Los juegos olímpicos están a punto de comenzar en la capital francesa, pero en Galicia son muchos los negocios que llevan años abiertos con este nombre. La emigración y los trabajadores de Citroën tienen mucho que ver en este furor gallego por París
21 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.París, París, París... La ciudad de la luz, del amor y ahora de los juegos olímpicos. Qué tendrá la capital francesa que siempre nos hace soñar. Será por eso que no hay pueblo, municipio o ciudad en Galicia que no tenga una cafetería, pastelería o bar con ese nombre. Te explicamos el porqué de que tantos locales hayan sido bautizados con este nombre.
Confeitaría París. A Coruña
Cuando los padres de Xulián Suárez, Manolo y Lola, cogieron el negocio en 1984 ya se llamaba así. «Meu pai viña de traballar na Citroën, en Vigo, e viaxaba moito a Francia. De lúa de mel foron a París e era unha cidade á que lle tiñan cariño así que quedou ese nome», explica. Él heredó, además del amor por la pastelería, el cariño hacia esa urbe. «Teño tatuada a torre Eiffel?. Ademais do vínculo afectivo, está o profesional. O produto que facemos está inspirado na pastelería francesa. Un bo profesional ten que percorrer as pastelerías de París». También, como aficionado al ciclismo es fiel seguidor del Tour de Francia. «Gustaríame ir», dice.
Bar París. Lugo
Esta histórica cafetería de Lugo nació tras el retorno de sus anteriores dueños desde el extranjero. Hace más de 40 años, sus fundadores lo bautizaron así en honor al que fue su hogar algún día: París. Ahora, este negocio lo regenta Pablo Quijana y, aunque ya han pasado unos seis años desde su traspaso, todavía conserva su nombre original. «Lo mantengo porque todo el mundo lo conoce así, y me pareció lo razonable», explica el actual gerente. «Además, me gusta el nombre. Creo que es muy bonito», concluye.
Bar París. Ourense
La realidad es que cuando Pepe Doval y Ermitas Bouzas cogieron el bar París de Ourense en 1981, el local ya se llamaba así. A este matrimonio le gustó especialmente el nombre. Habían estado emigrados en Francia y a los dos les pareció un apelativo representativo. El bar, que está situado en plena zona de los vinos, concretamente en la calle Lepanto, es conocido por sus empanadillas y por el ambiente familiar que siempre se genera en su interior. Por este establecimiento, perfecto para disfrutar de un picoteo y unas primeras copas, han pasado generaciones y generaciones de ourensanos. Hace años que Suso Doval, hijo de Pepe y Ermitas, se puso al frente, manteniendo intacta la tradición de sus padres. «Fíjate si es importante el nombre que a mí me conocen como Suso París», advierte. Tiene decenas de clientes fijos cada fin de semana que son los que animan al hostelero a llevar a la práctica todo lo que se le ocurre. Ha realizado varias colaboraciones con cervezas artesanales y ha diseñado más de una camiseta con el logo de su bar París. «Cada vez que algún cliente va a la capital de Francia, nos manda una foto frente a la torre Eiffel con la camiseta puesta», admite Suso. Esas instantáneas las tiene colgadas en la pared de su local. Entre sus clientes fijos están también los miembros de un equipo de mus muy viajero. «Somos muy amigos y, desde hace años, cada vez que salen de Ourense van buscando establecimientos que se llamen París para mandarme la foto desde la puerta, así que conozco a un montón de tocayos por el mundo», bromea. Para estas olimpiadas que son en su ciudad fetiche, Suso no tiene nada preparado, aunque no descarta sorprender. «Hemos entrenado duro, pero no llegamos al nivel para jugarlas», termina, entre risas.
Confitería París. Ferrol
César Varela lleva tres años al frente del negocio que emprendió su abuelo en 1963 y en ningún momento se ha planteado renombrar al local. El fundador original de la pastelería, Eulogio Varela, era todo un aficionado a la cultura gastronómica parisina y, en especial, a su repostería. Bajo el lema «Reinventando la tradición», los cruasanes llevan siendo la especialidad de este local por más de seis décadas. De cara a los Juegos Olímpicos del 2024, César afirma que «siempre que se celebra algo en París es positivo. Podemos promocionarnos sacando algo especial».
Bar París. Pontevedra
Cuando Manuel Alén tomó las riendas del bar París en 1972 este ya se llamaba así, por lo que desconoce el motivo por el cual su establecimiento recibe el nombre de la capital francesa. El local, ubicado en la Rúa Real, llama la atención de los paseantes por mantener una decoración muy parecida a la de la época en la que abrió: incluso la plataforma Netflix se interesó para rodar una serie en él.
Café Bar Nuevo París. Vigo
El matrimonio de María Vázquez y José Elías Erosa emigró a Francia en los años sesenta. Un año después de regresar a Vigo, en 1968, decidieron abrir el Restaurante París. El bar, situado cerca de la fábrica de Stellantis, se hizo famoso porque los empleados franceses de la antigua Citroën iban a comer allí por la comida y para hablar su idioma materno con los dueños. En últimos años, el local cambió de dueños, de ahí el nombre de Nuevo París, sin embargo, nunca se ha borrado la capital francesa de su toldo.