir con hijos pequeños...

Al viajar con niños, ¿qué es lo primero? «Cambiar el chip. Y tener en cuanta que cada niño es un mundo», responde Adrián. Los viajes cortos o esperar el momento adecuado son opciones recomendables. «Todo depende de la situación y de cómo sea el niño, de si se marea, de si está a gusto... En pareja o con amigos, le puedes dar caña a los viajes. Con niños es otro ritmo. E implica muchas veces cambiar el destino que te apetece», dice Adrián.

«Gosi y yo siempre decimos que, si das una vuelta al mundo en pareja con una mochila y poco dinero, y sobrevives a eso sin una crisis grande, es que estáis hechos el uno para el otro»

Esta familia gallego-polaca vive ahora en Polonia. Allí les pillamos, pero ¡por dos días! Adrián se va a Colombia y Gosia recibe en casa a la parte holandesa de la familia. Cuando se publique este reportaje estarán na terriña.

¿Morriña con tanto viaje? «Ahora, al trabajar desde casa con un ordenador, cuando tengo un poco de morriña, cojo un avión a Galicia y estoy ahí el fin de semana», cuenta Adrián, que admite que Galicia y su Celta tirar tiran.

¿Qué supone el viajar en pareja? «Gosi y yo siempre decimos que, si das una vuelta al mundo en pareja con una mochila y poco dinero, y sobrevives a eso sin una crisis grande, es que estáis hechos el uno para el otro. Para mí es la leche pasar tanto tiempo con ella. Al final, estamos todo el día juntos y superbién. Es una suerte pasar tanto tiempo en pareja y en familia, poder vivir de esto».

Y para los niños es una escuela sin paredes: «Poder viajar con tus padres es una cosa que yo no tuve la suerte de hacer ¡y es un tesoro! Ver el mundo en familia, pasar tiempo con tus padres... La mente a los niños se les abre mucho y son todo ventajas. Aprenden a entender a otras culturas, otras gentes, otros idiomas... Mola mucho».

Ellos separan sus viajes de trabajo de los de ocio (que suelen guardarse para sí). Y no perdonan las escapadiñas a Galicia, el paraíso veraniego de las festas gastronómicas. Este julio, estos viajeros molones con recua de seguidores harán un tour por estos lares y dormirán —tienen reserva— en las islas Cíes. «Siempre nos gusta volver a Galicia y que los niños estén con sus amigos gallegos, que sigan practicando el idioma y conociendo su cultura y sus raíces», dice su padre, del que heredan la pasión celtista, de primera.

¿Qué destino se quedan de este 2024? «Estuvimos en Egipto con los niños en plan de desconexión. Me quedo con el guía contándonos toda la historia de las pirámides. Mis hijos aprendieron una lección de historia ante las pirámides», comparte Adrián, que este año también estuvo con la familia en París en un viaje «medio de trabajo, medio de vacaciones en familia». Tras él, la pareja se fue tres días a Praga por trabajo (dejando a los niños con los abuelos) y ahora toca Galicia, donde constatan que está la mejor playa del mundo... y otras maravillas.